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soy divorciada, recientemente tengo un “novio” con el cual llevo 2 meses, tuvimos sexo desde el primer encuentro y desde ese día me di cuenta que no era “sexo convencional” le gustaba mirar al espejo, decirme cosas “sucias”, me movía a un lado a otro, en fin, esas cosillas, de repente me besa y cuando me acerco a besarlo se aleja, me muerde fuertemente (sin llegar a lastimarme), me da cachetadas, nalgadas, me dice pinche perra puta, cuando quiero me me penetre me dice que no hasta que él diga, me escupe al hacerme sexo oral… algunas cosas las disfruto, algunas otras las tolero, pero cuando me negó la penetración cuando yo quería me molesté me retiré y me sentí super ofendida y se lo dije, él se molestó mucho, tanto que se fue dejándome sola… después de esta situación terminamos y yo a él lo amo, sólo que no sé cómo sobrellevar este tipo de sexo, ya entiendo que no hay algo “normal” en el sexo, pero tengo 38 años teniendo sexo “convencional” y ahora no sé qué hacer, o si de plano esto no es para mi… algún consejo?? gracias por leerme
con mi pareja teniamos muy buenas relaciones segun a mi entender, siempre tuvimos muchas fantasías y no pasaban de ahi, aunque el en su momento me tanteo para ver si se podian hacer realidad, yo me negue porque no soportaria verlo con otra. fantasia si me encanta pero realidad no.
tenemos vibrador y a el le gusta que lo penetre, a mi me super excita verlo.
hace cuestion de unos dias aggaro su computadora y encuentro que el esta en una página bisexual, tenia fotos que habia bajado mias con el teniendo sexo y fotos de el teniendo sexo con un hombre, casi me muero y ademas fue en mi propia casa donde el tuvo sexo. ahora realmente no se donde estoy parada, me siento estafada, necesito una opinion por favor y gracias
Tranquila, no pasa nada. A tu marido le gusta (además del sexo “habitual”) el sexo bisexual. Asegúrate de que también tú le gustas y luego comparte y disfruta con él o a través de él una nueva dimensión del sexo. Una fuente más de placer, diversión y enriquecimiento personal.
Muy interesante el video, nos ayuda a entender la diferencia de necesidades en lo que a sexo se refiere, personalmente me parece un poco fuerte el orinar sobre tu pareja, denigrante por así decirlo, afortunadamente mi esposa no gusta de algo así, no digo que este mal, simplemente no me encanta la idea, mis perversiones se van para otro lado, aunque una pareja del pasado tenia la facilidad de la eyaculación y el multiorgasmo, tuve la dicha de ayudarla a encontrar esta fascinante cualidad, pues llevábamos un mes viviendo en pareja cuando esto surgió y fué muy excitante, a partir de ahí, los sigtes. 5 años que vivimos juntos fueron muy humedos, llevándome a tomarle el gusto a ser literalmente empapado por ella, tomando posiciones que favorecieran estos humedos orgasmos o simplemente con un buen sexo oral. Los protectores plásticos para el colchón, toallas limpias para cubrir almohadas etc se volvieron parte de nuestro closet. Cabe mencionar que la chica en cuestión al igual que yo, se hizo adicta a esto, no podíamos tener sexo sin toda esa humedad. El sexo es hermoso, excitante y sublime, siempre que la pareja esté de acuerdo, más cuando los sentimientos intervienen positivamente, saludos.
Es muy bueno este corto de “Piss”, no lo conocía, y el que apunta Marian también. Acabo de recordar que escuché una vez en la radio —en un programa nocturno de los que llama la gente y cuenta su vida—, a un chico que llamó porque había echado un polvo salvaje con su novia en el que ella tuvo un orgasmo tan intenso que eyaculó como una fuente, tanto, que mojó hasta las cortinas. Sin embargo, él, desconocedor de que una mujer pudiera emitir esos flujos, pensó que se traba de orina. Al principio le chocó, pero en la calentura del momento y cachondo como estaba, se fue formando en su cabeza la idea de que a ella le gustaba la lluvia dorada y para complacerla se incorporó y le meó encima. La reacción de su novia fue la de una persona que se siente atacada y humillada, llamándole de todo, se vistió, se largó y nunca más supo de ella.
A mí antes me avergonzaban mucho mis fantasías, me sentía culpable por pensar algunas cosas, ya no digamos de realizarlas. Sin embargo, ahora, partiendo de la base de que mi principal fantasía sexual es que el semen sepa a cerveza —a todas luces irrealizable—, el resto me parecen de lo más normales. No es un argumento muy elaborado, pero tampoco lo son los que me limitaban y avergonzaban en el pasado.
Esto me ha recordado muchísimo a algo que sucedió en Londres en la década de los sesenta, en plena beatlemanía. Un amiguete nuestro llevaba un tiempo allí trabajando para una editorial como dibujante; el caso es que ligaba bastante y le pusimos sobre la pista de una de las chicas guapas de la editorial, pero eso sí, le insistimos mucho en que era masoquista y lo que más le enloquecía era que después de correrse, su amante le disparara una batería de pedos en plena cara. El caso es que nuestro amigo acabó creyendo este cuento ¡y llevándolo a la práctica! Cuando nos contó la cara de estupefacción de la desmoralizada inglesita que no podía dar crédito a lo que el guapo español hacía después de… ¡Ah! ¿Pero es que tú no eras masoquista…? Estuvo algo cabreado con nosotros durante algún tiempo pero al final, nos reíamos todos juntos como hienas, ¡JAJAJAJA!
Buenoooo…me ha encantado el vídeo!!.
En mis charlas siempre toco el tema de la falta de comunicación a nivel de gustos sexuales que existe en las parejas (a otros niveles ya no me meto :-)). Sobre todo, como bien nos muestra el vídeo, en gustos que se alejan de lo “convencional”.
Cuando conocemos a alguien intentamos agradar, gustar…como norma seguimos un patrón de lo que se supone que es “normal” (no vayan a pensar que soy raro, estoy loco…), mientras más nos interesa esa persona, si pensamos que es alguien para una relación larga (el padre/la madre de nuestra descendencia) más “normales” aparentamos.
Si comenzamos una relación aparentando ser “normales” a medida que pasa el tiempo más nos cuesta revelar a la otra persona esos gustos “especiales” que tenemos. Entramos así en una dinámica “pez que se muerde la cola” difícil de romper. Y te encuentras casos incongruentes de personas que les gusta lo mismo pero ninguna se ha atrevido a exponerlo.
En el mundo BDSM esto es más fácil de llevar. Como amante del BDSM que soy siempre lo defiendo a capa y espada y uno de los argumentos que utilizo para salir en su defensa (desgraciadamente a veces es atacado debido al desconocimiento que hay sobre el tema) es precisamente la buena comunicación que ha de existir entre la parte dominante y la sumisa.
Lo habitual en estas relaciones es que la parte dominante pase un test a la sumisa para indagar sobre gustos, preferencias y límites. El juego se construirá en función de este test. La cantidad de información que recibes es brutal. Como bien dice Hermes, en el BDSM hay una serie de reglas que hacen que éste sea seguro (SANO, SEGURO Y CONSENSUADO):-)
Evidentemente no estoy diciendo en que salgamos a ligar con un test BDSM bajo el brazo para evitar empezar una relación eludiendo informar sobre nuestras preferencias más ocultas. Además está claro que si te mueves en un entorno BDSM es mucho más fácil hablar de según qué prácticas puesto que es precisamente aquí donde estas pasan a ser “normales”.
Lo que digo es que si no nos vemos con el valor suficiente como para decir a la pareja lo que nos gusta, podemos introducir simples juegos, post-its, test personalizados, pruebas divertidas…para dar y recibir información de una manera indirecta pero efectiva. Existen en el mercado juegos simples de cartas, corazones con papelitos donde has de realizar pruebas… Yo estos juegos los llevo en las reuniones y abogo por la personalización de los mismos; la información ya la estáis dando, otra cosa es que la otra persona acepte a la primera (aunque nunca se sabe…seguro que en algún punto os sorprenderéis 😉 )
En fin…que lo IDEAL sería que en esta sociedad (en la que vivimos) se tuviese bien claro ya que no hay nada normal, que la normalidad la crea cada propio individuo en función de sus gustos, creencias etc y que mientras no te hagas daño a ti mismo ni hagas daño a los demás TODO vale.
No sé porqué, pero este post y vídeo me recordó a un vídeo de YouTube que también la chica contaba sus fantasías sexuales… el chico decía las normalitas, que si trío (hombre y dos chicas) o hacerlo en una piscina. La tía decía que prefería que le gustaría que le follara un negro con un gran pene, penetrar a un hombre, ser el centro de una orgía y tener sexo con su amigo, que al final, esto último sí ocurrió de verdad.
Poco a poco que la tía iba diciendo sus fantasías, al chico menos le gustaba la parte del juego de “confesar las fantasías sexuales”, y se veía menospreciado por su pareja porque sus fantasías son más “sosas” que las de ella. Al final, el chico dijo sus sentimientos (¿cosa no muy común en los tíos?), que no sentía que su relación con su chica fuera real.
No sé, me dio qué pensar mucho… ¿hasta qué punto o límite tenemos que hacer realidad nuestras fantasías para no hacer daño a nuestra pareja? ¿En el sexo todo vale, priman más nuestras necesidades sexuales de cualquier manera que buscar una solución común?
Además, el encanto de las fantasías es que es eso, son fantasías, cuando las haces realidad ya no son fantasías. E incluso, como las fantasías están “mitificadas”, cuando las pones en práctica puede que no salgan como uno espera. Por eso creo que hay que tener cuidado.
En fin, el vídeo al que me refiero se llama “Nuestro propio cielo”, es un cortometraje que se hizo en el 2007 por Roberto Pérez Toledo. Se encuentra tanto en YouTube como Vimeo también. Aquí os lo dejo.
Este vídeo está genial!! Lo ví hace tiempo y ,la verdad, es que da qué pensar!.
He de decir que he hecho realidad alguna fantasía y evidentemente en la realidad hay “detallitos” que se escapan a tu control, cosa que en la mente no pasa jiji. ;-).
Fantástico corto,me encantó¡¡¡
Parece claro que los miembros de esa pareja están en distinta onda.
Para mi mal empezamos planteandonos que es normal en sexo y que no.Eso es algo que debiera estar superado ya y tener claro que TODO lo que pueda suceder, sexualmente hablando, entre personas adultas y por libre decisión,forma parte del universo sexual.
Cada individuo tiene sus fantasías,sus ganas de experimentar,sus elementos morbosos,etc y nadie debiera poder decidir cuales son normales y cuales no.
En cierto modo me identifico con el chico del corto porque viví algo similar,ella no pedía lluvia dorada pero si que la humillase y golpease.Al principio me gustó el juego pero llegó un momento en que el morbo se fué y empezaron las dudas,asi que para no terminar de estropear la cosa,continuamos de un modo mas consensuado.No me va el BDSM pero me parece una práctica tan normal como cualquier otra.
Como curiosidad,un Señor ya mayor hablandome de sexo,me comentó que ellos en su casa tenían una habitación que solo usaban para tener relaciones sexuales y que lo que sucedía allí,se quedaba allí.No me dijo más pero creo que a buen entendedor……
La normalidad es lo que a uno-a le gusta ,le excita, otra cosa es que la pareja coincida contigo tarea ardua!!pero todo es negociable ,no crees silvia?y como dijistes en otro post ,disfrutar depende de mi…..
Dudaba en escribir, pero me animo dado mi situación, desde mis 19 a mis 28 tuve sexo convencional, después tuve una aventura (ya que estoy casada desde los 25) con un hombre 13 años mayor a quien le encantaba llamarme perra, puta y demás a parte de escupirme y darme bofetadas, al principio lo hice solo por complacerlo, después empece a necesitarlo para sentirme muy excitada.. en fin..las cosas terminaron, trate de tocar el tema en casa pero a mi esposo le parece absurdo y una locura, me inscribí en una pagina de casados, empece a relacionarme por chat con un hombre mayor 15 años y perdí completamente mi voluntad, tiene un poder sobre mi increíble, tanto que necesite viajar para conocerle, fueron unos días de sexo increíble, muy extremo, al principio estaba aterrada, pero después me dí cuenta que es un limite en el cual quiero estar frecuentemente, quiero ser su sumisa pero por mi condición de casada no puedo, el suele exigirme fotos, vídeos de diferentes cosas, a mi me excita demasiado hacer todas esas cosas, pero sus expectativas de una sumisa debido a su experiencia son muy altas.. lo deseo con locura, tanto que siento que lo necesito, pero debo dejarlo no puedo darle todo lo que el quiere y no puedo tenerlo como yo quiero…. tratare de incorporar a mi esposo con todos mis gustos para sentirme mas plena sexualmente!!!!
Yo creo que no deberías dejar a tu amante. Piensa que probablemente nunca encontrarás a otro hombre que te inspire lo mismo. Más vale poco de vez en cuando que nada de nada. Además, suele ocurrir que este tipo de relaciones sólo funcionan así, a distancia. Cuando se quieren llevar a la convivencia la excitación y le misterio bajan en picado.
Reme te recomiendo que te plantees darle la vuelta a los papeles. No hay nada como ser switch y poder jugar a dos bandas. Saber dominar y saber someterse. Doblas las posibilidades de juegos de rol y situaciones. Es como lo del chiste que dice que si eres bisexual doblas tus probabilidades de ligue. No se si es chiste o una frase célebre, pero es una realidad.
Con los años me di cuenta de que si solo buscaba la sumisión, me perdía una parte de mi potencial sexual. Estoy aprendiendo a estar en ambos lados, porque soy muy tímida y no acabo de completar el aprendizaje, pero sigo en ello. No dimito. Estoy deseando verle babear ante mi poder. Cuando logro un segundo de ese tipo de sensación, me siento tan poderosa, me excita tanto, que me reafirmo en que no he de dimitir.
He ido a un par de cursilllos de dominación femenina y he podido experimentarla con sumisos de verdad. No te cuento el placer de darle un cachete a un trasero femenino tapado por un fino vestido de seda. El cimbreo… del trasero de Anna (es inglesa o sea que no leerá esto) ¡Dude de mi orientación sexual! Esa escena es de las que no se me olvidan. Ya no dudo, sé que cuando haya una mujer iré a por ella sin grandes cuestionamientos morales. Normal, ¿no?
También puedo sentir en mi mano el calor del semen masculino. La mujer de John (éste tampoco me leerá) me lo prestó para que le diera su merecido con una fusta. En su excitación, preeyaculo. Salió disparado a mi mano… Todavía hoy me produce un orgasmo mental.
Quizás deba aclarar que le estaba dando de cara, en el pene. Es lo que él quería. Y yo no se lo iba a negar. Normal, ¿no?
Estoy deseando compartir este post con mi pareja. Seguro que si alguien entiende al pobre Andrew es mi Andrew. La primera vez que le pedí que me maltratará se le quedo la misma cara. Después de dos divorcios de hombres poco interesantes en la cama decidí ahora o nunca y me negué a renunciar.
Un riñon. ¡Lo que costó que me entendiera! Mucho libro, mucha web de internet. Muchas horas hablando. No lo entendía. ¿Tú que eres independiente, feminista, cómo puedes querer eso?, me decía espantado. Pero es lo que dices Sylvia, que qué tendrá que ver. Nada que ver. En mi trabajo mando a muchos hombres y pobre del que se propase un pelo. Tengo fama de ser muy masculina. No pestañeo… cuando algo me hunde me encierro en el lavabo y lloro, pero sin que se entere nadie. Me desfogo, cara lavada, un poco de rimmel ¡y al tajo! Para huevos, mis ovarios.
Pero en la cama no quiero ser su igual, me gusta sentirme sometida. Me encanta que me coja del cabello y me empuje a comérsela, que me llame guarra, que me diga ábrete de piernas y quédate quietecita si no quieres recibir… No me quedo, ¡lo que quiero es recibir!
Lo que costo. Primero, meses para convencerle, luego años para que se lo creyera. Un via crucis, pero me negaba a no ser yo. ¡Qué bien lo has dicho! ME NEGABA A NO SER YO. ¡Qué bueno que volviste! Si fuera hombre, te ponía piso chiquilla.
Ahora ya estamos en ello y creo que cada día le gusta más. A ver si logro que comente.
No puedo decir nada mas que: oleee!!! Oleeee!!!! Y mas oleeee!!!!
Lo mejor es considerar lo que ocurre dentro del juego erótico como algo aparte de el resto de espacios de la relación. Se puede ser cruel con tu pareja en la cama y tremendamente considerado fuera de ella. No es una contradicción.
Uno no anda sacando conclusiones de cómo debe ser su amistad en función de lo que ocurra en un partido de fútbol. Dentro del campo se puede ser tremendamente competitivo y querer ganar a toda costa. Después, una vez terminado el partido los jugadores se tratan como amigos.
No lo compares con el fútbol por favorrr!!! jijiji ;-P,..aunque ahora que lo pienso…interesante debe de ser lo que pasa en los vestuarios jiji
Para mi, lo “normal” es lo que hago normalmente. Y en mi caso, lo que hacemos “normalmente” es lo que le gusta a mi pareja, que es la que tiene unos gustos mas…”normales” (jajaja). El principal inconveniente, es que uno de los dos sea “anormal” sexualmente hablando.
¡Ah! Y dos pequeñas pistas…
1- Las duchas doradas se hacen dentro de la bañera (como al final del vídeo) o con sábanas de goma. Si no, la cama va a apestar mucho tiempo.
2- Para diferenciar entre el “no” del juego y el “no” de verdad se usa la “palabra de seguridad”: una contraseña que marca la interrupción del juego y la vuelta a al realidad.
¡Precioso, el vídeo! Bueno, yo llevo ya muchos años practicando el BDSM en muchas de sus dimensiones… Aunque la ducha dorada no (¿todavía?). Una cosa está clara: lo puedes pedir y está bien que lo pidas, pero si te dicen que no, es que no. No vale ponerse pesado ni coaccionar. En ese sentido, Fife se acerca mucho a la raya de lo no-consensual. Presiona demasiado y no ofrece nada a cambio. Es demasiado exigente. La postura de Andrew es mucho más ética, dentro de los parámetros del BDSM. No se niega, pero quiere que se reconozcan su resistencia y sus sentimientos. Completamente lógico.
Aunque tu pareja practique el BDSM, habrá cosas que no quiera hacer. Por eso es tan frecuente en el BDSM buscar relaciones fuera de la pareja, para así resolver el conflicto entre no poder obligar a la pareja a hacer lo que no quiere y no tener que renunciar a tus deseos. Es un asunto complicado, y cada cual lo resuelve a su manera.