No quiero ser una buena chica y no me estoy lamentando, te estoy retando

“Ser buena” sigue siendo un mandato de género, es decir, ser mujer implica no molestar, no pedir, no destacar demasiado, no…*  Y eso nos confunde o, lo que es peor, nos genera conflictos que solemos arrastrar de por vida. Y, obviamente, nuestra vivencia de lo sexual no se libra, porque…

¿Qué es ser buena?
¿Acaso ser pasiva?
¿No pedir, salvo aquello que socialmente sea considerado correcto? (¿Quién decide eso?)
¿Desear hacer el amor, pero no follar? (¿Dónde está escrito que la apetencia morbosa solo sea masculina?)
¿Nada de tomar la iniciativa o, en caso de atrevernos, que sea de forma disimulada? (Vamos que hay que hacerlo, pero que no nos confundan… y luego dicen que las mujeres manipulamos, ¡si es que no nos queda otra!)

Lo cierto es que ese mandato de género nos dificulta enormemente, cuando no impide, ser sexualmente libres y abrir la caja de los deseos. Y ya ni te cuento cuando se trata de los más oscuros. Y escribo oscuros, no por pensar que lo sean (casi nada es anormal en sexo), sino porque creemos que serían cuestionados… ¿por gentes que probablemente los tienen parecidos?

Tenemos miedo al rechazo, a ser castigadas, a no ser queridas, a ser repudiadas…

Que diferencia con el hombre, ser al que se le educa en el despliegue de su plumaje: hacer, actuar, conquistar…
¡El gran follador!
El sí puede, qué digo, DEBE follar.
Pero, no nos engañemos, también pobres: ¡vaya papelón, vaya pressing, vaya mierda!

¿No te dan ganas de decir “a tomar por el saco”?

Yo no quiero ser una buena chica. Prefiero ser la heroína de mi propia historia. Si eres mujer, ¿acaso tú no?

Quizás te preguntes “y ahora, ¿qué?” esperando la receta milagro. ¡Ya! En consulta es el pan nuestro de cada día: queremos pastillitas, la ley del mínimo esfuerzo, no tener que currárnoslo, no tener que pasarlo mal… ¡Pues vas lista! ¿Acaso pretendes saber conducir sin dedicarle horas a aprender a hacerlo? ¿Dejar de ser tímida sin exponerte a situaciones que te hacen temblar? ¿Sumar sin saber leer los números? ¿Ganar un partido de tenis sin sudar la camiseta? Espero que haya quedado claro.

Lograr salir al otro lado del túnel requiere recorrerlo. De cajón, ¿no? Pues… nos cuesta entenderlo. Nos cuesta aceptar que caminarlo (=crecer y liberarse) implica NECESARIAMENTE enfrentarse a algo que nos incomoda, sin huir, ni esconderse, ni quedarse parada… Es decir, implica dejar de hacer exactamente lo que hemos hecho hasta ahora, porque es imposible superar lo malo desde la inmovilidad, la huida, la negación, el avestruz…

Toca aprender a permitirnos ser. Y eso es incómodo. Llevamos muchos años amoldándonos a lo que hay que ser, a la mascara que nos ha ayudado a sobrevivir. Cada uno de nosotros la porta (y esto no entiende de hombres o mujeres, la llevamos independientemente de lo que seamos o nos sintamos).

Permitirnos ser = dejarnos ser lo que queramos ser ¡en todos los sentidos! Pero eso necesita de coraje y aguante. Lo dicho: no hay milagros ni recetas únicas.

No es fácil. Cuando una se da cuenta de cuánto ha vivido hacia fuera (haciendo lo que se esperaba a causa del puñetero mandato de género, adaptándose a los patrones de la sociedad, hombre, hijos, lo que sea) tiene un momento abismo, y puede ser largo. Hay que agarrarse que vienen curvas y en silencio, observar. Dedicarle tiempo a conectar con quien eras antes de tanto mandato y, tarde o temprano, surgirás. No te desanimes: este momento que tanto miedo puede dar, donde te cuestionas lo esencial, hay quien lo ha llamado el vacío fértil. Vacío porque no sabes donde estás, dónde vas, qué va a pasar… Puedes sentirte absolutamente perdida. Pero fértil, porque ese es el tiempo en que necesitas para que se cuezan cosas. Es el tiempo necesario (haz el favor de dártelo) para emerger con mucha más fuerza.

Por favor, deja de mirar en términos de blanco y negro.
Desafíate a cambiar. Plantéate: “Yo, ¿qué deseo, quiero, necesito?”
Arriésgate a dejar de ser la persona que siempre has sido.

¿Qué te puede ayudar a lograrlo? Algunas pistas (probadas y efectivas):
– Preguntarte constantemente ¿de qué tengo miedo? ¿qué me asusta tanto que no me deja ser quien quiero/necesito/deseo ser?
– Llevar un diario o un bloc de notas donde puedas volcar tus reflexiones.
– Sentarte en silencio unos minutos al día, empieza por cinco, si puedes diez, y escuchar el silencio… o lo que surge de él.
– Es útil volver a la infancia (antes de que nos “educaran”). Pregúntate quién eras, qué te gustaba, qué te hacía vibrar antes de que te colocaras la máscara que te ha ayudado a sobrevivir. Y busca en qué momentos, áreas, situaciones de tu vida presente se replican esas sensaciones, esas emociones, esa esencia tuya. ¿No las encuentras? Pues toca pensar en cómo revivirlas.
– Y en lo sexual… ¿dónde están? Cuáles son tus verdaderos deseos, esos que te definen de verdad, y si hace falta, ves probando, picotea, experimenta, en busca de los que realmente son tuyos. Me acabo de acordar de Julia Roberts intentando averiguar de qué forma le gustaban los huevos (¡de gallina!) en “Novia a la fuga”. Para mí, lo único bueno de la película, pero bueno, buenísimo, y aplicable a tope. (Encuentras el vídeo al final del post.)

Últimos apuntes libidinosos:
La palabra clave es transgredir. Romper con lo habitual en ti, lo normal en ti, ¿lo correcto?
Juega con estos conceptos: misterioso, nuevo, diferente, vergonzoso, prohibido… ¿A qué te saben?
Ten presente que tú puedes ser quien te dé la real gana cuando te encierras sola o con alguien entre las cuatro paredes de tu/vuestra habitación.
La de cosas que puedes hacer y podéis hacer juntos, la de aventuras que puedes correr y hacerle correr. Y esto tiene un plus: si te liberas, es posible que liberes a quien se comparte contigo.
Si dejas de lado ese terrible miedo a pifiarla, a hacer el ridículo, ese paralizante qué pensaran de mí, tu campo de juegos será inacabable. Y tu placer también.

Ese es mi reto y lo cierto es que no es solo para mujeres. Los hombres también llevan su carga.

Buen verano. Hasta septiembre no vuelvo al blog (suscríbete al email y te llegará un aviso) ni a Facebook. Eso sí, la consulta está abierta en julio. En cuanto a los talleres (estoy preparando uno nuevo sobre recuperar el deseo), vuelven a finales de septiembre o principios de octubre. Si quieres apuntarte a alguno, llama o emiliáme. Direcciones y teléfonos en Contacto.

* Hay excepciones, obviamente, pero una mujer que rompe las normas no representa a la mayoría, ¡qué más quisiéramos! Como mucho, da ejemplo.

19 respuestas a “No quiero ser una buena chica y no me estoy lamentando, te estoy retando”

  1. Miss A dice:

    Me he emocionado leyendo éste post. Me da rabia por un lado reconocer que sea cierto, verme reflejada en ése rol de género de ser ‘buena’, y ver reflejado ése rol y ésa cultura en mi propio entorno que podría decirse que es bastante joven. Me da rabia pensar que toda ésta m***** del mandato de género me haya condicionado y me siga condicionando tanto a día de hoy, con 27 años que tengo, que cualquiera de 40 años que me lea pensará cómo narices es posible que mi generación siga estando tan coartada e inhibida… Y lo triste es que los/las adolescentes de hoy en día no tienen una mentalidad tan diferente; y éso lo digo porque personalmente estoy bastante al día y en contacto con gente más joven que yo… En cuanto a orientación sexual sí hay una clara diferencia en la mentalidad, más abierta, y puede que exceptuando algunos entornos muy conservadores quienes sean abiertamente homosexuales/bi tengan más libertad de ser sí mismos puesto que no ‘heredan’ roles definidos de cómo deben ser. En el caso del ‘mundo heterosexual’ es triste ver que aunque se dan excepciones, aún hay muchos roles represivos vigentes y algunas ideas que marcan las vidas de los más jóvenes. Incluyendo una corriente antifeminista que lo cierto es que da bastante miedo. Y es que precisamente es gente joven la que ‘dirige’ todos ésos canales en youtube, facebook, etc dedicados en exclusiva a atacar todo lo que provenga del feminismo incluyendo las teorías de género etc… Es como si precisamente por haber crecido en una sociedad que a simple vista es bastante igualitaria en cuanto a derechos entre hombres y mujeres, les hiciese volverse ciegos en cuanto a los roles de género que aún tenemos asumidos y a todas las ramificaciones en cada aspecto de nuestras vidas que tienen éstos roles. Parece que sólo gente más mayor que ha vivido cambios importantes en éste aspecto son capaces de ver todo ésto pues tienen mayor conciencia de ello, mientras que las generaciones más jóvenes carecen de conciencia sobre éstos temas puesto que se les ha permitido ignorar éstos aspectos de nuestra cultura y no tenerlos en cuenta por la suposición inocente de que ya no es necesario ni pensar en el tema. Y también porque desgraciadamente se ha convertido en un tema político y no de simple conocimiento de nuestra propia cultura y costumbres…

    En fin, la verdad es que me estoy deprimiendo al escribir sobre ésto y ya ni tengo ganas de hablar más! Estaría bien que Sylvia escribiera algún post sobre cómo se viven éstos mandatos de género en la actualidad -si es que no lo ha hecho ya- porque a mí me parece preocupante cada vez que veo una muestra más de regresión en gente adolescente/bastante más joven que yo.

    También aprovecho para pedir la opinión de dichos adolescentes si me están leyendo! Sé que también se da el caso hoy en día de que ser virgen a una determinada edad es ni más ni menos que un tabú, tanto para hombres como para mujeres. Es decir, que se da también el caso contrario al tema, aunque creo que sobre todo en lo sexual y no en otros ámbitos de la vida. Existe una exigencia a ser una persona con cierta experiencia sexual a una edad temprana, y si es así para las chicas imaginad la presión para los chicos. Lo único que te salva de ser juzgado por tu poca experiencia o por tu virginidad es ser del Opus. Como si no hubiese un término medio y la gente tuviese que vivir en mundo represivo o hipersexualizado.

  2. Mirian dice:

    No hay cisa mas letal para el ser humano, que el lenguaje de lo politicamente correcto. En todas las facetas de la vida y, muy en especial, en el sexo.
    Para mi es una forma taimada de dominacion.
    Afortunadamente creo que mi educacion no ha sido lastrada por ese peso. Quizas porque buena parte de ella ha sido en otros paises, menos hipocritas y mas liberales.
    Yo soy lesbiana ( aunque no de las que rechazan totalmente a los hombres) y actualmente trabajo y vivo en Alemania.
    En este pais, la sexualidad es vivida por las chicas con mucha mas naturalidad que en España. Si una chica quiere algo en ese terreno, lo dice o lo pide sin mas rodeos.
    Sinembargo, he conocido aqui a algunas chicas españolas que aprovechan un viaje, de turismo, estudio, trabajo o lo que sea, para probar o hacer realidad una fantasia lesbica, ya que en España no se atreven.

  3. Vivi dice:

    Hola a tod@s, soy nueva por estos lares, y después de unos días leyendo como loca me he decidido a expresar mi opinión.
    Me he sentido muy identificada en muchas de las cosas q he leído. Tengo 41 años, un divorcio después de 23 años de relación, y después de un año para volver a quererme, estoy decidida a hacerlo. Pero es taaaan difícil, por nuestra mala educación Sexual y porque nos condiciona la opinión de los demás.
    Actualmente tengo lo q se pueden considerar un par de amigos con los q quedo de vez en cuando para lo q termina siendo un encuentro Sexual sin que ninguna de las dos partes esperemos nada más q eso, cosa que está más que hablada. Por supuesto, y aunque sea lo q en el fondo les gustaria a cualquiera de mis amigas, no m lo sabe nada más q una, q piensa igual q yo e incluso ha reconocido su puntito envidioso, jeje.
    Me canse de ser como se supone que debo ser. Soy como soy, y si lo que me apetece es tomar unas copas y terminar la noche en un hotel pasándolo bomba, pues lo haré, aunque de momento no he superado el “que diran”, todo llega con el tiempo, jejeje

  4. susi dice:

    Yo, como muchísimas mujeres fui educada para ser una buena chica. Estoy a la mitad de la treintena y si bien mis padres no es que me educaran para llegar virgen al matrimonio (ya que ellos, en sus tiempos mozos fueron “progres” que corrieron delante de los grises, y mi madre y muchas de su entorno se casaron embarazadas) si que eran muy estrictos en ese tema. Mi padre cuando tenía 12, 13, 14 años casi me prohibía ir hasta en pandilla con chicos. ¿no quería ni que hablase con ellos¡ Mi madre no era tan exagerada, pero jamás tuve esa complicidad que veía en otras madres de amigas mías, que podían contarle el chico que les gustaba y eso (las madres de mis amigas conocían mucho más de mi vida en ese aspecto que mi propia madre, penoso pero en fin). A mi no me “dejaban” que me gustase ninguno. Como tampoco tenía ninguna hermana de mi edad con quien compartir estas cosas, en mi casa el tema no ya del sexo sino simplemente de cualquier cosa relacioanda con las relaciones de pareja era un tema intocable. Enseguida empezaban las preguntas inquisitivas ¿no te gustará ninguno no? Cada vez que me veían hablando con algún compañero de clase, ya empezaban ¿note gustará ese? A veces, asqueada y furibunda contestaba ¡si, me gustan todos, todos los que conozco me gustan¡¡¡¡ Por supuesto me prohibían terminantemente salir con ninguno en plan novietes. Acalro que mi adolescencia trancurrió en los años 90 no en los 60-70. Por supuesto, y como era de esperar esa represión no surtió ningún efecto, incluso más bien el contrario: yo les obedecía (efectivamente no tuve ningún novio hasta los 19, no tuve ese típico primer amor de adolescencia, que es algo que quizá ahora heche un poco en falta) pero claro no me estuve quieta hasta los 19 (aunque si llegué virgen a esa edad). Tuve una lista bastante larga de rolletes con los que hacía casi de todo menos eso. Por supuesto, con los rolletes tb había que tener cuidado. No te podías enrollar con muchos del mismo entorno pq te colgaban el cartelito aunque no pases de un par de morreos y un magreo inocente. Así qie aprovechaba cuando salía d mi entorno (vacaciones, viajes de fin de curso, cuando visitaba a mis primas….)para explayarme. Si todos con los que me lié (unos 20 calculo o puede que alguno más) hubieran sido de mi entorno menuda fama hubiera cogido¡ El caso es que por una parte, el hecho de que me prohibieran tanto al final me dio más libertad. Como no estaba aleccionada en el romaticismo ñoño que lo estaban muchas de mis amigas, tenía menos límites. De hecho mi lista de rolletes era mucho más larga que la suya, (incluso más larga de la de dos de mis mejores amigas juntas) y eso que en mi entorno me controlaba bastante. Ellas, al poder hablar con sus padres (o al menos con su madre de estos temas) siempre las guiaban: tu hija, hazte la difícil. si puedes esperar hasta el matrimonio mejor, no te dejes tocar, date a respetar o si no se aprovechará de ti…..Es decir, auqnue recibían una educación represiva, al ir envuelta en consejito y no en prohibición surtía mucho más efecto. Obviamente no cumplían todo lo que les decían a pies juntillas, pero desde luego eran mucho más estrechas y conservadoras que yo. )hay muchas cosas que nunca les conté, no lo entenderían). Luego he de decir que también he hecho cosas que no es que me sienta orgullosa, como ser infiel durante años, pero eso ya da para otr capítulo.
    Así es que mucho ojo con las chicas buenas……al final somo las peores¡¡

    1. m carmen dice:

      Yo aun sigo oyendo ..lo de hay q darse a respetar,con 40 años!!!!!pero bueno que cada una haga lo que quiera y no se la de ,de mojigata,cuanta hipocresia!!!!

    2. susi dice:

      Si, es incréible seguir oyendo estas cosas, y más cuando una ya tiene cierta edad. Pero no es menos cierto q quienes dicen eso del “hacerse respetar” a modo de consejo tienen cierta razón. Muchos hombres (tíos hechos y derechos, de treinta y cuarenta y tantos años, no adolescentes o de veintipocos años) arrastran el complejo de zorra/decente toda la vida. Si una mujer se encama con ellos muy rápido se les activa el gen moro y piensan algo así como: ésta no es de fiar. Esto lo hará con todos imagínate el currículum que debe de tener. Además, si tiene tanta facilidad y tan pocos reparos para irse a la cama, me pondrá los cuernos con facilidad (aunque obviamente ellos hayan demostrado la misma facilidad). Son así de simples los pobres. En cambio, basta que te hagas la estrecha una temporadita (sin pasarse) para que te vean de otro modo (siempre que hayas sido un poco lista y tus rolletes, follamigos y en general relaciones fuera del noviazgo convencional/pareja estable los hayas mantenido fuera de tu entorno).

      1. m carmen dice:

        Ahora q por hacerte la estrecha no creas q vas a tener suerte en el amor,eso es otra cosa,y va en funcion de dar con la persona adecuada,y con la que congenies en muchos aspectos de la vida, tambien en la cama.

  5. Paseante dice:

    No sé si al anunciar Sylvia que no vuelve hasta septiembre se ha producido una desbandada general vacacional (será que la gente escribe para luego dialogar con otros que escriben y con Sylvia) o más bien el planteamiento de este tema ha dejado a las féminas mirando al cielo y silbando eso de “pío, pìo, que yo no he sido”. En silencio o mirando hacia otro lado. Si se pone uno de los problemas-clave del sexo encima de la mesa y queda sin provocar la rebelión de las mujeres, esto está peor de lo previsto. A menos que esté todo el mundo en la playa y resignándose a lo de siempre. Trisre, triste.

    1. m carmen dice:

      Pues si que esta esto flojo….si!!!! se ve que no ha interesado demasiado el tema,da mas morbo los confesionarios,yo espero con ansia a silvia…

  6. voyeur dice:

    No se que decir…
    Maravilloso este post.
    Lastima que no lo bubieses escrito hace 30 años y que mi pareja lo hubiese leido entonces.
    Lo mismo hoy seria la vida muy diferente.
    Lastima….
    Diviertete.

  7. noelia dice:

    Me encantó…

  8. inais dice:

    Estoy en todo con paseante.
    Cultura y costumbre es igual a manipulación.
    Lo he experimentado con.mis hijos..algunas cosas culturales se las trasmito y otras no…aprendiendo…

    El día que sustituya mi caldo gozare como en cualquier actividad de mi vida..no desespero…tengo media vida por delante. Algo más que la vivida..

    Felices vacaciones!!!

  9. Paseante dice:

    Esta es una manera verdaderamente olímpica de irse de vacaciones. Vaya una reflexión-arenga que te has marcado, querida Sylvia. Por cierto, con toda la razón del mundo y con el aplauso seguro del género masculino, no sé qué dirá el femenino. Muchos pensamos que la sexualidad femenina tiene mucha costra cultural e histórica de la que hay que liberarse. No niego que los hombres también tienen mucho que aprender y no menos que quitarse de encima. Pero, como tú dices, mientras ellos tienen ese gran apetito sexual, ellas tienen el sexo en el sótano, en una habitación pequeña, en el cajón de abajo y un rincón bajo otras cosas. O sea, hay un desencuentro total entre unos y otras.

    Pero ese “caldo histórico” donde se ha fraguado la sexualidad femenina no se puede sustituir por la nada, puesto que la humana es una cultura acumulativa y compleja. Hay que sustituir un caldo por otro caldo, aunque con distintos ingredientes. Y es aquí donde es difícil encontrar sustitutos igual de fuertes que los que se quieren sustituir (condiciones económicas para preservar los patrimonios, fisiología, genética, religión, valores morales y sociales, in/dependencia económica y psicológica, embarazos, ETS, Walt Disney, las princesas que no follan ni hacen tríos con el príncipe… la de Dios). Decir que las mujeres deberían sentir, desear y practicar el sexo con la misma facilidad y simpatía con la que estudian en la universidad, practican la conversación o el shopping, es muy voluntarista pero poco real. De hecho muchas mujeres dirían que el sexo que (no) practican es el resultado de su decisión libre y consciente, no del peso de no sé qué herencias históricas. O sea, no encuentran esos ingredientes sustitutorios que les hagan cambiar de idea. Un buen ingrediente sería que lo disfrutaran (en términos de orgasmos) pero esto tampoco es tan frecuente para ellas. Según algunas estadísticas, las heterosexuales tienen orgasmo el 60% de las ocasiones en que practican sexo (yo diría que esas estadísticas exageran un poco), mientras que las lesbianas llegan hasta el 80%, lo cual debiera dar qué pensar a muchos hombres y en particular sobre la importancia del pene en esto del orgasmo femenino. Otra cosa a considerar es si no disfrutarían más si fueran capaces de prescindir de (o de sustituir) ese caldo histórico. Liberar el sexo de todo obstáculo y limitación, en la convicción de que hay una recompensa si se trabaja bien. Pero no sé cómo se hace eso. Los libros que Sylvia ha escrito y que dan sobradas pistas en la buena dirección, no parecen ser bastante revulsivo. Si encuentras la fórmula mágica que simplifique el tránsito de la desidia a la abundancia, querida Sylvia, tendrás a la mitad (masculina) de la humanidad erigiéndote monumentos por la esquinas.

    1. susi dice:

      “Muchos pensamos que la sexualidad femenina tiene mucha costra cultural e histórica de la que hay que liberarse” Cierto. Pero es curioso como muchos hombres dicen eso pero luego, a la hora de la verdad, cuando conocen a una chica y piensan emparejarse con ella en plan serio, se les activa el gen moro, y entonces quieren que haya sido una chica selectiva, de pocos amantes, de las que sólo tiene relaciones en pareja estable (no rolletes de una noche, eso es de guarrillas). Si se enteran de que la susodicha tiene un expediente importante ya empiezan a dudar de su validez como “novia formal” (auqnue su expediente sea igual de largo, o más).
      Luego, por otra parte hay que ver los papia lo mal que llevan que sus niñitas se hagan mujeres (no les pasa lo mismo con sus hijos varones, a los que casi animan a que coleccionen novias). Es decir, la libertad sexual y el ser deshinibida está muy bien, pero para las demás, para mi hijita no, ella pura, inocente y virginal como mínimo hasta los 18, y eso como poco, mejora aún, hasta bien entrda la veintena. Ni por asomo tienen esa obsesión por la castidad de sus hijos varones (y por favor, no me vengáis con el rollo del emabrazo, que eso colaba hace 40 o 50 años, cd no había anticonceptivos ni la infromación de ahora).
      Así que a lo mejor deberíais revisar vosotros vuestras ideas más que nosotras las nuestras

  10. Endorfina dice:

    ¡Ole! ¡Ole! y ¡Ole! Muy bien dicho. Ni el pretérito fue perfecto, ni el futuro será simple. Disfruta del verano y gracias por estar siempre ahí.

  11. Alexandra dice:

    Me encanta el post Sylvia. Me resuena muchísimo lo q dices, yo también estoy dejando de ser ‘buena’ con tembleque incluido, no hay más remedio! .Esperaba un post que hablara sobre esto, creo que muchas (y muchos) se podran encontrar en lo qie has escrito.
    Muchas Gracias!!

  12. Rafael dice:

    Me encanta lo del “vacío fértil” (como se nota la gestalt).
    Bueno no tiene desperdicio. me parece completo y atrevido.
    Pero los que mas me gustan son los párrafos donde hablas del
    “permitirnos ser” (let it be).
    Cuan necesario dejarnos ser, experimentarnos, vivirnos…
    Cuanto mayor me hago y cuanto mas tiempo paso junto a mi mujer,
    más feliz me siento y mas atrevido también.
    En una incesante búsqueda de autoconocimiento, llega el momento de saborear las mieles del camino. Aunque para ello haya que haber probado también las hieles amargas.
    Que tengáis buen verano, todas y todos.
    Porque los “todos” también tenemos nuestra carga_ como dices _
    que tenemos que soltar.

  13. Libra5 dice:

    Hola!
    Yo, en el sexo…no soy una buena chica y me encanta no serlo. También me dan lástima mis amigas cuando al hablarlo me ponen “motes” porque para mi, ellas no sabrán nunca lo que es verdadero placer hasta que no se quiten todos esos tabues.
    Soy muy feliz disfrutando mi cuerpo y el de mi marido.
    Soy muy feliz experimentando…jugando…probando…
    Yo también reto a todas las mujeres a que disfruten follando.

  14. Elena dice:

    ¿Me conoces? No, pero es como si lo hubieras escrito pensando en mi. Gracias. Me lo he leído un par de veces y mira qué horas y sigo dándole vueltas. Tengo que pensar muchísimo. Preguntarme esas cosas que dices. Me da miedo, pero lo haré. Tengo que crecer para salir al otro lado del túnel. Cuando vengas a Madrid quiero ir a tus talleres. Me gustaría mucho hablar contigo.

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