El Confesionario (XV)

1. Hombre casado, 50 años, de los cuales 30 con mi pareja.

2. Me encantan las mujeres y he tenido algún éxito con ellas. Sí, en paralelo con mi vida en pareja. En mis círculos próximos he tenido diversas aventuras, más o menos breves, casi siempre mucho menos superficiales de lo que a priori pensé y probablemente también pensaron ellas. Bueno, lo que pensaron ellas no seré yo quien lo diga. ¿Quién sabe qué piensan ellas? No soy uno de esos hombres ante los cuales las mujeres, al verles, se humedecen. No, lo mío han sido las carreras de media distancia, es decir, cuando ha habido un cierto trato laboral o amistoso. Pero ahí, sin quererlo (o queriéndolo, a saber), puedo ser bastante peligroso. Lo mejor para mí es mantener una distancia de seguridad, cuando ha sido menor casi siempre han saltado chispas,no ha habido manera de dejarlo tras un primer encuentro sexual, por ejemplo. Algunas de estas relaciones se convirtieron en armas de destrucción masiva. El sexo no puso fin sino principio a relaciones más complicadas, sobre todo afectivamente. La intención nunca fue llegar ahí, pero lo cierto es que llegué varias veces.

3. Recuerdo una compañera de trabajo, con ella no hubo seducción, pero sí una cierta admiración personal, algo así como el reto de hacérselo con quien parece difícil y no se presta a las artes habituales. Salimos una tarde a tomar algo. Ella me atraía, probablemente también yo a ella y nuestra conversación fue claramente un forcejeo dialéctico acerca de quién de los dos descubriría antes sus cartas. Pero allí éramos dos profesionales del póquer. Fueron pasando las horas y de los bares llegamos a su casa. Allí estábamos, sentados uno frente a otro (no al lado, como debería ser), siguiendo con el juego de “tú quieres, yo quiero, a ver quién se atreve a dar el paso, dalo tú, no sea que lo dé yo y me quede con el culo al aire”. Así, llegamos al momento de la verdad, el de “me voy” o “hagámoslo”. Y entonces ella me dijo: “Espera”. Buscó un disco y lo puso, para que lo dijera otro, Sabina, y no ella. “Quédate a dormir” se titulaba la canción. Entonces yo, que no sabía si quería o no o si sólo quería la rendición o si me daba miedo la batalla, di un poco más de cuerda a la dialéctica pero, en vista de que aquello sólo podía seguir en la cama o en la calle, me levanté y me fui. No sin antes darnos un beso en la boca. El primero y el último de aquel día y de cualquier otro día. Si inicialmente me sentí orgulloso de haber resistido, años más tarde pensé que fui tonto del culo por no aprovecharlo. Estas cosas no se pueden contar a los amigos masculinos porque, o no se lo creen o le ponen a uno a parir.

5. Conocí a una mujer casada multiorgásmica, pero que no llegaba al orgasmo con su marido, es decir, se masturbaba en secreto varias veces al día y durante una buena sesión de sexo podía tener 4 ó 5 orgasmos consecutivos, aunque su pareja no tenía mucho interés en procurárselos por otros medios que la penetración clásica… o sea, que no se los procuraba. Ella tenía poco más de 30 años. Nos conocimos, me lo contó y me lo mostró en Internet (sí, me mostró cómo era y cómo se masturbaba, tenía una técnica depurada, también me mostró cómo se vestía para que su marido la encontrara deseable, me contó las tretas y las técnicas que utilizaba para seducirle y para practicar sexo con él). Yo le daba mi opinión y mis sugerencias y ella las ponía en práctica en soledad y algo menos con su marido, con quien trataba de desmontar el papel de pacata y poco emprendedora que le había atribuido, que no correspondía a la realidad pero encajaba en sus valores y en su rutina. También le contaba algunas de mis experiencias y deseos y se excitaba mucho, porque su vida era de todo menos lujuriosa, aunque su cuerpo era un griterío sexual. Que el orgasmo con su marido se le resistiera era probablemente la causa de que él hubiera perdido el interés sexual por ella (aunque no por otras, sospeché).

El azar de un viaje quiso que nos conociéramos. Me encontré varias veces con ellos dos o con mi amiga sola, en su casa, en un restaurante, en mi hotel. Sí, tuvimos sexo casi cada vez que nos vimos, a veces cinco minutos antes de que llegara el marido o cinco después de que se hubiera marchado, incluso una vez me atreví a acariciarla por debajo de la falda mientras comíamos con su marido. Pasó un mal momento pero comprobé más tarde en la humedad de sus bragas que había interpretado bien sus deseos. Era muy religiosa, tanto que no dudaba que cada cosa que hacía conmigo era pecaminosa. Era pecaminosa al final del encuentro, pero lo olvidaba antes del siguiente. Confieso que era toda una experiencia ver cómo disfrutaba pecando. Su familia, su medio social, su educación, su vida de pareja, todo era pacato.

En una ocasión nos sorprendió la policía mientras hacíamos de todo en su coche. Una denuncia habría producido consecuencias desastrosas en su círculo familiar. No hubo tal denuncia, pero fue duro convencer a las fuerzas del orden de la inocencia de las pasiones humanas. Su marido nunca sospechó nada, estoy seguro, tal era el pobre concepto sexual que tenía de su mujer. En algún encuentro nos detuvimos después de 10 ó 12 orgasmos, la multiorgasmia es como la lotería, uno no se cansa de que le toque. No he vuelto a saber de ella, supongo que quiso alejarse del diablo, aunque imagino que soñó con él muchas veces. O conoció otras encarnaciones.

6. Tuve una compañera de trabajo con quien simpaticé desde el primer día. Ella también simpatizó conmigo. Durante algunos años hablábamos como si tuviéramos algo pendiente. “Algo” era una noche de sexo, aunque ninguno lo dijera. Pasaba el tiempo y cada uno avanzábamos en nuestras vidas laborales, de pareja, de hijos, parecía que la oportunidad no llegaría nunca. Incluso estaba decidido que ella cambiaría de trabajo y hasta de ciudad en unos meses. Pero llegó. Un día, en una fiesta relacionada con el trabajo, ella estupenda, yo también, cada cual haciendo lo que se esperaba de él, disimulando. Llegó el momento de irse. “Casualmente” yo llevaría en mi coche a varios colegas, ella incluida. “Casualmente”, hice un recorrido por la ciudad un poco extraño: “sin querer” ella sería la última pasajera en bajarse y antes de su parada pasó delante, a mi lado. Llegaríamos a su parada mucho más tarde. Antes nos comimos a besos, aparqué el coche en unos árboles, pasamos al asiento de atrás, y seguimos besándonos hasta desnudarnos en un forcejeo donde descubríamos a cada instante un centímetro de piel desconocida y salvaje. Nos precipitamos a follar… pero allí nos paramos y ralentizamos los movimientos. Hacía tantos años que anhelábamos ese momento que ahora queríamos dilatarlo hasta el infinito. Pero en esas circunstancias el infinito es apenas unos minutos porque todo estalla cuando friccionan materiales explosivos: la pasión, el deseo profundo, la sincronía de los movimientos, la electricidad de los labios y las lenguas, las manos, había demasiados años concentrados ahí. Después, en el silencio que sigue a los espasmos, con los cristales tan empañados que era imposible ver algo del exterior, ella sentada a horcajadas encima de mí, desnuda, ya sin distancia y sin ropa, con unos senos deliciosos, secretos antes y ahora míos, una persona distinta, recuerdo que me dije: “También me gusta así. Malo.” O peligroso. Y sí, fue malo, malísimo. No echamos un polvo salvaje, aquel que nos habíamos prometido sin prometerlo nunca, vimos que había fuego entre nosotros.

Procuramos ocultarlo en el trabajo, pero el deseo hace minusvalorar los peligros en los pasillos y en los ascensores y en las casualidades de los horarios y los trabajos que nos dejaban solos en cuanto podíamos. Pero pasaría tiempo antes de la siguiente cita. Hubo que esperar a que su marido estuviera ausente y sus hijos dormidos. Y así, al llegar y arañar la puerta para no hacer ruido, me abrió, entré, nos besamos, empezamos a desnudarnos y no conseguimos recorrer el pasillo, casi ni conseguimos desnudarnos del todo, porque allí mismo follamos como la primera vez y fue mejor que la primera vez, lo cual ya no era malo, era peor.

Otro día, recuerdo que nos desnudamos y nos besamos y nos tocamos y follamos con tal pasión que algo sucedió, no supe qué y ella tampoco. Pasaron unas dos horas sin saber dónde había estado y qué había sucedido en ese rato. Debió ser que salimos de allí y nos fuimos a otra dimensión para luego regresar. No creo que nos quedáramos dormidos, era imposible en esa posición dentro de ella. Luego hicimos juntos un corto viaje, a ver si se nos pasaba, hartándonos. Tampoco eso resultó.

Esta historia duró unos meses y en esos meses dio tiempo a cuestionarnos y a plantearnos todo. El resultado final fue que ella se marchó a otra ciudad, yo me quedé, todo sucedió como estaba previsto antes de la primera noche, lo único imprevisto fue que se materializara ese encuentro tantos años demorado y que luego casi se nos fuera de las manos. Se nos podía haber ido. Poco después ella se separó y yo tuve que recomponer mi pareja, porque esta primera historia con una compañera de trabajo nos hizo dudar de todo e inventarnos de nuevo.

7. Hace unos años tuve una jefa que me gustaba bastante. Si físicamente estaba muy bien, además era inteligente, competente, autosuficiente, sin ningún prejuicio, admirada y deseada por la mayoría de los hombres y también por algunas mujeres (alguna de las cuales la consiguió, yo lo supe). No teníamos mucho en común, salvo la relación laboral. Al irnos conociendo descubrí, además, que en lo sexual tenía cero remilgos y mil deseos, ninguno satisfecho por su marido. Su teléfono y su despacho acogían muy a menudo admiradores discretos (los de nivel inferior) y pretendientes a veces muy descarados (los de nivel superior). Así pues, cuanto más nos conocíamos, más sabía de ella y más seguro estaba de que era tan exigente en la vida y en el sexo como en el trabajo y que tales exigencias no eran suficientes para desmoralizar a sus pretendientes. Incluso supe de alguno que tuvo éxito y la consiguió. Me habló también de varias de sus historias pasadas y de algunas no tan lejanas. También intercambiamos ideas y experiencias sobre nuestras respectivas vidas de pareja. Si me hablaba de todo esto era porque le parecí interlocutor interesante (en realidad dijo que le parecía un hombre atípico); si yo pude disimular mi deseo por ella fue porque nunca me imaginé en su campo de acción afectivo-sexual. Tan convencido estaba que nunca me dejé intimidar por su “poderío” y así traté con ella de tú a tú.

En esas estábamos, ella en su suficiencia (y con una vida privada bastante mala) y yo en mi serenidad cálida (y con una vida privada bastante buena), cuando me conminó a tomar un café para decirme algo importante y serio. Si esto te lo dice el jefe, ¿qué piensas? Lo que me dijo fue que estaba enamorada de mí. Lo que respondí fue algo así como: “Tú a mí me encantas y te deseo desde el primer día. ¡Qué catástrofe!” Ardió Troya. En su despacho, al intercambiar documentos nos rozábamos las manos; por debajo de la mesa juntábamos los pies o hacíamos las reuniones uno al lado del otro tocándonos y subiendo las faldas por encima de las carpetas y más tarde bajándolas por debajo de los zapatos; cerrábamos las puertas, los compañeros no se conformarían con pensar en la estrecha colaboración que se nos suponía; los otros pretendientes empezaron a dejar de venir; la mesa de reuniones de mi despacho dejó de tener montones de expedientes para tenerla a ella desnuda cada dos por tres; tenía que taparla la boca en varios momentos porque era bastante ruidosa en sus muestras de placer; salíamos a los pasillos con las más peregrinas excusas a mano para aparentar normalidad, en los ascensores, cuatro brazos eran pocos para introducirse por todas partes y dejarlo todo descolocado y soliviantado mientras nos besábamos y nos lo recolocábamos, todo entre piso y piso… Ir al trabajo se convirtió en una aventura lujuriosa y peligrosa, es decir, irresistible.

Esa guerra duró varios meses, ambos pensamos que los sucesivos descubrimientos y retos nos irían apaciguando, pero no. O sí. Para no prolongar mucho más este punto, diré que esos meses fueron muy difíciles, su pareja lo supo, pero ya todo estaba perdido para ellos, mi pareja lo supo, se lo dije, y tuvimos que improvisar un modo de vivirlo hasta resolverlo. El sexo con mi jefa a veces sucedía o precedía al sexo con mi mujer y era increíblemente excitante para mí, mientras que para ella parecía una sucesión de desgarros y de orgasmos, porque podía ser la última vez o la primera de una nueva vida. Debo decir que el sexo con mi jefa no fue tan magnífico. No fue la primera vez que comprobé que el deseo no es bastante para transformar años de sequía o de frustración. Al final de esos meses el azar fue generoso y mi jefa y yo seguimos caminos distintos. Decliné la proposición de una nueva vida con ella, y tuve que gestionarla manteniendo la relación hasta el final de esos meses y creando una nueva relación con mi mujer.

8. En una ocasión estábamos mi mujer y yo charlando y tomando una copa en casa de una pareja amiga. Los dos hombres éramos cómplices de secretos sobre nuestras vidas sexuales y nuestros deseos. Nos apañamos para llevar la conversación hacia el intercambio de parejas. La conversación se animó y se lanzó el reto de si seríamos capaces de hacer tal y cual juego o prueba. Y así como de tapadillo, nos encontramos haciendo sexo entre los cuatro, todos delante de todos y todos mezclados con todos. Por pudor no voy a contar las escenas que vi y las que viví, pero sí, son todas esas que podéis imaginaros, todas, sí. La excitación de verlas y vivirlas no tienen parangón. Después de aquel día los hombres pensamos que habíamos descubierto El dorado, mientras que para nuestras mujeres aquello no fue más que una sorpresa y una noche especial.

Todos esos que hablan de celos, de problemas conyugales, etc., no saben de qué va esto. Si la relación va bien, el sexo con terceros refuerza todas las sensaciones de la pareja (el sexo en primer lugar, la complicidad y el amor después); no soy el único que lo piensa, otra gente lo ha dicho en este sitio; si la relación va mal, ese sexo especial no la va a arreglar y la empeorará como cualquier otra cosa nueva que se intente, pero no más. Hemos vivido otras experiencias, sí, con aquellos amigos y con otros/as conocidos/as o encontrados, confieso que yo soy el gran inspirador de este tipo de sexo y que mi mujer juega a ser mi cómplice aunque yo sé que no es lo que más le gusta. En fin, digamos que estas cosas, los intercambios más o menos profundos, los juegos, los tríos, todo esto en su justa medida y con suerte, da mucha vidilla.

9. Como he mencionado de pasada, he asistido a (o tal vez contribuido a provocar) un par de separaciones matrimoniales en las que yo no acudí a la cita posterior. Tengo que aclarar que nunca engañé sobre mis intenciones, aunque un par de veces yo mismo las puse en duda. Las mujeres que en estas relaciones conocí no me odian, creo que me consideran alguien especial -y probablemente querido-; ellas son para mí dulces, sinceros e instructivos recuerdos y algunas me llevaron al borde del precipicio, aunque, eso sí, nunca di el salto. No fue por falta de valor sino por carecer de suficientes razones o bien porque tenía muchas razones a este lado del precipicio.

10. Mi pareja, tarde o temprano, acabó conociendo todas mis aventuras. Lo supo siempre por mí, nunca por terceras personas, a veces durante, a veces después de haberlas vivido. Las cosas estuvieron a punto de irse a pique en un par de ocasiones, pero conseguimos mantener el rumbo y buscar vientos favorables y oleajes menos violentos. Quizá debo terminar este relato señalando que la mejor aventura, la que más me hizo perder la cabeza sexual y personalmente es la que sigo viviendo con mi mujer, lo cual tal vez sirva para explicar algo de todo lo anterior. Con mi pareja he alcanzado las mayores cotas de lujuria, especialmente cuando en nuestro sexo ha participado alguien más (un hombre, una mujer, una pareja). En los tiempos actuales, en los que sigo viendo y me acechan peligros en forma de otras mujeres que están a mi alrededor, intento que mis únicas transgresiones las cometamos juntos mi pareja y yo. Y las cometemos. Tal vez no tantas o no tan frecuentemente como yo quisiera, pero las cometemos.

11. Siempre me ha tentado -y me tienta- la tentación. No, no he sido un santo (ahora trato de ser sólo lujurioso), pero también soy para mi mujer otras cosas que no me corresponde a mí decir pero que dejo a vuestra imaginación. En la normalidad busco la transgresión y, claro, la normalidad se resiente y la transgresión se queja de la normalidad. Pero no he querido quedarme definitivamente en uno de los dos lados, sino en medio, donde todo es complicado. Y peligroso, para el corazón y para la pareja (cuando se tiene). Transgredir en compañía de tu pareja es mucho menos complicado y seguramente igual de divertido y excitante, aunque es difícil que la compañera comparta esos delirios o, sin compartirlos, quiera ser cómplice, hoy por ti mañana por mí, esto por ti lo otro por mí. La relación de pareja no es un milagro ni un piso llave en mano sino un proceso siempre incierto y donde hay que aprender y negociar y esforzarse. Cuando nada es incierto ni hay por qué esforzarse, mal asunto. En fin, vivir es peligroso, se puede uno morir en cualquier momento… o cosas mejores.

12. Por último y para mayor confusión, sabed que mi pareja y yo nos llevamos muy bien y tenemos muy buen rollo sexual, familiar y social. Nos amamos mucho y siempre muchísimo más de lo que otras parejas parecen mostrar a nuestro alrededor. ¡Hay que ver lo fácil que es ver parejas frías o menguantes y lo difícil que es ver fuego en ellas!

Para saber más sobre cómo funciona esta sección entra en “De todos aprendemos: ¿quieres compartir tu historia?” En la pestaña El Confesionario, encontrarás las entregas anteriores. Para participar escribe a [email protected]

130 respuestas a “El Confesionario (XV)”

  1. Lua dice:

    Hombre de 50, leí tu confesionario y simplemente añadir que envidio alguna de tus experiencias y envidio a tu mujer.
    Las opiniones son libres y en general, enriquecedoras también como lo son todos los confesionarios leidos hasta hoy.
    El sexo es un camino de expresión y aprendizaje; la pareja, una construcción social que pretende unificar respuestas a necesidades comunes pero al final, necesidades de cada uno de los individuos que la forman. O sea diversidad.

    La fidelidad o la lealtad entre dos se me antojan entonces relativas, sujetas a demasiadas variables y sobre todo, delicadas de tratar por lo volátil del propio concepto.

    Volveré a decirlo: os envidio sanamente. Las vivencias, la confianza y la capacidad para seguir creciendo en una misma dirección mientras seguís disfrutando de vuestra pasión tras 30a de pareja es lo que me parece mas valioso del relato. Sois extraordinarios…

  2. Nerea dice:

    He leído con atención el relato. Entiendo que en una relación larga y estable uno pueda sentirse atraido por diversas personas.

    Cuentas en tu relato cómo has ido consumando cada una de esas atracciones dentro de tu círculo social o laboral.

    Y la pregunta que me he estado haciendo mientras te leía ha sido: ¿Cómo ha vivido tu mujer todo esto? ¿Cuál ha sido el daño generado por las sucesivas infidelidades en sí mismas y porque todo vuestro círculo social o laboral estuviese al corriente? Es posible que ella comparta esa forma de entender una relación. En este caso, nada que objetar. También es posible que no haya sido así y tu pareja haya sufrido lo indecible con todo esto. ¿Realmente compensa hacer tanto daño a alguien que, según dices, amas tanto?

    Me gustaría mucho saber tu opinión al respecto.

  3. Kandoo dice:

    Hombre de 50, tu post es exactamente lo que buscaba encontar hoy al ponerme a leer el blog de Sylvia. Para empezar, me siento identificada con lo que explicas en el punto 5 de tu post. Es exactamente lo que viví en una relación de más de 10 años, incluso llegué a pensar que no disfrutaba del sexo, hasta que leí Tu sexo es tuyo y empecé a experimentar conmigo misma primero. Cuando supe que yo no tenía ningún problema, que podía sentir placer (y mucho). Intenté compartirlo con mi pareja, pero él, al saber que yo no disfrutaba de nuestras relaciones, se vino abajo. Finalmente, empecé a ver que esa relación no tenia futuro (por esas y otras cosas) y decidí dejarlo.

    Ahora, me reconozco más a partir del punto 8. Tengo una relación con un chico que me atrae mucho. Tiene un pasado liberal que a mi me ha costado entender porque no conocía nada de ese mundo hasta el momento. Después de saber cómo piensa y de leer todo lo que he encontrado sobre el tema por internet, entiendo que hay mucha gente capaz de amar a una persona y tener sexo con otras.

    Entiendo que el morbo de tocar o ver a otras personas, mantiene viva la llama en una pareja que tiene esa complicidad. Pero yo no sé si seré capaz. Yo misma le propuse de ir a un club liberal juntos para ver cómo era y me sentí bien. Él estuvo muy atento conmigo por ser la primera vez y que estuviera a gusto, pero no sentí morbo cuando me tocaban y no sé si me gustaría compartirlo con otras personas. Sé que si volvemos me pedirá mas, y no se si quiero dar ese paso aunque cuando veo los comentarios de otras personas que viven relaciones así, en realidad, me parecen relaciones sanas.
    Opino que una relación fiel y feliz para toda la vida, es un mito, me gustaría poder tener toda esa confianza y complicidad con tu pareja, que te permita vivir el sexo de una forma plena, pero nunca antes me lo había planteado y, me asusta un poco.
    Después de leer tus comentarios a algunas respuestas que has recibido, me parece que aquí podría encontrar algún consejo. Muchas gracias por tu post, a todas esas personas que ayudais con vuestros comentarios, y a ti Sylvia por tu gran ayuda.

    1. Hombre de 50 dice:

      Kandoo, me alegro de que mi experiencia te sirva de algo.
      Sobre eso del intercambio de parejas, no tengo consejos que darte pero sí algunas ideas. Cuando se dice “interecambio” no necesariamente se está hablando de follar con otros, sino de una serie de prácticas sexuales con otros. Se puede ver, exhibirse, jugar, tocarse, interactuar a 2, 3, 4 o más, hacer cosas sexuales distintas de follar, se puede hasta follar pero no seamos restrictivos. Luego, mientras se hace (lo que se haga), creo que hay que tener siempre en cuenta a la pareja, es decir, mirarse, tocarse, besarse, encontrarse, hablarse, juntarse y separarse, no interrumpir nunca el juego con la propia pareja, porque se tratar de hacer algo en pareja, no cada uno a su aire. Elegir una pareja similar (y no gente vulgar o egoístas que van también a lo suyo) es importante. Finalemente, después, al acabar, encontrarse a dos, reservarse momentos singulares, los más especiales, y días después recrearlo, hablarlo, reírise, excitarse, utilizarlo para animar el sexo en pareja, también para crear una complicidad especial cuando se está con otras parejas u otras personas en la vida habitual.

  4. Pepitogrillo dice:

    Dices en tu última respuesta:

    Tu interés en desprestigiar la fuente de un comentario que cuestiona la “objetividad” de tu relato, es evidencia de la falta de coherencia del mismo y de tu interes en mantener a toda costa una versión (que yo considero producto de un autoengaño) de que es posible mantener una relación de amor en la pareja y al mismo tiempo un historial de traiciones reiteradas y de practicas de sexo ad libitum sin el más minimo respeto a terceras personas (las parejas de tus amantes).

    Como te dije, no vas a inventar la pólvora a estas alturas y no pretendas hacer ver que llevas una relación de amor perfecta en la actualidad cuando ni en tu relato ni en tus respuestas, has sido capaz de mencionar ni esta palabra ni ninguna otra que haga alusión a los sentimientos que se generan en las relaciones humanas, más cuando tus historias de infidelidad han sido sostenidas y han implicado rupturas.

    Y no me vengas con la historia de que fuiste tú el que le contó a tu mujer la historia tórrida que viviste con tu jefa. Seguramente se te pondrían los huevos de corbata cuando el marido de tu jefa se enteró de que jodías con su esposa en su casa, en su cama y segundos antes de que él llegara.

    Si tú no puedes practicar sexo sin tener en cuenta las implicaciones que conlleva para terceras personas, es que eres incapaz de entender lo que un sentimiento, entre ellos sentirse herido. Vamos, en otras palabras, tu absoluta falta de empatía.

    Nunca he cuestionado tu historia; Es posible follar, tirarse a un montón de tias; Joder mañana, tarde y noche. Es posible también hacer trios, orgías, bukakes, y demás prácticas abiertas. Pero hay una distancia entre estos comportamientos y otro de distinto nivel, que lo menciono expresamente porque fuiste tú el que habló de ello en tu último apartado: amor.

    Si has sido incapaz de entender, tenga yo razón o no, a lo que me refiero cuando desde principio cuestioné esta incongruencia en tu relato, dudo mucho que ahora lo entiendas. Por eso asumo que si, respondes, será con otro ataque a mis supuestas deficiencias de conocimientos, edad o habilidades amatorias.

    Como comprenderás, tu historia sexual, me la trae al pairo. Lo que aqui estamos debatiendo son los límites de tu historia.

    ¿Es posible compatibilizar una historia de infidelidades y en la actualidad el sexo abierto para el cumplimiento de fantasias ilimitadas de sexo y una relación basada en el amor?

    Para ti, evidentemente sí. Para mí, que por cierto, te llevo unos pocos años y te gano en tiempo vivido en pareja, no.

    Que tu quieras vender las churras por merinas, me parece perfecto para el que quiera comprarlas, pero no cuentes con mi oferta.

    Feliz Navidad y disfruta con tu sueño.

    1. Hombre de 50 dice:

      Sic transit gloria mundi. Amén.

  5. Fati dice:

    Ufffff qué de testimonios, y cuánta miga se ha sacado de esta historia. Poco puedo aportar yo, chavala de veintitantos jajaja. Pero sinceramente, Hombre de 50, me das envidia de la sana!!! A ver, por partes y mi pequeñísima opinión: un resumen de la vida sexual de una persona es muy muy complicado, máxime con tantas andaduras. Creo que hombre de 50 nos ha querido acercar a la parte más erótica de su historia, simple y llanamente. Esto hace que nos perdamos los matices sentimentales, problemillas que han podido surgir, idas y venidas de la pareja, en fin, muchos detalles que me gustaría saber, pero para eso nuestro protagonista tendría que escribir un libro. Repito, esto es solo una parte, la parte sexual y la que a mí me ha hecho morirme de envidia. Me gustaría vivir un poquito, aunque fuera un poquito una historia como esta en la que yo fuera la protagonista. Bueno, todo se andará, no?
    Seguramente vivir una historia como esta te haya hecho de dudar muchas veces, de plantearte la “ética y moral” de la situación, no creo que te hayas sentido bien en muchas ocasiones hasta que no lo has hablado y solucionado con tu pareja. No creo que seamos quien para decir que ha hecho ostentación de su virilidad ni de que es un dandy ni nada por el estilo. Lo que digo, seguramente lo haya pasado fatal en alguna de esas ocasiones. Normal, este mundo nos sanciona por todo, y más cuando una persona quiere salir del cascarón de la monogamia del misionero que nos ha enseñado la santa madre iglesia. Por mucho menos he oído críticas el doble de fuertes que las que he podido leer aquí.
    Bueno, que no me enrollo más. Que me das mucha envidia y que te quiten lo bailao. La pareja por supuesto, está para respetarse. Pero el respeto no consiste solo en ser fiel. Para mí el respeto son muchas otras cosas. El consenso, por ejemplo, que cada pareja se marque sus relaciones sexuales y sus límites, es algo primordial. Pero el consenso no se consigue de la noche a la mañana. A veces se logra después de alguna metedura de pata. Las personas somos así. Es más, pienso que un consenso desde el principio es imposible, la pareja no es un contrato estricto. Es un contrato con clausulas que van y vienen, y se van firmando con la experiencia.

    1. Hombre de 50 dice:

      Si piensas de la manera que escribes y sólo tienes veintitantos, tengo que quitarme el sombrero ante ti. Yo no pensaba así a tu edad, era mucho más cavernícola que tú. Sigue por este camino y cuando llegues a los 50 vas a ser el no vas más. Me estoy pensando no moverme de los 50 y esperarte. Muchas gracias por tu simpatía y mi aplauso a tu inteligencia.

    2. Kandoo dice:

      Increible Fati, yo he encontrado a esa persona de casualidad, y estoy intentando pensar como tu piensas. Gracias por tu comentario.

  6. Hombre de 50 dice:

    Hola Ángel, gracias por tu comprensión. Tu testimonio no en este post en el que soy protagonista sino en todos los que he leído, así como tu confesión, que creo haber identificado, muestran, en mi opinión, varias realidades enormemente importantes. No soy capaz de sistematizarlas y analizarlas aquí pero no quiero dejar pasar la ocasión de decir algo.

    La educación pacata y miserable que hemos tenidos todos en esto del sexo nos hizo machistas, insensibles, torpes, celosos, de plato único penetrativo, frustrados, huidizos de placeres los placeres del sexo, hipócritas con nosotros, con nuestra pareja y con la sociedad, malos educadores… Y a ellas, las mujeres, todos esto y más. Viene desde Adán y Eva: ella es la tentación , el pecado, la condena, lo que hay que evitar. Bien jodidos.

    A medida que avanzamos en edad y perspectiva de la vida, vamos comprendiendo que invertimos muchas energías y gastamos nuestro tiempo en una estúpida vivencia sexual y ya no hay manera de volver atrás y es dificilísimo modificar el presente y lo que nos queda de futuro. Los hombres, como tenemos esa pulsión sexual fuerte, vemos la necesidad y el deseo de probar muchas otras cosas, lo cual nos pone teóricamente en situación de intentar descubrir el sexo de otro modo. Las mujeres, nuestras mujeres, que han vivido muy a menudo con un sexo burocrático y anorgásmico, y como carecen de la pulsión sexual, no tienen ningún interés ni apetito en cambiar lo que se ha hecho toda la vida. “A la vejez, viruelas”. Ayer mismo, y a cuento del sexo que (no) tiene con su mujer, me decía algo tan viejo, sobado, desmentido y sin embargo aplastantemente cierto, como que las mujeres sólo quieren sexo para/hasta tener hijos. Habrá mucha gente que no lo entienda ni lo comparta pero en gran parte de la gente de las generaciones de más de 40 años, esto tiene a favor unas estadísticas abrumadoras. Todo esto sin hablar del desgaste que la propia vida de pareja produce en la sexualidad y en el deseo, de lo que Sylvia ha escrito largo y atinado.

    Mi confesión, aunque algún adolescente a medio hervir siga haciendo alarde de gomina, cuenta que en mi vida he hecho cosas, a veces las he hecho sin contar con mi pareja y esa ha tenido problemas diversos que, afortunadamente, he podido resolver y he tenido que amortizar y compensar por todos los medios con mi pareja. Cuando he querido hacer otras cosas pero esta vez con mi pareja, ella no sentía deseos similares a los míos (entre otras razones como las dichas un par de párrafos atrás), su sexualidad la dirigía más a mí como su pareja que a compartime y compartirse conjuntamente con terceros, y entonces ha habido que encontrar un punto de equilibrio, para que no sucediera completamente lo que ella quería ni tampoco todo lo que yo deseaba. Esta dialéctica ha tenido más o menos disputas y acuerdos. Es de perogrullo tener que recordar a algunos que también el trabajo, la familia, el dinero, las vacaciones, el tiempo individual, los trabajos de la casa, las amistades, el sexo “casero”, todo en una pareja es objeto de negociación y equilibrios que se van cayendo o consolidando con el tiempo. No sé por qué algunos se asustan cuando yo he dicho que mi pareja no compartía mis deseos por compartir (juntos) nuestra sexualidad con otras parejas o en tríos. En esta dinámica que me parece simplemente normal, hemos conseguido un cierto equilibrio en el que a veces sucede que practicamos sexo juntos con otras parejas (y esto incluye sexo con los otros, bisexualidad, exhibirse, ver, intercambiar alguna vez, jugar con los otros, hacer tríos, etc.). Este tipo de sexo me gusta más a mí que a ella, del mismo modo que en otros 37 campos de la vida de pareja hay cosas que le gustan más a ella que a mí, lo cual no obsta para que yo las haga con gusto y con amor por mi pareja. Esto también es muy difícil de entender para algunos, que el amor también sirve para hacer un esfuerzo (recíproco) por el otro y esto no quiere decir que uno esté explotado por el otro. En el egoísmo uno no tiene que hacer nada por el otro, eso sí.

    Hacemos muchas menos cosas de las que yo quisiera, no lo dudes, pero más de las que quisiera ella, de modo que tenemos un equilibrio en el que los dos estamos bien, tenemos mucho deseo sexual el uno por el otro y no menos cantidad de amor. Creo que el deseo sexual y el amor se alimentan mutuamente.

    Entiendo bien las dificultades que tu sexualidad encuentra hoy para expresarse, entiendo que mendigas un poco de sexo a tu mujer, entiendo la imposibilidad de que ella empatice mínimamente con tus deseos, entiendo la frustración que sientes. Y tienes el valor de decirlo aquí. Te mereces nuestra admiración y la mía la tienes. Creo que estás en lo cierto y es legítimos todo lo que deseas. Mira a ver si otra estrategia dialéctica con tu mujer te funcionaría, plantea que tienes deseos por vivir ciertas cosas, que le pides su ayuda. A ver si te da algo o si te “deja” que lo busques en soledad. Comprendo que no quieras comprometer la estabilidad de tu pareja. Inténtalo al menos. Un abrazo

    1. Angel dice:

      Como algún piropo dice, gracias, las tuyas. Gracias por haberme entendido a la perfección. Por haberme ayudado y no poco, aunque no lo creas. Por tu comentario que denota, independiéntemente de una educación exquisita, un respeto que todavía es muy superior y que algunos si no totalmente, casi, carecen de él. Ignoro si tu esposa leé estas páginas pero si se diera el caso, te invito a que le des a leer no solo lo que ahoro estoy diciendo sino todos mis comentarios y MI CONFESION, quizás sirva para si, remotamente le queda una ligera duda o cierta culpabilidad posible, creo que le voy a demostrar tras una pausada lectura de todos mis comentarios en confesiones o en cualquier otra página que lo que puede suponer duda, miedo, recelo, no es sino todo lo contrario, es descubrir, aunque podriamos haberlo descubierto antes y no nos dejaron, algo, que manteniendo, no solo el amor sino el cariño y el respeto, un auténtico descubrimiento de una sexualidad completa basada siempre desde el respeto. Yo la verdad es que he tirado la toalla y no por ello quiero menos a mi mujer. Ya comenté en un momento determinado que mi mujer la primera vez que descubrió que me acariciaba se lo consulto a un psicólogo y no por ello he dejado de quererla ¿Te puedes imaginar que ese psicólogo le hubiese dicho que aquello no era correcto o era un desprecio a ella? ¿Te puedes imaginar que hubiese sido, que los hay, un dogmático, un intransigente?. Me podia haber destrozado la vida y por eso el agradecimiento que pueda expresar a través de estas páginas, es poquísimo porque sobre todo a mí me enseñaron a ser respetuoso y honrado y yo por lo menos lo he intentado. Estoy casi seguro que no podré consumar mis fantasias , junto a mi esposa, y la verdad es que me gustaría realizarlas, lo deseo y mucho. Creo que será honesto el realizarlas por mi cuenta, aunque es muy improbable ya que evidéntemente salvo que me vaya a profesionales no me lloverá del cielo y como ya te he expresado soy tímido y jamás seduciré a una sola mujer. Si lo realizo, no será, según mi criterio, una falta de respeto hacia mi pareja ya que en mas de una ocasión, siempre en momentos de caricias y penetrándonos, inclusive le he llegado a comentar que me gustaría verla follar con otro hombre, que me gustaría que se acariciara, que se acaricie en la cama, aún estando yo a su lado porqué me pondrá superexcitado y me acariciaría yo también. Sí, todo eso se lo he dicho y es más le he llegado a decir, hace una semana exáctamente, que me había acariciado pensando en que estaba follando con otro y en un momento determinado pensé en el cuerpo del hombre y comencé a acariciarme y me gustó hasta el extremo que a fecha de hoy estoy convencido que me apetecería ser activo en un trio, inclusive con el hombre o al menos acariciarlo. Como verás más transparencia, imposible. Estas páginas a mí me han servido para mucho y no solo en el aspecto sexual sino conocer a personas que viven la sexualidad de otra forma, mucho mas completa. Transmitele a tu pareja, si lo crees oportuno, todo lo que te he comentado, hazle si lo crees oportuno un extracto de cuantas frases creas le puedan aportar algo, porque ya me gustaría a mi que alguién hubiese ayudado, en su vida sexual a mi esposa o al menos ella hubiese intentado hacer lo que tu esposa ha hecho por tí y por ella. Se merece, a mi juicio una matrícula de honor, debe ser una persona magnífica porque además, aún teniendo sus dudas y sin verse menospreciada ha sabido intentar comprenderte y probar cosas que a lo mejor no le apetecian en principio y quizás hoy en día le gusten y seguramente le gustarán cada vez más. ¿Es mejor ni tan siquiera intentarlo?, puede ser, para algo está el respeto que por cierto no es obligado pero si de obligada devoción. Sabes, voy a ir más lejos, yo hasta hace un año no había follado con mujer distinta a mi mujer ya que una cosa es hacer trios, intercambio…., con gente mas o menos conocida y otra es irte a un lugar de alterne como yo me fuí y hasta la mujer que me atendió se sorprendio ya que la trate, según ella, con delicadeza y me dedique en gran parte a acariciarla y a que ella se acariciara pensando en lo que quisiera, que en mí seguro que no sería. Hay un problema, si vas a estos lugares, pese a que al que yo fuí es limpio, no me nacía besar a la chica y una relación que no comience con besos, caricias y otros componentes pues no es lo mismo.
      Creo haberme confesado muy mucho contigo, dile a tu pareja que quién suscribe todo lo que antecede es una persona muy normal? (sigo odiando esta palabra), que tiene tres hijos, mujer, hoy por hoy sin problemas serios y que únicamente escribe aquí porque es feliz haciéndolo. También sé que describo, quizás, en exceso los detalles referente a las caricias y otros pero me apetece mucho y porqué negarlo, me excita hacerlo, hay que ser sincero. Por cierto la transparencia y la sinceridad no me han reportado nunca jamás, beneficio alguno sino todo lo contrario porque, como bien sabes, en todos los lugare hay personas que se aprovechan a la mínima ocasión de esas ¿cualidades? (no lo son). Eso sí, yo ahora y desde hace unos tres años, que no ante, de esas personas paso olimpicamente, me importan un pimiento morrón y en el caso de este foro a las/los intransigentes, ni agua.
      Un abrazo para tí y tu pareja
      Angel

    2. mvf dice:

      Hombre de 50, me tienes impresionada. Reflejan más estos últimos post de ti que lo que has contado en el Confesionario. No hay ni una grieta en tu confesión, eres consecuente, culto, educado, sumamente interesante, fiel a tu pareja (aunque mucha gente no entienda el motivo por el cual digo esto). Y te cabreas, casi me gustaría que se siguieran metiendo contigo para disfrutar de este debate dialéctico que me está gustando tanto. Tus últimos post son extraordinarios. 😉

      1. Atrevida dice:

        Mvf….m has leído el pensamiento!!!
        Cómo m gustaría (en esta vida) haber coincidido con este hombre de 50……y x supuesto….con su esposa..

        1. mvf dice:

          Jajaja…a que si? 😉

          1. Hombre de 50 dice:

            Atrevida y mvf: menos mal que tengo una pareja bombón, porque me estáis tentando con vuestros desmesurados halagos y una se me va y otra se me viene de intentar sobornar a Sylvia para que me pase vuestras direcciones e-mail. ¿Para qué? Para convocaros a una cita secreta, las dos al mismo tiempo. Si pecamos, que sea olímpicamente. Además, confieso, una a una, en vis a vis, me dais más miedo porque tenéis pinta de ser mujeres muy interesantes, tentación a la que yo me resisto con muy poca convicción. Muchas gracias por vuestras amables palabras.

      2. Hombre de 50 dice:

        mvf: haz esa caída de ojos que seguramente te queda tan bien y lee algo que he escrito más abajo para ti (y para Atrevida). Gracias

        1. Hombre de 50 dice:

          Perdón, era más arriba. Tampoco te ha de quedar mal la mirada alta.

  7. Angel dice:

    Buenos días hombre de 50. He venido leyendo todos los comentarios desde el principio de la publicación de tu confesión. Comparto de forma plena todo lo que has dicho, sobre todo desde el punto 8 en adelante, lo anterior no porque al ser un supertimido y tener 60 años pues va a ser que nadie se encapricha de mí. ¿Que suerte la tuya?, no, no me he equivocado de signos ya que no sé si hubiese sabido qué hacer. Nadie se me ha insinuado, nadie ha mostrado interés por mí, no he sabido ligar, solo he sabido ser el amigo y confesor de las mujeres y no soy el jorobado de Notre Dame, aunque tampoco David Beckam.
    Sin saberlo, gracias a muchos otros, desde distintos comentarios y a Sylvia (qué olvidado me tiene con lo admirador que soy de ella), desde hace cierto tiempo me considero bastante ¿normal?(es que la palabra normal me parece una estupidez). Yo quiero a mi mujer muchísimo, a mi me encanta masturbarme, a mi mujer no, yo no quiero perder a mi mujer y hasta hoy en día y aun habiendo hablado del tema y por mucho que ella lo diga, yo tengo que acariciarme como un niño, en la cama, despacito para que no me oiga mi mujer cuando lo que me gustaría es que me oyera y se excitara y pegaramos el gran polvo o nos acariciaramos sin prisa, solo cada uno o los dos. La verdad es que por mucho que diga estoy bastante triste aunque desde luego y a través de mis caricias disfruto enormemente. Si lees el confesionario ultimo, el de Mujer de 42, me conocerás un poco mejor y si repasas otros, inclusive mi confesionario que Sylvia te puede decir cual es, me conocerás mejor, soy demasiado transparente.
    Insisto, yo quiero a mi mujer y me gustaría llevar a la realidad situaciones como la que tu mujer y tú habeis vivido desde hace un tiempo. Ojala pudiese intercambiar mi pareja con algunos amigos, verla follar con otro mientras yo me acaricio, probar, inclusive a acariciar en su presencia, cosa que no he hecho ni solo ni acompañado pero que es una fantasía que quiero realizar, a un hombre atractivo, quizás sea bisexual. Pese a mis 60, es ahora cuando todos los dias por la mañana, antes de levantarme, me acaricio. También me gustaría follar con una mujer o hacer un trio con mi mujer o yo con otra pareja, yo que sé. Lo que sí sé es que lo que te ocurre a tí no es raro, ni anormal, ni nada, de nada, de nada…. Lo que eres es un tío fantástico que cuenta las cosas que piensa o que le han pasado y punto, es así de simple, si o si. Mi opinión es que tu mujer está disfrutando, seguro. ¡Ojala la mia quisiera realizar lo que tu mujer acepta!!!. Uno no puede realizar todas sus fantasias, evidente, pero muchas si puede llevarlas a cabo, porqué no. Hombre yo no voy a obligar a mi mujer a hacer un trio, faltaría más, pero no es la primera vez que mientras nos penetramos le digo que me encantaría verla follar con algún actor, presentador…….., inclusive con algún noviete de su juventud, que me producía unos celos inconmesurables y ahora hasta aceptaría hacer un trio con él y probar a acariciarlo yo, si él quisiera. No le busques mas explicaciones, tu piensas así y punto y a quién no le guste, pues nada, que le gusten otras cosas, porqué para gustos……..colores.
    Un Abrazo

  8. Anubia dice:

    Has de saber hombre de 50 que tu relato al final, me ha hecho reflexionar e intentar abrir mi mente y dejar prejuicios a un lado. No sabes lo que me jode. Sólo intento no juzgar, y es cierto que la fidelidad está sobrevalorada pero la cuestión, es que esa es la realidad .
    Esto me ha hecho pensar que el problema lo seguimos teniendo nosotras en mayor medida, aunque bueno ya he visto aquí que mujeres infieles habelas hainas. No quiero juzgar a nadie, pero de momento no soy capaz de digerirlo. Digo que lo seguimos teniendo nosotras porque somos las que seguimos pensando en mayor medida “que eso no se hace” y eso tiene que ver mucho con una ilusión, un romanticismo trasnochado y mitológico. , y seguramente darnos cuenta que fidelidad no tiene nada que ver con lealtad. …pero creo que la lealtad también consiste en no herir conscientemente al otr@.

    1. Hombre de 50 dice:

      Anubia, acepto tus consideraciones. Creo más en la lealtad que en la fidelidad, por supuesto; también sé que la infidelidad no es inocua, yo no la pretendo trivializar. Pero sí he pretendido desdramatizarla o relativizarla o privarla de ese poder de acabar con una pareja. He citado otros ejemplos que son tradicional y potencialmente explosivos pero que, sin embargo, también es posible gestionarlos. Todo esto es contingente, no necesario. Parezco -y soy- un relativista pero es que me parece mejor manera de afrontar la vida, sin máximas pétreas, sin dogmas, sin principios intocables. En el caso de una pareja, es obvio que cuanto mayor sea el amor, el deseo, el entendimiento, la complicidad, el grado de felicidad y bienestar compartido, más posibilidades hay que sobrellevar los accidentes de la vida. Pero todo esto es difícil de conseguir, estamos hablando de sentimientos y de valores, es decir, de cosas muy volátiles e inflamables. Todo es complicado.

  9. Hombre de 50 dice:

    Cuando uno escribe un post, se expone a que la gente comente y haga reflexiones divergentes respecto al post. Sí. Lo que no me parece igual de razonable es que algunos, tú por ejemplo, se permitan acusar de engaño al autor del post (al lector y/o a la propia pareja), se permitan juzgar si el amor de los otros es real o de pega, si la relación de esa pareja se basa en que uno somete al otro a sus caprichos, si, en definitiva, lo que dos personas con 50 años han hecho y deciden seguir haciendo merece el respeto de los otros. ¡Qué curioso, nadie ha dicho qué o cuánto saca mi pareja de nuestra relación para que la mantenga con ganas después de 30 años! Tampoco nadie ha entrado a juzgar si ella tendría algo que ver con mis devaneos libertinos. No, es más fácil tirar por la tangente y subirse al púlpito a criticar e impartir doctrina sobre qué es el amor verdadero y quiénes son los pecadores, los pusilánimes, los falsos… ¿Sentimientos dices? Tú no tienes ni idea del peso que tienen los sentimientos y el sexo en las relaciones de los otros. Que este sea un foro de sexo tal vez me ha influido para hablar más de sexo que de sentimientos. Mea culpa. Si quieres nos seguimos poniendo gallitos y seguimos así ad infinitum, y me sigues dando admoniciones y consejos sobre mi vida sexual y amorosa desde tu superior conocimiento y preclaro entendimiento. O bien nos callamos, cosa que yo prefiero, y dejamos el escenario a gente más discreta.

    1. Pepitogrillo dice:

      Evidentemente, nadie es infalible, ni tu ni yo, por supuesto.

      ¿Que hay de malo que yo diga que tu historia no me parece coherente? Ni te he ofendido, ni he dudado de la veracidad de la historia, desde tu punto de vista, claro.

      Verás, las relaciones, todas las relaciones, tienen dos vertientes: la del que la vive y cómo la vive el otro.

      Si relees mi primer post, verás que hago alusión a este aspecto de la realidad.

      Cuando preguntaba a quien quieres engañar, me refería exactamente a TI MISMO. Estaba pensando en el autoengaño.

      Sinceramente, no veo a que viene tu disgusto porque alguien, que no conoces, cuestione la COHERENCIA de tu relato, no la veracidad, TU verdad.

      Vuelvo a recomendar se relea primero lo que se pretende responder. Y si callo, será porque no quiero crear en este foro un mal rollo, no porque tu me impongas el silencio porque estas confundiendo la discreción con el borregismo.

      1. Hombre de 50 dice:

        Ese discurso ex cátedra me parece fuera de lugar. “Verás, las relaciones, todas las relaciones, tienen dos vertientes: la del que la vive y cómo la vive el otro”. Tú has decidido (y me lo desvelas a mí con tu “Verás”) que tienen dos vertientes. Yo pienso, pero no lo decido ahora ni lo vendo como verdad, que tienen no sólo las lecturas que cada uno de los protagonistas quiera hacer (los protagonistas pueden ser más que dos, pero es que, además, las relaciones y los accidentes de las relaciones, evolucionan con el tiempo y entonces caben más lecturas incluso.

        Que dices que me engaño a mí mismo implica también que te eriges en mi psicólogo y crees haber descubierto que la realidad me pasa de largo y vivo en la inopia o en eso que tú llamas autoengaño. Más paternalismo. No todo el mundo necesita un psicólogo, aunque probablemente muchos psicólogos sí.

        Me extraña que la coherencia te parezca una condición necesaria en el mundo de los sentimientos y del sexo. No sé si el conjunto de mi relato es o no coherente, aplícale las reglas de la lógica de proposiciones y luego me lo dices. Para mí y para mi pareja nuestra historia es coherente, igual no la he contado in extenso o bien. No sé si hay que repetir que cada pareja tiene su modo de funcionar, que la coherencia es cosa del observador, no de los protagonistas.

        En cuanto a la verdad, claro que yo he contado la mía; eres tú quien ha hablado de LA verdad, no de tu verdad, y por eso tus críticas que pretenden evidenciar un supuesto “desvío” por mi parte. ¿Hay que recordarte eso de que no existe la verdad, sino mi verdad, tu verdad, su verdad…? Ya lo decían los sofistas hace 2.300 años, los de LA verdad vinieron después en particular en los púlpitos y las espadas. Y no se han ido, es obvio.

        Por último, no impongo ni el silencio ni los gritos. Y te aseguro que entre la discreción y el borreguismo hay algunas otras cosas que se pueden hacer. La tendencia a juzgar en términos binarios, en otros tiempos maniqueos, me es ajena. Te veo más familiarizado a ti.

        1. Pepitogrillo dice:

          Para no alargar lo que tu interpretas como un ataque personal, voy a insertar cuatro párrafos literales de tu confesión para justificar mi punto de vista:

          a. “Si la relación va bien, el sexo con terceros refuerza todas las sensaciones de la pareja (el sexo en primer lugar, la complicidad y EL AMOR DESPUÉS)”.

          b. “confieso que YO SOY el gran inspirador de este tipo de sexo y que mi mujer juega a ser mi cómplice aunque YO SE QUE NO ES lo que más le gusta”.

          c. “Quizá debo terminar este relato señalando que la mejor aventura, la que más me hizo perder la cabeza sexual y personalmente es la que SIGO VIVIENDO CON MI MUJER, lo cual tal vez sirva para explicar algo de todo lo anterior. Con mi pareja he alcanzado las mayores cotas de lujuria, ESPECIALMENTE CUANDO EN NUESTRO SEXO HA PARTICIPADO ALGUIEN MAS (un hombre, una mujer, una pareja).”

          d. “Transgredir en compañía de tu pareja es mucho menos complicado y seguramente igual de divertido y excitante, aunque ES DIFÍCIL QUE LA COMPAÑERA COMPARTA esos delirios o, sin compartirlos, quiera ser cómplice,”

          Con la lectura de estos parráfos, a mi me queda claro que hay unas necesidades para TI:

          *Vivir fantasías con otras personas pero cuando tu mujer te descubrió, decidísteis (?) hacerlas en compañía.
          * Tu disfrute es máximo sólo cuando participan terceras personas.

          Me pregunto si tu mujer es libre realmente de vivir una sexualidad contigo exenta de terceras personas.

          El autoengaño sirve para ajustar la realidad a nuestros deseos. Es más cómodo creer que se vive una relación ideal cuando, por otro lado, se está afirmando que continuamente se deben negociar prácticas que no gustan a la pareja.

          Desde mi dogmática y prepotente opinión, esta actitud no la veo en absoluto amorosa, sino más bien tan inmadura como tus respuestas.

          1. Hombre de 50 dice:

            ¿Por qué insistes en decir majaderías? ¿No ves que tus razonamientos son simples como un cubo y necesitas ponerte gallito para que se oigan? Es que no entiendes nada. Lo he dicho varias veces: no me ha pillado nunca mi mujer, nunca; he sido yo quien le ha dicho (después o durante mis aventuras) lo que había o estaba pasando. El sexo que hemos hecho o hacemos los dos con otra gente es fruto de un consenso y todos los consensos tienen disparidad de apasionamiento, también es así en otros asuntos de la vida en los que hacemos más lo que quiere mi mujer que lo que quiero yo, y lo hago con gusto. En ese sexo, por cierto, mi mujer es más lanzada y emprendedora que yo, y encontramos un placer inmenso en encontrarnos constantemente entre acciones con los otros participantes. El sexo entre mi mujer y yo, solitos los dos, es frecuente, intenso y placentero para los dos (¿le has preguntado a tu pareja si finge sus orgasmos? verifícalo, no sea que sí). El deseo también. El amor ha sido suficiente para haber vivido 30 años muy bien y haber vivido y superado algunas dificultades importantes, y debe serlo suficiente cuando seguimos haciendo mil cosas juntos, buscándonos a todas horas, besándonos, quieriendo hacer sexo en cuanto podemos, queriendo mil proyectos de futuro.

            ¿Qué autoridad te atribuyes para decirme a mí o cualquiera que soy inmaduro? ¿La autoridad de tus,cuántos, 40 años, frente a mis 50 o es la autoridad de tu sabiduría pontifical? ¡Qué insolencia que sólo puede sostener la estupidez y la falta de respeto!

  10. Pepitogrillo dice:

    No sé si, despues de tantos posts, se puede aportar algo nuevo.

    Esta confesión, en principio, como a algun@s, me pareció un relato erótico bastante elaborado en el que se hacía alarde de una casi ilimitada capacidad de desplegar una sexualidad carente de ataduras y de consideración a las normas que predominan en nuestra sociedad.

    Así que dudé de la veracidad del relato, pero a la vista de las respuestas de su autor, me he cuestionado mi inicial creencia ¿Por qué no puede ser verdad tal relato?

    Así que, esta historia me ha traido a la cabeza aquel dilema filosófico de si la realidad es algo ajeno al individuo o si aquella no se puede desligar de la percepción del individuo.

    Por eso me han hecho gracia algunos comentarios que mencionaron lo interesante que sería saber el punto de vista de algunas de aquellas mujeres cuyas relaciones se vieron afectadas por este hombre.

    No se si es posible opinar en este foro, cien por cien libre de prejuicios o valores. Yo, evidentemente tengo los mios, asi que con mis prejuicios y con mi experiencia, me cuesta encontrar coherente este relato.

    Como la variabilidad humana es muy amplia, es posible, evidentemente, que haya relaciones personales, emocionales y sexuales como las que ha descrito este hombre, pero me cuesta entender que tras lo expuesto en los primeros puntos, el autor concluya su relato con la siguiente perla: “Por último y para mayor confusión, sabed que mi pareja y yo nos llevamos muy bien y tenemos muy buen rollo sexual, familiar y social. Nos amamos mucho y siempre muchísimo más de lo que otras parejas parecen mostrar a nuestro alrededor.”

    Creo, que sin querer, él ha apuntado perfectamente la palabra clave: Confusión.

    ¿A quien quieres engañar?

    1. Hombre de 50 dice:

      Pues mira, querer engañar, en realidad a nadie. Sin embargo lo he conseguido. Contigo y con algún otro que ni voy a citar para no tentar a nadie a exhibir de nuevo sus dotes de predicador barato. Si engañar es producir una ilusión o una falsa impresión, hacer creer a alguien algo que no es, vosotros sois los únicos engañados por mí, por la sencilla razón de que creéis lo contrario de lo que es la verdad. No era mi intención pero se ve que mi relato os parece tan fantástico o increíble o imposible o inaceptable para ninguna pareja, no sé qué os parece pero el caso es que creéis lo que no es. Añadamos que no hay canon estándar para las parejas, sino que cada pareja construye su propia relación y a nadie más compete cuestionarla desde sus particulares creencias. Pues bien, que alguien no pueda entender esa libertad suprema de cada pareja y que, por consiguiente, considere falso o fantástico o exagerado un determinado relato, significa que hay que introducir la duda y la diversidad en el modo de razonar. Así pues, el que se considere tan listo por haber descubierto la que supone es la verdad, mejor haría en guardar discreto silencio, lo contrario es empecinarse en seguir poniéndose en evidencia. Por mucho que prediquen lo contrario. Yo también podría pensar que algunos sobreactúan para llamar la atención. Y no, considero que dicen lo que piensan. Respeto, prudencia en el juicio, apertura de mente, un poco de confianza en la gente que decide contar sus cosas. Esto es lo principal aquí, creo.

      1. Pepitogrillo dice:

        Antes de responder, creo, debieras haber entendido mi post, y por tu respuesta, veo que no.mCuando uno escribe en un foro, se expone a que otros no estén de acuerdo con lo que uno ha escrito.

        Que tú, como dices, quieras tener un sistema de vida A, B o Z, como comprenderás, a mi, me la trae al pairo. Esto es un foro de autoconocimiento, de intercambios de experiencias y opiniones y yo estoy en mi perfecto derecho a lanzar mis dudas sobre la coherencia, desde mi experiencia y conocimiento de las relaciones humanas, de tu narración.

        Mi adjetivo de perla a tu último comentario, tenía como objetivo resaltar lo pueril del mismo: Si de verdad, supieras lo que es amar, ya que el amor es inconmesurable y por tanto incomparable, no harías comparaciones con él como un quinceañero hace a sus pares diciendo: yo tengo mas amor que tú.

        Si de verdad supieras lo que es amar, o al menos lo que habitualmente se entiende por amor desde un punto de vista maduro, como tan bien lo describió Ercich Fromm, y siempre desde mi punto de vista, habrías introducido en alguna parte de tu narración los sentimientos, -aparte de la lujuria que de eso si que entiendes-, pero veo que para ti, este apartado emocional, no es relevante ni para ti, ni lo que sienten las personas que han tenido problemas en sus relaciones por su relación contigo.

        En fin, no seré yo quien te cuestione tu verdad. Ya veo que para ti, el cuestionamiento no es algo que manejes con comodidad y te dejo disfrutes de este momento de gloria.

  11. chamaco dice:

    Hombre de 50… Ciertamente tu post es ‘polémico’ por los ocontenidos, está escrito con delicadeza y con buen gusto… Hay muchas de las cosas que heces y practicas que no las comparto (no le pediré tu mail a Sylvia!… jejeje)… Pero tampoco me amilanan… Cada uno es libre de vivir su vida con la intensidad que sienta justa y compartirla con quien quiera estar a su lado… Yo me confesé ya hace tiempo y casi de la misma manera delirante que tú… pero hasta la fecha de hoy no me ha hecho falta ‘engañar’ a mi mujer para tener un sexo excelente… No lo he necesitado y sigo igual de feliz!. Si desde tu atalaya eres sincero y respetuoso con tu mujer y ella cuenta con ‘tu misma libertad’ de acción… Yo veo una confesión como muchas otras… Porque ahora me pongo a pensar en voz alta (ya me caerán encima seguro!)… Si hubiese sido una mujer quien se confesará haciendo lo mismo que tú… ¿hubiese causado tanta polémica?…

    Con el respeto por bandera se puede hacer todo, somos ADULTOS y hay cosas terribles a lo largo de la vida de las cuales ni siquiera nos percatamos, ni asustamos… Si se está de acuerdo y se disfruta ¡adelante!…

    Nada más que agregar, con estos post se puede estar de acuerdo en todo, en parte o en nada… pero polemizar y satanizar… Lo encuentro tan absurdo y aburrido!

    Felicitaciones a la ilustradora, siempre certera y atinada!

    Hasta otra a tod@s!

  12. Dulcedehiel dice:

    Excelente relato de una vida valiente. Hace tiempo, cuando hablábamos por aquí de la infidelidad (qué palabra tan desafortunada), alguien que sintoniza bien con este “hombre de 50” dejó escrito más o menos esto: todos hablamos de fidelidad pero muy pocos (en realidad, nadie) de lealtad. Los amigos son leales o no son, y así debe ser con las parejas de largo recorrido.
    Hay gente que prefiere engañarse, negar su propio deseo, vivir una vida que no es la suya…confiando en que, al menos, les quedará el recurso de decir “fui fiel toda mi vida”. ¿Fiel a qué? ¿Al miedo, al prejuicio, a la moral que te inculcaron siendo niño?
    Yo creo que este hombre es más fiel que muchos de quienes vienen aquí presumiendo de apretarse el cilicio. Al menos se es fiel a sí y leal a su pareja. También es más interesante. El rollo de la “fidelidad” entendida como exclusividad sexual o plena disposición del cuerpo y el deseo del otro/a ya lo conocemos todos: es la moral dominante, el estándar, la realidad oficial.
    Este hombre, como los restantes testimonios de esta serie, nos enseñan el forro del abrigo y nos dicen: ésta es mi vida, mira a ver si te sirve para algo mi experiencia. A mí me sirve.
    Porque aprendo que vivir es una aventura psicológica en la que cabe exponerse al dolor. Para que no nos pase lo que decía Benedetti: la sabiduría nos llega cuando no tiene uno donde caerse sabio.

    1. Hombre de 50 dice:

      Dulcedehiel: tu comentario me parece una excelente manera de concluir este post, o al menos de sintetizar las experiencias que he contado (ciertas, aunque algún preclaro espíritu se empeñe en dudar de su veracidad) y algunas enseñanzas que cabe extraer para quien se atreva a vivir -de vez en cuando- la vida real y a asumir que somos seres humanos imperfectos. Muchas gracias por creerme, por entenderlo y por compartir el modo de vivirlo.

    2. Fran dice:

      Si no eres capaz de ser leal y fiel a tu pareja, déjala. Lo contrario es egoísmo y cobardía. Creo que todos tienen derecho a disfrutar de una “exclusividad” afectiva y sexual que le diferencie del resto de personas que rodean a su pareja. De eso van las relaciones entre dos personas. De eso va el amor.

      Si no es así, llamémosle de otra manera, follamigos, amantes, o lo que mejor describa a una relación sin vínculos ni sentimientos. No me opongo a ellas, pero sí es fundamental que en cada relación se sepa donde se está y qué papel se juega. Con la verdad de cara, no habrá malentendidos y no se hará daño a nadie. Porque aquí nadie habla de eso. Del daño que se inflige al otro y las personas que entran en el juego del flirteo.

      Cualquier experiencia sirve, incluso aunque sea ficticia, para aprender o para saber lo que no hacer. Y en este caso, lo tengo muy claro.

      Saludos.

      1. Dulcedehiel dice:

        Mira Fran, lamento que para tí el sexo sea, como has dicho en otro mensaje, “ante todo tener la conciencia tranquila”.
        Y lo lamento fundamentalmente porque yo soy igual. Bueno, al menos yo soy consciente de mis prejuicios y mis deseos, y de la lucha que entre ambos se va librando.
        En cuanto a lo de que “las relaciones son así o asá”…son tus opiniones. Si te va bien con ellas, me alegro. Algunos opinamos que las relaciones son algo dinámico, algo cuyos fundamentos se pueden ir replanteando. No algo que se toma o se deja.
        Yo nunca he tenido relaciones fuera de la pareja, pero eso no me hace mejor persona: es simplemente una opción de confort, muy lícita, que me ahorra problemas pero me priva de experiencias. No implica superioridad moral.
        Respecto a lo de la infidelidad…tranquilo, al final lo superarás. Con lealtad todo se consigue.

        1. Fran dice:

          Por supuesto que las relaciones son dinámicas. En esto y en muchas cosas de la vida no se puede encorsetar nada. Ahora bien, los cambios deben ser consensuados en pareja. No vale que uno quiera tener nuevas experiencias y privar a la otra de lo mismo. La dominación queda muy bien para los juegos en la cama, pero no para la vida real. Esa es la equidad que comentaba. Y eso es lo que critico de esta confesión.

          No valen los hechos consumados donde no haya más alternativa que aceptar por evitar un mal mayor. Si una pareja no está de acuerdo con tu forma de entender el sexo y la relación, es mejor que te plantees en cambiar o en buscar una nueva. Lo que no es lícito es que estés con ella por comodidad e imponiendo tus condiciones a base de mentiras. El error que comete mucha gente es éste. Elegir mal a su pareja.

          Por último, no estoy de acuerdo con que tu lealtad sea una opción de confort. Todo lo contrario, y por supuesto, no te priva de experiencias. Por hacerlo con gente diferente no va a ser mejor el sexo. Las experiencias mejoran con la pareja. De igual manera que tú sabes lo que te gusta, tu pareja lo acabará sabiendo y no alguien que acaba de llegar de la calle.

          Saludos.

  13. Belén dice:

    Fantástico todo este confesionario. Me lo he pasado de vicio, como espectadora no se puede pedir más: bien escrito, contenido interesante y jugoso, acompañado de polémica y, mientras avanzaba, me he mordido los carrillos por dentro hasta dejármelos en carne viva. Ni me siento identificada, ni me puedo poner en tu lugar, ni imaginarme treinta años de vida conyugal, ni nada, no es raro, porque a mi sólo con oír la palabra “matrimonio” me entran mareos… Sin embargo, veo que tienes una sexualidad prolífica y variada, que ha ido enriqueciendo la relación principal, y eso me parece fundamental, lo demás son daños colaterales que se han solventado con más mayor que menor éxito, no sé a qué vienen los reproches por gente ajena a la pareja, si cuando llueve sobre mojado llega un momento en que todo te resbala. Ojalá encontrara a alguien que aceptara y me permitiera desarrollar plenamente mi sexualidad, y además la potenciara, ojalá; porque con el comentario de Nina, sobre las etapas de la comprensión sexual, me reí bastante pues no se aleja mucho de la realidad, pero pensándolo bien no es tan divertido, pues no se aleja mucho de la realidad, y ahora, hasta me quedo preocupada porque como tenga que esperar a los 50 años para encontrar alguien con “máster” voy apañada. Volviendo a ti, estupendo que nos hayas puesto los pies en la tierra sobre las relaciones en pareja, ninguna es perfecta, y las que aparentan ser perfectas menos, es como la vida, se sufre y se disfruta de forma desproporcionada, y por lo que veo tu matrimonio va bien surtido de lo segundo, así que, felicidades.

    1. Ojo vertical dice:

      Belén
      No hay que esperar a los 50. Tan sólo hay que empezar a soltar lastre cuánto antes. Si empiezas a hacerlo bien joven, joven llegarás a ello. Soltar lastres, todo tipo de lastres, incluidos los prejuicios y fobias en torno al “matrimonio”. Entre comillas, porque matrimonios, como singles, o parejas eventuales, los hay de todos los tipos y colores. La suerte entra en juego, sí. Pero si nuestra mente no está bien dispuesta (abierta y despierta) las cosas no fluirán con la misma facilidad. Y lo primero es analizar bien cuántos lastres llevamos, algunos ni siquiera los sospechamos ya que no les achacamos un carácter negativo, pero están ahí … impidiendo que volemos ….

      Suerte!!! Y ya verás como sí!!!

    2. Hombre de 50 dice:

      Gracias, Belén, por haberme acompañado en este post y por haberlo encontrado interesante. Por comentarios como el tuyo (y, en fin, de la mayoría de quienes han escrito), no me arrepiento de haberme confesado. Por cierto, no esperes a los 50, no se necesitan 50 años para nada, vale con encontrar la persona adecuada, sea a la edad que sea, con la que poder construir una relación enriquecedora para cada uno y singular para la pareja. Si puedes escribir este comentario, creo que puedes vivir esa relación.

    3. Belén dice:

      La que está agradecida soy yo. Aprovecho todo lo que aquí se escribe en beneficio propio, sois muy valientes los que lo hacéis y espero que sigáis en ello. Por otra parte, en cuanto a lo de los tramos de edad, vale que exagero un poco, pero no lo digo al tuntún. Con la edad parece que se va abriendo más la mente, suena a verdad de perogrullo, sin embargo, es sumamente difícil encontrar gente que se vaya quitando esos “lastres” a los que se refiere Ojo Vertical, porque la mayoría ni siquiera son conscientes de que los tienen, pero eso sí, están todo el día quejándose de sus relaciones. Cada vez más frecuentemente me sorprendo escuchando —no sólo en este blog, sino también en otros círculos y en mi propio entorno— barbaridades que me producen la misma sensación que visitar las Cuevas de Altamira, o la experiencia es muy parecida, y no puedo evitar pensar para mis adentros: “encima es de mi edad… yo de esta me hago zoofílica”. Así que gracias por vuestras palabras, por suerte hay de todo, la que suscribe se lo pasa bastante bien de momento y, por supuesto, no pierdo la esperanza de encontrar un roto para este descosido mental que me invade.

    4. Nina dice:

      No se aprende de la noche a la mañana, porque el tiempo y las experiencias son necesarias para crecer. Pero no hace falta esperar a ser mayor, lo que hace falta es saber elegir con quien haces la travesía… y, aún así, ¡si te equivocas siempre puedes rectificar y buscar a alguien más acorde con tu forma de ver esto!
      Cuando eliges a una persona con, vamos a decir, veinte, si sabes mirar, escuchar, fijarte… ya puedes intuir, incluso saber, lo que puedes esperar de tu pareja. Mi compañero era “abierto a la vida” desde el día 1. Siempre supe que con él podría volar tanto como quisiera… y él también lo sabía de mí. Luegon os ha pasao de todo, como al Hombre de 50, pero seguimos juntos, en lo bueno y en lo malo, porque lo que tenemos, ese rollito que tenemos, es nuestro mayor tesoro. Lo que dice Hde50 puedo firmarlo como si fuera mío: “Nos amamos mucho y siempre muchísimo más de lo que otras parejas parecen mostrar a nuestro alrededor. ¡Hay que ver lo fácil que es ver parejas frías o menguantes y lo difícil que es ver fuego en ellas!”

      Hay personas capaces de dejar volar a sus parejas aún a costa de sufrir de vez en cuando por ello. De eso se trata el amor. De vivir y dejar vivir.

      1. Belén dice:

        Lo has clavado Nina. Gracias.

  14. May dice:

    Hombre de 50 me ha encantado tu relato, no sé por qué hubo molestias con él, cada cual vive su vida a su manera sin tener a que lo juzguen, y si tu pareja, única victima en tus infidelidades, te lo ha aceptado, pues felicidades. Cuantas personas no vivimos ocultando nuestro verdadero yo, y me incluyo porque en ocasiones quisiera irme a un lugar donde nadie me conozca y me sienta libre de hacer lo que quiera y con quien qiera,,, que delicia jajaja. Maravilloso relato

    1. Hombre de 50 dice:

      Hola May, muchas gracias. Pero no creas que mi pareja me perdonó las infidelidades, me las hizo pagar bien caras, teniendo que recuperar todo lo perdido y demostrar todo lo demostrable. Confieso que lo pasamos estupendamente bien en esa reconquista, siempre. Y después procuramos aprender y mantener las cosas que descubrimos y nos gustan. Por cierto, lo dije al principio pero pasó desapercibido para algunos: nadie me pilló, yo siempre hablé y lo confesé a mi pareja y le dije: estoy hay o ha habido, vamos a ver cómo lo gestionamos porque tú y yo tenemos que seguir adelante y salir reforzados ; échame una mano, que tú y yo podemos. Más o menos.

  15. Angel dice:

    ¿Y de los pobrecitos qué……..?. Ya lo decía yo, mucho te quiero perrito pero de comer poquito.

  16. Paseante dice:

    Vaya, vaya. Se va uno por ahí a dar un garbeo y aparece este post tan jugoso. Como el post tiene mucha tela que cortar y yo aparezco por aquí cuando está todo el pescado vendido, resulta difícil decir algo interesante y original. Hombre de 50: tú y yo podríamos amenizar unas cuantas comidas, cenas y desayunos hablando sobre estas cosas. Rivalizaríamos. Luego, lo mejor que nos podría pasar es que me presentaras a tu esposa y nos montáramos un trío. Perdona el atrevimiento, lo digo con todo respeto y como miembro del mismo gremio que tú. No sé por qué pero me imagino que es una mujer sumamente interesante, tanto vestida como desnuda, ¿acierto? Ninguna otra podría haber aguantado el tipo, con lo golfillo que has sido; por otro lado, algo debes tener tan singular que ella no ha buscado o (según dices por ahí) no ha encontrado con otros y sí contigo. Por ejemplo, he visto en los doce párrafos que nos has propinado (veo que no te falta labia escrita, tal vez esto no sea ajeno a tu supervivencia en esa sucesión de golferías) y en los comentarios a las intervenciones, que has hablado de ella siempre bien, sin una crítica, nada que achacarle a ella o que explicara algunas de tus conductas. ¿Ha sido queriendo o sin querer? De entrada eso te honra, eres un caballero, de ella no dices más que cosas buenas. ¿Tal vez te sientes culpable y por eso la salvas? ¿No me digas que en tu conducta no ha influido el tipo de relación, sea afectiva, sea sexual, con tu pareja? ¿Tu búsqueda de aventuras era para compensar la paz hogareña o por algún deseo superior? No has explicado si esas aventuras han resuelto, mejorado o agravado eventuales problemas que tuvierais. ¿Y en el sexo? Algo dices: estáis en buena forma en todo, bueno es lo que bien acaba. Otra curiosidad que me ha asaltado al leer lo del sexo con otras parejas: ¿eres hetero o bi? Más cosas: ¿estás plenamente satisfecho ahora o quieres seguir probando aventuras? ¿Y cómo ves los próximos años? Confieso que son demasiadas preguntas. En realidad sólo quería decirte: ¡Bravo! ¡Me encanta todo lo que has contado y que hayas salido ileso! ¡Eres un Houdini! Un día me animaré y contaré algunas cosas similares, aunque, habiéndolas contado tú, difícilmente podré mejorar la audiencia. ¿He dicho que creo todo lo que cuentas? Quedamos pendientes de ese trío. Si quieres, que Sylvia nos ponga en contacto. Ella también estaría invitada, jaja. Gracias por un testimonio tan variado y sugerente.

    1. OjoVertical dice:

      Houdini… Houdini ….

      1. Paseante dice:

        Ojo vertical: ja, ja, ja, ja… y aplauso.

        1. Ojo vertical dice:

          Un abrazo!

          1. sylvia dice:

            ¿Vale ir solo de espectadora? Tengo razones científicas para asistir a vuestro encuentro, pero mi asistencia solo puede ser a título de investigadora, escritora, bloguera… ¡y contaría todo lo que viera! Se lo debo a mi público, que diría una artista.
            Respecto a poneros en contacto, Hombre de 50… si te interesa me escribes un email a [email protected] y te paso el email, Menudo par!

    2. Hombre de 50 dice:

      Con vosotros podría ir casi a cualquier sitio, seguro. Paseante, muchas gracias por tu comentario. Y por las preguntas que haces. Pero no voy a responder a ninguna de ellas. Largo como tú eres, conoces todas las respuestas. ¿O no? Mi respeto y simpatía.

    3. Karicaturax dice:

      Paseante,ya te echábamos de menos…
      Queremos un libro ya!!!!!

    4. Anubia dice:

      Paseante, por favor, sólo faltaría que dijese cosas malas de su mujer. Por supuesto que es un caballero.

  17. Anubia dice:

    Qué curioso! a medida que iba leyendo pensaba, pero qué buena es la literatura!. Aunque esto puede ser completamente cierto, conozco un caso en particular, en que él es liberal sexualmente y la mujer no ella “acepta” por “amor”. Felicidades hombre de 50 que disfrutas tanto de tu sexualidad, pero que siempre tuviste claro dónde estaba quién te interesaba y amabas.
    Siento mucha curiosidad… hombre de 50, aceptarías que tu mujer tuviese sus aventuras sexuales sin ti?, aunque te llevase en el pensamiento?. La libertad es maravillosa cuando ambos la practicamos.

    Mujeres del mundo libéremonos!

    1. Hombre de 50 dice:

      Anubia, la literatura es maravillosa sí, pero aquí he sido actor y escritor, doble disfrute. En cuanto a tu pregunta, algo he dicho en mi contestación al comentario de perdidaenloirreal. No siempre he pensado así, pero hace mucho que pienso de este modo: no hay diferencia entre lo que pienso de y para mí, de lo que pienso de y para mi pareja. Me refiero a libertades y a cómo debemos comportarnos en pareja. En un tiempo incité a mi pareja a tener aventuras diversas (no me hizo mucho caso, la verdad). En el fondo no sé si queremos ser únicos respecto a nuestra pareja, tal vez sea más importante ser los primeros, los primeros y los últimos. los mejores, los singulares, los especiales, los verdaderos cómplices, los copartícipes y hasta los beneficiarios de lo que el/ella haga y nos cuente y demuestre luego. Esto es difícil, no lo niego. Pero yo lo he vivido y es estupendo.

      1. Anubia dice:

        Es normal que no te hiciese caso…en todo caso tendría que ser ella la que tuviese esa curiosidad o necesidad.
        Y cuando decía lo de literatura, me refería por supuesto que escribes y describes muy bien, tienes mucho ritmo eso todavía hace más atractivo tu relato, que si bien me lo creo, dudo que fuese tan idílico. Había momentitos en los que me parecía que estaba viendo sketchs de alguna serie americana. ..

        Has tenido el valor de escribirlo. Felicidades de nuevo.

  18. Nina dice:

    A los veinte cuesta entender esta forma de pensar, a los treinta el gusanillo de lo diferente te pica, a los cuarenta empiezas a entender que esto de volar solo y/o en compañía, hacer intercambios, relacionarse con otros… de anormal no tiene nada e imagino que a los cincuenta y pasados, por fin se tiene el master

    1. OjoVertical dice:

      Jajajaja. Y tú …. ¿Ya alcanzaste tu master?

    2. Hombre de 50 dice:

      Bien dicho. Lo triste en esto del sexo es que vamos aprendiendo muy lentamente, mientras la vida pasa rápido y nos vamos haciendo tanto más sabios cuanto menos aptos vamos siendo en el “mercado” del sexo. Que la gente no espere para aprender. Por cierto y para medir cuánto sabes y cuánto has practicado, ¿en qué edad estás? (Es broma, guarda el secreto).

      1. Nina dice:

        Qué razón tienes Hombre de 50. Pero si el cuerpo de un adulto con master fuera el de un joven, este mundo sería inoperante, nadie estaría por otra labor que no fuera la lujuria.
        A Hombre y a Ojo… A las damas no se les pregunta la edad y por esa misma razón, no comentaré lo del master.

        1. Hombre de 50 dice:

          Lo de tu edad era una pregunta retórica…

        2. OjoVertical dice:

          Es que tu inteligencia denotaba que ya lo alcanzaste (el Master) … pero también podrías ser una chica prodigio, ya sabia a los 20. Touché! No queremos saber tu edad, faltaría más!!!

        3. luna dice:

          genial nina. Yo estoy ahora con las mismas dudas…lanzarse a por mas??? no siempre encuentras las personas adecuadas, siempre esta ese riesgo..

  19. Juanes dice:

    Comparto lo que dice Buceador. Ella está presente siempre.
    Yo también amo a mi mujer y hago sexo, con y sin ella, pero nunca la cambiaría por nadie. La amo por encima de todas las tentaciones posibles. En ocasiones hemos tenido problemas, porque no siempre está de acuerdo. A mi me cuesta menos aceptar que ella tenga sus líos, aunque a veces he tenido celos y miedo a perderla. Ella se ha agarrado algún cabreo y me ha montado más de una escena, pero vamos ajustando a cada momento. La madurez ayuda.
    Hombre de 50 gracias por tu confesionario.

    1. Hombre de 50 dice:

      A ti, porque así somos más los que vivimos el sexo en pareja de un modo más sincero y hasta amoroso, aunque sí, también más arriesgado.

  20. buceador dice:

    Muchas gracias hombre de 50 (XV) por tu confesionario.
    Muy valiente y natural.
    Totalmente de acuerdo en lo que dices del punto 8. Tanto mi esposa como yo practicamos sexo con otras personas y chascos aparte, ciertamente “da vidilla”.
    El sexo es otra forma de comunicación.
    Creo que la persona protagonista de este confesionario no eres tú, sino tu esposa.
    Me parecería lógico que este texto lo hayas escrito pensando en ella y quizás hasta haya colaborado en su escritura, por la lógica de esos 30 años de vida en común.
    Enhorabuena a los dos. Un abrazo para ti y un beso a tu esposa.

    1. Hombre de 50 dice:

      Agradezco tu testimonio porque tienes conocimiento de causa en el asunto del “sexo con invitados”. Muchas gracias y mucha suerte en vuestro camino. Por cierto, tu pseudónimo me sugiere que conocer y experimentar requiere “bucear” un poco en la naturaleza humana, mientras que otros se conforman con quedarse en la cómoda superficie de las cosas y, si se terecia, impartir doctrina, condenas y premios.

      1. buceador dice:

        Gracias Hombre de 50, por tu amable respuesta. Soy bastante reacio a impartir cosas como mencionas.
        Creo que es muy importante poder hablar, comunicar tranquilamente, sin mas.

  21. Atrevida dice:

    Ahora entiendo el Xq de q los hombres se confiesen tan poco!!!! Para uno q lo hace y la q le cae!!!! Triste sociedad hipócrita…….
    Leeros otra vez el punto 12!!! Creo q lo deja bien clarito: se aman!!!

    1. Hombre de 50 dice:

      Atrevida, si en realidad casi todos los comentarios son respetuosos o comprensivos, no demos más importancia a lo que no la tiene.

  22. OjoVertical dice:

    Efectivamente. La ilustración de Spookydelight es puritita Tentación. Preciosa, de verdad de la buena.

    1. Hombre de 50 dice:

      Ah sí, se me pasó. La ilustración es muy sugerente. Una sensual mujer y la palabra “tentación” en el escorzo de su cuerpo, interesante. ¿Por qué la mancha sobre la que está escrita la palabra oculta ese desfiladero lleno de sensaciones y peligros? Gracias.

  23. Hombre de 50 dice:

    Siento la necesidad de precisar algunos aspectos. A juzgar por algunos comentarios, parecería que el resumen de mis doce puntos sería algo así como que soy un picha brava que me he ido follando todo lo que se meneaba, cosa que mi pareja habría ido tragando estoicamente, y más tarde me he metido en jaleos variopintos de sexo múltiple, eso sí, con mi pareja, que igualmente tragaría y callaría. Como siempre he tratado de entender y satisfacer a las mujeres, sé que no todos mis caprichos (en sexo y en otras cosas) cuentan con su simpatía total, como tampoco yo estoy loquito por todas las cosas que a ella le gustan y que yo comparto. Pero es que una pareja es un ser vivo lleno de contradicciones, peligros y posibilidades, cosa que conviene saber y por lo que es saludable luchar. Esto es lo que yo hago, lo que mi pareja también hace, os juro que ambos estamos contentos.

    Si este foro tratara de pedos etílicos en los últimos 30 años y uno contara los 5 más destacados, probablemente nadie pensaría que se ha pasado los 30 años pedo, sino que, puntualmente, se emborrachó y en general estuvo en la vida sobrio y en sus quehaceres habituales. Nadie diría “no sé cómo te aguantó tu pareja” o “pobrecita, lo que tuvo que tragar”. Por un lado porque seguramente ella también se pilló alguna tajada por libre o algunas de las de él fueron compartidas; por otro, sobre todo, porque 30 años son muchos días, están llenos de vicisitudes, problemas, regocijos, emociones, lágrimas, etc. Y esas 5 cogorzas no son sino accidentes puntuales. En esto que yo he contado, no se ha reparado lo suficiente en que he dicho -igual no con suficiente énfasis o claridad- que mi pareja y yo hemos pasado 30 años de intensa y rica vida común y que aún hoy seguimos con energía y frescura, que es con ella con quien mejor lo he pasado y lo paso, también en el sexo. También ella conmigo, permítaseme decirlo. ¿Alguien se imagina cómo y con cuántas cosas hay que llenar 30 años de vida en pareja para que se llegue a este punto en buen estado de forma y para que se hayan podido vivir y superar problemas importantes (pero puntuales, repito, puntuales)? Por favor, pensadlo. ¿Qué tipo de relación se precisa, cómo tienen que ser los protagonistas, qué dosis de amor, de complicidad, de influjos positivos, de sexo, de estímulos, de proyectos comunes, de enmiendas a la totalidad, de méritos… son necesarios para sostener esta relación?

    Mi pareja no se caracteriza por la abnegación, la falta de criterio, de personalidad, de inteligencia, de carácter, ni por la dependencia económica, cultural o psicológica, la desgana sexual, el desinterés por ver, sentir y experimentar cosas. En esta pareja ha habido siempre tensión amorosa, sexual y de todo tipo. Todo ha habido que plantearlo varias veces y renegociarlo y ajustarlo. Y hemos peleado sin cuartel, no sólo por nuestros respectivos deseos, sino también por los de la pareja, aunque a veces hubiera que hacer logaritmos. Lo difícil es quedarse y hacer la digestión de los problemas, marcharse dando un portazo somos capaces de hacerlo todos.

    ¿Os parece mejor que la gente tire por la ventana a la esposa cuando la encuentra con el amante, o que ella le corte a él el pene cuando esté dormido, por hijo de puta, o que él saque la navaja y le haga un siete en la yugular al amante, o que le abandone y así (¡gran esfuerzo!) se resuelve el problema; es decir, os parece mejor lo que se ha hecho toda la vida, además de ocultarlo todo, fingir y discriminar a la mujer? ¿No será mejor considerar que la pareja es lugar para que cada uno pueda realizar sus deseos y también donde le leen la cartilla y le perdonan pero nunca le abandonan a su suerte? ¿No será, por tanto, mejor construir parejas adecuadas a lo que es cada uno y también la suma de los dos? Mi pareja nunca ha sido pareja abierta, sino viva; ha sufrido accidentes pero ha tenido razones y energías para superarlos. No pese al cavernícola infiel y gracias a la infinita paciencia del otro, seamos serios: gracias al esfuerzo de los dos y a la suerte, que como dice el adagio, ayuda a los audaces.

    Quien quiera entenderlo lo entenderá. Estoy seguro.

    1. OjoVertical dice:

      Como otr@s que ya escribieron he permanecido hasta ahora sin tener muy claro qué decir. Y los que me han dado motivos para para finalmente escribir son otros parroquianos que se han lanzado a opinar e interpretar toda una vida (en este caso de 30 años de pareja nada menos) a partir de una escueta pincelada de un pequeño aspecto de esta. Ya ocurrió con uno de los primeros confesionarios. Los que interpretáis con tanta facilidad y ligereza a partir de una escueta pincelada (escueta pero muy interesante) cometéis un error de profundo calado. Sin faltar al respeto (pero sin faltar tampoco a la verdad, y hablando en plata para entendernos y no dar rodeos diplomáticos innecesarios), lo que estáis haciendo es pasaros tres pueblos con vuestras interpretaciones y sentencias descriptivas del autor de la confesión o de su mujer. Y con ello sólo cabe entender que estáis intentando polemizar o tergiversar para llevar el tema hacia donde os apetece. Los motivos por los que lo hacéis sólo cada uno de vosotros personalmente podéis saberlos. Yo no voy a cometer el error de interpretar sin tener suficiente información para hacerlo. Pero os equivocáis, es mi opinión.
      Muchas gracias Hombre de 50, y muchas gracias a los que escriben desde el respeto y la comprensión de lo que es una confesión de este tipo (en ningún caso un tratado autobiográfico completo).

      1. OjoVertical dice:

        Escribo debajo de este comentario de Hombre de 50 (XV) porque su nota aclaratoria me parece perfecta. Como bien demuestra no necesita quién le defienda pues anda má que sobrado de inteligencia, sensibilidad y elocuencia.

      2. Fran dice:

        Los que “interpretamos con cierta ligereza” lo hacemos desde los datos que este señor muestra en su “confesión”. Nadie saca nada de quicio, simplemente opinamos. Creo que de esto va este tema. Si no, que Sylvia cierre los comentarios y que cada uno se haga el suyo en su mente.

        Y no, nadie se pasa cuatro pueblos. Hasta el momento sólo existe intercambio de opiniones, libres y desde las convicciones morales y sociales de cada uno, sin insultos ni amenazas. Eso sí sería pasarse de largo.

        Resulta muy fácil menospreciar comentarios por el hecho de no son condescendientes con la causa aquí expuesta y no mojarse en el asunto que realmente interesa. Si a ti te parece bien su confesión, argumenta tus razones pero no te quedes callado observando para criticar a los que “comenten el error” de opinar.

        Y sí, siento decirte que en esta vida hay que opinar de todo si no quieres verte entre dos tierras, que es donde peor se puede estar.

        1. OjoVertical dice:

          Tomo nota Fran, muchas gracias por tus dogmas

          1. Fran dice:

            De nada. Dogmas no, consejos. Y nadie te obliga a cogerlos.

    2. luna dice:

      Hombre de 50, entiendo entonces que el primer relato por puntos, al estilo concesionario, no te ha dejado expresar tu historia con más profundidad , (cuidado, creo que es muy dificil) y quizás con la intención de hacer un relato más erótico…se han quedado poco representados esos sentimientos, momentos dificiles.. tensiones, y esta nota aclaratoria me parece muy necesaria. Si además de sexo había sentimientos y otros factores, entonces te felicito, a ti y a esa pareja que habéis creado….porque creo que es muy dificil saber que ” va a pasar” cuando de repente una jefa, una compañera, una amiga…entra en tu vida…¿como sabes que realmente no va a llenarte en algún momento mas que tu mujer? ¿como sabes que un día alguien te trastoque de otra forma y no vuelvas a vera tu mujer como hasta ahora? es un riesgo continuo…como tu dices..os habéis reinventado mil veces…Desde luego mi comentario, excluye totalmente el juzgarla a ella como alguien sin criterio, sin personalidad, porque no la conocemos, ni siquiera como a ti por un pequeño relato, pero evidentemente si seguis juntos es por algo. Buceador, atrevida…, cada persona vivimos la sexualidad de manera difirente, nada es bueno y nada es malo definitivamente, si encuentras una persona que lo vive igual que tu, es perfecto…pero si leemos otros concesionarios, vemos parejas que “fantasean” con introducir a otras personas en sus practicas pero quizás, no se atrevan..como pareja…a correr esos riesgos, pero no tiene que ser menos interesante por ello, Creo que todo vale, si tienes a tu lado alguien que lo comparte. Hombre de los 50, para nada me pareces sexoadicto, como bien dices, son 30 años…,

    3. Fran dice:

      De verdad, ¿tú te crees lo que dices? ¿En tus relaciones sociales te sientes orgulloso de contar estas cosas? ¿De verdad crees que la alternativa es matar a la pareja? ¿Cortar el pene?…

    4. mvf dice:

      Yo creo que te he comprendido a la perfección, o al menos lo suficiente.

      He notado en este espacio del blog que a veces, cuando a algún comentarista le toca la fibra sensible lo que lee, revisa inconscientemente experiencias pasadas o presentes y carga duramente sin despojarse de esos prejuicios, dolores y experiencias pasadas. Me refiero no a la crítica, que debe hacerse cuando uno lo considera (no se trata de dorar la píldora), sino al ataque desproporcionado.

      Creo que a ti te ha pasado esto.

      1. Fran dice:

        No hay mejor maestro que la experiencia.

        1. Paseante dice:

          ¿La tuya o del hombre de 50 años?

          1. Fran dice:

            La mía. ¿Lo dudabas?

        2. mvf dice:

          Para uno es posible que sí, pues no tiene otra más que la suya, pero sería interesante observar la experiencia de los demás cuando se puede. Ahí también se aprende.

          1. Fran dice:

            Por supuesto, para saber lo que hay o no que hacer, y ahí entra el sentido común que nos permite discernir, algo de lo que carece mucha gente.

    5. Anubia dice:

      Hombre de 50, no había leído esta respuesta. Daría algo por conocer la versión de tu mujer. No hay ni pizca de ironía y si muchísima curiosidad realmente a mi personalmente me ayudaría a entender, y seguro que a otr@s parroquianos también. Falta una versión.

  24. luna dice:

    Estoy de acuerdo con que que el texto abarca demasiado, pero yo me quedo con alguna conclusión que he sacado, además de leer los comentarios, que no han sido muchos, no se si se debera a los dias festivos..,Una de laspregutas que me hago, es si podría ponerme en tu lugar, 50 años y 30 años con la misma persona, muchos de nosotros…este punto se nos escapa…yo tengo 34 y veo dificil, que pase tantos años con la misma persona. No se qué puede surgir en una relación tan larga y como ha evolucionado, igual el aburrimiento…en una pareja que funciona en otros ambitos pueda llegar a evolucionar asi…, confianza, ya..ni hablo..casi es como si fuera alguien de la “familia” donde siempre hay sus más y sus menos…y hay que ser “transigente”..pero complicado para relaciones nuevas.

    Otra de las cosas que he visto, al igual que otros que habéis comentado,..es que o bien hombre de 50, no lo explica bien…o más bien lo relata como un “juego” … si pusiera “hombre de 25”, también me lo creería.. porque profundiza muy poco en los sentimientos, seguro que esa jefa…que parece no haber sufrido nada y sólo dado gritos de placer…algo más sintió, vivió…. no lo juzgo, pero despues de leer este relato, creo que hay personas que son capaces de separar totalmente sexo, lujuria, experiencias,…con los “sentimientos” y no nos engañemos, al 90% eso nos cuesta mucho. Al hablar de ella, tu mujer…transmites ese sentimiento de que al final…ella lo hace..pero no convencida…esto para mi..es lo que hace que la historia..”se caiga” Quizás lo haga igual por seguirte el “rollo”…supongo que si esta relación con tu pareja fuera tan satisfactoria..seguro le hubieras dedicado unas lineas a uno de tus encuentros con ella, Parece que en ella, has encontrado la “compañera perfecta” del día a día..pero creo que hombre de 50, tu eres alguien muy interesado en el sexo… tal cual, SEXO, en todas sus expresiones, formas…, en cualquier caso y en cualquier momento.., probablemnte seas un gran amante..y desprendes esa “follabilidad” que dicen que existe…, tienes madurez y experiencia…y eso atrae…a todos nos interesa el sexo, nos gusta..y queremos vivirlo y experimentar unos más otros menos.. Pero es aqui donde puedo aportar…a este relato, mi experiencia, he estado con alguien parecido a ti…y lo he reconocido rapidamente. Igual que hay gente que le encanta el cine….el futbol.,lo vive y lo disfruta con esa realidad, asi disfrutas tu del sexo. A veces juega el madrid y el barsa…a veces..el madrid y el atletic…el caso es jugar..echar un partido…, una pachanga…, un partido con los del trabajo…Te gusta el sexo y has encontrado el filón..para no dejar de practicarlo…en una mujer que lo acepta. A parte de esto…para mi existen otras cosas…como esa pareja…que intenta superar un problema, como comenta al principio MRG, para mi es pura sensualidad lo que escribe y tambien puro sexo…., cuando lo superen….y mientras tanto tambien, es sexo, y también del bueno…o acaso existe alguien que catalogue que sexo es bueno o que sexo es malo y sus diferentes niveles??? no todos nacemos desprendiendo follabilidad..y convertimos en multiorgasmicos al otro solo con mirarlo…pero quererlo, pensarlo, sentirlo…también es sexo…, no solo follar salvajemente en el ascensor…y contar otra más para la lista….Entiendo tu forma de sentirlo hombre de los 50, y probablemente sigas avanzando en el camino de ese listado de experiencias que parecen ser la panacea..trios, intercambios….., me parece genial…probablemente yo tambien.., pero creo que te estás dejando por el camino..otro “sexo” .

    1. Hombre de 50 dice:

      Luna, seguro que no lo he explicado bien porque si bien siempre trato de satisfacer y que se sienta bien mi pareja sexual, antes, durante y después del sexo, lo cierto es que casi nunca las relaciones que cuento estuvieron basadas en el sexo sino en otras cosas. Por tanto, sí, había muchos sentimientos y muchas partículas en suspensión en el ambiente. El sexo es cosa fácil en comparación. Si he dado sensación de ligereza y sexoadición, ha sido por mi torpeza lingüística, no porque sea un picaflor de tres al cuarto. Gracias por tus tirones de orejas.

  25. Uol Free dice:

    Hombre de 50, está claro que aprovechas las oportunidades y te lo pasas bien.

    Pero cada vez que te pillan con las manos en la masa, tienes que “reconstruir” la relación con tu mujer. Dices:”mi mujer juega a ser mi cómplice aunque yo sé que no es lo que más le gusta”. En plata: está jodida y se mantine a tu lado por todas esas cosas que dices que le das (¿seguridad, costumbre?)

    Os montáis un intercambio de parejas sin avisar y dices: ” Después de aquel día los hombres pensamos que habíamos descubierto El dorado, mientras que para nuestras mujeres aquello no fue más que una sorpresa y una noche especial.”
    Mira, no sé cómo se dio el caso, pero tal como lo cuentas, parece que las pobres tuvieron que aceptar vuestra decisión, parece que no tienen ni voz ni voto.

    No es por nada, hombre de 50, pero o te explicas mal, o dejas a tu mujer a la altura del betún. No me parece en nada una relación liberal, sino una mujer que lleva 30 años con un hombre al que se ha acostumbrado que le ponga los cuernos, y si no quiere perderlo (como has dicho a punto estuvo en dos ocasiones) tiene que plegarse a tus deseos.

    En fin… habría que conocer la versión de ella.
    Saludos!!

    1. Hombre de 50 dice:

      Me explico mal porque no te he permitido entender nada, ni siquiera he propiciado que tu imaginación se acercara un poco más a la realidad. En el sexo y en el amor los prejuicios no hacen más que estorbar. Simplificar es otro prejuicio. Esto de los hombres picha-brava y las mujeres sojuzgadas no pega en el siglo XXI. Hay que hacer el esfuerzo de encontrar otras explicaciones que enriquezcan el debate.

    2. luna dice:

      Estoy de acuerdo en que lo ideal seria conocer la versión de ella, en esta historia mas que en ninguna…

    3. Fran dice:

      Sí. Me muero por saber la versión de ella.

      1. Hombre de 50 dice:

        Si crees el relato por las cosas que cuenta, deberías creerlo por las cosas que el relato cuenta acerca de lo que ella (mi pareja) hace, vive y quiere. Con 50 de edad, más de 30 de relación, independencia económica, psicológica y social, libertades establecidas, asumidas y ejercidas por ambos (incluso en el ámbito sexual) y, sobre todo, la libertad de que cada pareja decida cómo quiere vivir su vida y su sexualidad, y que a nadie más compete decir qué está bien y qué mal, deberías abstenerte de calificativos, condenas y perdones, que son más propias de ayatollás, maniqueos, predicadores y adolescentes, que de un foro sobre la sexualidad de personas concretas, adultas, maduras, libres, dueñas de sus cuerpos y de sus deseos. Quienes practican el SM y quieren ser dominados y ser sometidos a ciertas prácticas, no necesitan ningún héroe que les salve, se conforman con que les dejen ser lo que quieren. La ignorancia y el dogma van siempre juntos. Y por último, un comentario de mi pareja que he dulcificado para poder escribir aquí: No cambiaría nada de lo ocurrido si ello alterara el resultado final y los tiempos vividos. Escrito lo cual, si quieres te declaro ganador de nuestro debate dialéctico y hasta poseedor de la razón (la crítica, la práctica y hasta la pura), porque estas disquisiciones contigo son todo un derroche en estos tiempos de crisis.

        1. Fran dice:

          Mira, a mí ganar o perder en este debate dialéctico no me quita el sueño, máxime cuando se trata de fantasías. Has querido provocar. Enhorabuena, lo has conseguido. Lo de tirarte a tu jefa te ha quedado muy ‘Desigual’. Ya ves que no eres el único. Ellas también piensan así.

          En general, tampoco me asombra que sea uno de los pocos “polemistas” (he leído por ahí), que haya en este hilo, porque simplemente ya me hago a la tendencia de lo cool que queda ir presumiendo de la infidelidad. Ahora bien, banalizar la fidelidad de la pareja me parece, cuanto menos, una temeridad. No sólo porque en todas las relaciones entre personas deber primar la equidad. Sí, la equidad, (en algún comentario he leído que no es necesaria); y también la sinceridad. Porque cada uno es dueño de sus actos, pero sus acciones tienen consecuencias sobre las vidas de las demás personas, las cuales no nos pertenecen. Y es ahí, amigo, donde creo que cometes el error aunque no te des cuenta. Porque en tu “idílica” relación matrimonial has dispuesto como te ha convenido sin importante si hacías o no daño a otras personas, a esa jefa, a esa jovencita. No voy a hablar de tu mujer, la cual afirmas que te apoya, pero sí deberías pensar que tal vez no todo el mundo piensa como tú y se merecen, como poco, el respeto a que sean tratadas como personas.

          Hablas de libertad sexual frente a los dogmas de los predicadores, calificativo con el cual no me siento identificado, y menos aún de ayatolá. Bien, sé libre. No tengo nada que objetar. Pero sé libre sin menoscabar la libertad de los demás desde la mentira. Si hay sinceridad, respeto y consentimiento, haz con tu vida sexual y con las personas que en ella participan lo que más te plazca. De verdad, de eso se trata, de disfrutar, pero todos a la vez.

          Te has exhibido a lo grande con un relato que pongo en tela de juicio, y por tanto, deberías ser consciente que cuando lo hiciste, además de tener a los que te ríen la gracia, tendrías a los que no les mola tanto. Ya sabes, no se puede hacer muchos amigos sin tener algún enemigo. Eso no es malo. Tal vez te permitan ver otro punto de vista que no habías tenido en cuenta.

          Un saludo.

          1. Atrevida dice:

            Fran…..creo q eres demasiado cruel, sobre todo en cuestionar la veracidad del confesor…no m parece nada justo!! De hecho m duele.
            Dudo mucho q seas una persona sexualmente satisfecha.
            Creo q t corroe la envidia.
            Y lo peor, es q no t das cuenta.

          2. Fran dice:

            Atrevida. Siento que te duela mi incredulidad pero, de verdad, lo de tirarse a la jefa bisexual… En fin. Sentido común por favor, porque suena a fantasía.

            En cuanto a mi vida sexual, no te preocupes, ando muy satisfecho, y ante todo con la conciencia muy tranquila.

            Así que no. No me corroe la envida de una patraña como ésta. Ni tampoco me gustaría ser el protagonista de una historia en la que sólo importa sacar provecho de la gente sin importar sus consecuencias.

            Y por último, vivir en pareja y ser fiel, ¡MOLA!

          3. mvf dice:

            Yo tampoco comprendo que al margen de que dices cosas interesantes y que reflejan unas convicciones fuertes, seas tan duro con este Hombre de 50. Sinceramente, igual preferiría tener un compañero con tus ideas acerca de las relaciones de pareja, pero creo que la sinceridad y honestidad con que Hombre de 50 nos cuenta su historia y la fortaleza con la que se han enfrentado (él y su mujer) a todos los problemas que han tenido a lo largo de estos años me dicen cosas más atractivas que lo tuyo.

          4. Fran dice:

            Atrevida, no te equivoques, la fortaleza no es suya por contar esta “confesión” difícil de creer, sino de ella por tener la entereza de soportar y perdonar en caso de ser real.

            Saludos.

          5. Hombre de 50 dice:

            Voy a ser breve: tu atrevimiento parece minimizar tu ignorancia si no fuera porque tu falta de respeto y tacto la subrayan.

  26. Atrevida dice:

    Hombre casado de 50…..muchísimas gracias!!! Echaba de menos una confesión como la tuya, ojalá se animasen más hombres a confesarse!!
    Valoro muchísimo la sinceridad en un hombre…..es algo q m da seguridad!!
    A mi exmarido le decía q si en algún momento tenía deseos de estar con otra mujer q m lo dijese y podríamos hacerlo juntos……pero prefirió hacerlo a escondidas.

    1. Hombre de 50 dice:

      Bendita seas, Atrevida. Gracias. Créeme que mi relato es sincero. Y aunque largo, he simplificado y resumido. Sylvia también ha sacado un poquito las tijeras, no mucho. Si les digo a los escépticos antes respondidos que la lista de mis pecadillos es más larga, me mandan un virus directamente. Atrevida: siempre he intentado ser sincero y buen amigo o buen amante, a veces lo he conseguido, no siempre. Y en ello sigo, ahora menos viajero y explorador pero siempre entregado y audaz. Gracias por tu confianza.

      1. Atrevida dice:

        De nada……hombre de 50

  27. Fran dice:

    Empiezo a pensar que hay mucha fantasía reprimida en algunas confesiones como ésta. Simplemente, no me lo creo como no me creo otras historias de literatura erótica que no tienen que ver nada con la realidad ni con los sentimientos de las personas. Se está frivolizando últimamente mucho con la infidelidad, como reto a desinhibirse de una sexualidad rutinaria y creo que no se está siendo consciente con las terribles consecuencias sentimentales que acarrean dichos actos, y más cuando hay hijos de por medio.

    A ver, casado de cincuenta años. Dudo hasta que lo seas. He conocido a hombres como tú que no sueltan a su mujer porque viven una vida cómoda y egoísta a costa del sufrimiento de ella. ¡Oh sí! Ellas disfrutan divinamente cuando se enteran de cada cornamenta. También sé de otros que se cornean mutuamente sin renunciar a la pareja por convicciones sociales. Y bien, ¿sabes como han acabado? En divorcio. Porque eso no hay orgullo ni amor que lo aguante por mucha mente abierta que se tenga. Aunque sean swinger. Porque ante todo está el respeto y la sinceridad. Jugar con las mismas reglas y tú juegas con las tuyas. En fin, que no me creo tu rollito de dandy que seduce a jovencitas y jefecitas mientras tu mujer aplaude tus fechorías.

    Saludos.

    1. Uol Free dice:

      De acuerdo contigo, Fran!!!

      1. Hombre de 50 dice:

        ¡Qué poca credibilidad tengo! ¡Qué fracaso! Con lo bien y mal que me lo pasé mientras ocurrían estas cosas, ahora resulta que os huelen a literatura barata. ¡Que el Señor te conserve la vista!

        1. Soy alguien dice:

          Hombre de 50 no sé para qué te molestas en contestar ciertos comentarios, pero te honra.
          He estado hablando de todo esto con mi esposo y compañero de aventuras, aventuras que nunca podré contar aquí porque me van a llamar fantasma al cuadrado y reprimida de pacotilla como poco. Esta mañana nada más leer tu confesionario me ha dicho: se lo van a comer vivo. Y qué razón tenía en la reacción, pero esta claro que a ti no te come nadie.

          1. Hombre de 50 dice:

            Hola, Soy alguien. Bonito gesto de solidaridad que te agradezco. También a tu esposo y compañero de aventuras. A ambos os deseo que podáis inventarlas y vivirlas juntos durante muchos años. Por cierto, adivino picantes historias por ahí. Cuéntanoslas, seguro que nos pones los dientes largos.

        2. Fran dice:

          La vista la conservo muy bien, y el sentido común, mucho mejor.

    2. Hombre de 50 dice:

      Fran, no sé cuáles son tus destrezas y saberes en la vida o en el mundo sexual pero como hermeneuta te auguro un futuro muy negro. No has dado ni una. Aunque no te voy a convencer, claro. Me vas a hacer creer que he vivido una vida fantástica, cuando a mí me ha parecido sumamente real. También a mi mujer, no lo dudes. Por último, fantástico es que pienses que yo me creo un dandy que ha ido seduciendo jovencitas y jefecitas, todo ello con el aplauso de mi mujer. De verdad, no es que mi relato sea muy interesante pero léelo una vez más atendiendo a lo que digo, no a tus prejuicios. Hecho lo cual, seguirás siendo libre de equivocarte, faltaría más.

      1. Fran dice:

        ¿Prejuicios? Ninguno. Sólo pido equidad en las relaciones y me dan igual cómo sean y con quien sean. Ahora bien, lo que tu describes aquí es una relación de sumisión por parte de tu mujer a tus caprichos sexuales. Me gustaría saber cuántas veces tu mujer se ha liado con su jefe o con ese yogurcito que se cruzó alguna vez. En toda relación existen unas reglas y me da que tú has impuesto las tuyas sin tener en consideración a tu pareja. Dicho sea de camino, tiene el cielo ganado contigo.

        1. mvf dice:

          Me parece sorprendente que pidas equidad en las relaciones incluso para los demás. Este hombre de 50 está confesando aspectos de su vida. SU vida. Podemos compartir o no sus experiencias, pero juzgarle con tan poco tacto me parece como mínimo fruto del rencor. Te ensañas, me da la impresión, y este hombre solo cuenta su experiencia. Que poca empatía manifestamos y que pocas ganas de intentar comprender.

          1. Fran dice:

            Sí. Hay que pedir la equidad. Este hombre cuenta su vida. Correcto. Y la expone aquí para que los demás la comenten. Si no quiere ser “juzgado” que no se exhiba.

            ¿Me ensaño? A eso se le llama no dorarle la píldora. No. No se trata de empatía. Se trata de hacerle ver que no es más guay por hacer lo que hace y me da igual quedar como un mojigato, pero creo que ante todo, deber de haber respeto y sinceridad en todas las relaciones. Lo único que le critico, aparte de que todo esto me parece pura fantasía, es que no sea así con su mujer.

  28. Karicaturax dice:

    Pues a mi me pasa un poco como a Dora…que tengo un montón de opiniones y no sé como expresarlas.
    En principio decir que me fueron infiel hasta la saciedad y nunca lo reconoció,y duele,ya lo creo que duele.Pero al final consientes hasta que muere la relación por falta de sinceridad y comunicación sobre todo…y eso que no follaba nada bien.
    Después tuve otra pareja a la cual no se lo hubiera consentido nunca.Murió la relación igualmente por otros motivos ,aunque nos llevábamos genial en la cama.
    He sido y soy la otra parte con varios hombres casados y solo hay sexo,lujuria y pasión.No permito que florezcan sentimientos por parte de los dos.Está clarísimo desde el principio.
    Paralélamente he conocido a un chico liberal y me he adentrado en ese mundo,en ese intercambio de parejas y sexualidad diferente.He de decir que me tiene enganchada y estoy disfrutando mucho.
    No sé si sería una práctica habitual en mi sexualidad,si este chico,o cualquier otro,fuera mi pareja.
    Sigo queriendo decir mil cosas pero no sé como…….

    Gracias por tu sinceridad hombre casado,para mí eso es muuuuuy importante.

    1. Hombre de 50 dice:

      Leyendo tu comentario y algún otro más arriba, parece que queda la impresión de que todo esto es muy complejo y cuesta posicionarse. Pues sí, yo mismo lo siento así como lector y del mismo modo lo sentí al vivirlo. Así nos alejamos de los dogmas y de los maniqueísmos, respetamos todas las opciones en cuestiones que son privadas y, al hacerlo lejanamente las compartimos. Creo que todos salimos ganando. Y yo me libro de que me pongáis a caldo por mi atrevimiento.

  29. Dora dice:

    He de decir que, más que nunca, deseo leer los comentarios que se avecinan.

  30. Dora dice:

    La verdad es que, por primera vez después de leer varios confesionarios, no sé muy bien qué comentar. me gustaría decir algo, y algo me ronda por la cabeza… pero no logro saber qué es. Respeto la situación, faltaría más, y sobre todo teniendo en cuenta que la mujer conoce esta situación. El intercambio de parejas o las relaciones abiertas me parecen perfectas, pero la infidelidad arraigada me parece peligrosa. Peligrosa por el dolor que ocasiona, y lo sé bien. Me da miedo, y aquí hablo por mí, pensar que en ocasiones es imposible controlar el deseo de sexo fuera de una relación… cada día lo vemos más, y yo me pregunto si es porque no queremos evitar la tentación o, directamente, porque no podemos hacerlo (que es más grave).

    Eso sí, absolutamente cualquier cosa decidida por ambos miembros de una pareja me parece maravillosa y digna de admiración y respeto.

    1. Hombre de 50 dice:

      Gracias, Dora, por intentar comprenderme. La verdad es que todo es complejo y ambiguo, bien se trate del sexo más o menos abierto, del intercambio de parejas, de las infidelidades. En realidad, tarde o temprano también es complejo, ambiguo y problemático el sexo de cualquier pareja. Esta es -o me parece- la realidad, lo que hay que aprender a tratar. Salvo accidentes, malamente encontraremos solución si no identificamos previamente el problema. Seguro que tú, como yo, vas capeando el temporal como buenamente puedes y todo ello te hace más humana y más interesante en todos los sentidos.

  31. perdidaenloirreal dice:

    Hola,
    este texto desde luego toca muchos temas, desde la infidelidad, la pareja abierta, el deseo femenino, y los problemas para alcanzar orgasmos, la religión, la frustración de no satisfacer a la pareja y lo glorioso del sexo sin tabús… en definitiva muchos temas de los que podríamos discutir largo tiempo.
    No voy a entrar a juzgar, ni mucho menos, sino te daoy las gracias por haber entrelazado esta multitud de temas en una breve historia, me ha gustado leerte.
    Pero, y repito sin juzgar, me surge una duda, la planteo y si la respondes bien y sino también, cada uno cuenta lo que quiere, hablas de tríos, intercambios de parejas… la posibilidad de que tu mujer estuviera con otro hombre sin tu participación, por ejemplo con un compañero de trabajo de ella, y te lo contara después, como has hecho tu en alguna ocasión según comentas, que te parecería?
    Besos y caricias

    1. Hombre de 50 dice:

      Gracias por tu comprensión y calidez. Respondo a tu pregunta: sucedió, mi mujer lo hizo, sí, en algún caso yo mismo lo propicié, en algún otro lo hizo por sus propios méritos. En ambos actué conforme a mi visión de las relaciones y del sexo, que era obviamente la misma para ella y para mí. Lo contrario habría sido indigno de alguien que se respete y respete.

  32. Soy alguien dice:

    Hombre casado, ya viste la primera reacción. Vas a levantar ampollas. No obstante, aunque a muchas les va a sentar como patada en el culo por tu liberalidad y porque tu mujer no parece estar muy de acuerdo con esa segunda vida, me ha gustado mucho tu relato por tu sinceridad y porque confiesas ese debate interno entre lo correcto y lo que necesito. Voy a reflexionar antes de comentar, porque comparto muchas de tus vivencias, dado que practico sexo con otros que no son mi pareja, con y sin el, y creo en las relaciones abiertas…. Hoy -acueducto vacacional- desayuno manzanilla e intento reflexionar sobre lo que te he escrito para volver luego……. si algunas de tus escenasde oficina me lo permiten.

    1. MGR dice:

      Te equivocas al interpretar mi comentario. Ni el texto de Hombre Casado me levanta ampollas ni me sienta como patada en el culo la liberalidad de nadie. Cada cual es muy libre de vivir su sexualidad como mejor le parezca; y aunque hay muchas cosas que no me gustan de lo que ha contado Hombre Casado, no voy a comentarlas igual que no lo he hecho en otros confesionarios, porque no creo que quien viene aquí a contar sus experiencias lo haga para ser juzgado, más bien todo lo contrario.
      Lo que sí he sentido es la necesidad de romper una lanza en favor de quienes escogen ser fieles a su pareja y vivir la sexualidad solamente dentro de ella; y muy especialmente cuando hay problemas sexuales. Porque yo llevo mucho tiempo con problemas muy serios respecto al sexo, y creo que no merezco que eso me convierta en un kleenex sexual al que se puede tirar a la basura y buscarme otro porque no me sirve. Aquí se aplaude mucho a quien busca el sexo satisfactorio fuera de su pareja cuando esta no se lo da, y yo lo único que he hecho ha sido aplaudirnos a mi pareja y a mí por emprender juntos un camino hacia la superación de mis problemas y por lo tanto de los problemas de los dos. Y aplaudir por extensión a todos los que han escogido la misma opción.
      Así que te agradecería que no saques de mi comentario interpretaciones que no corresponden. Lo único que he hecho ha sido pedir respeto para unos y para otros, porque llevo tiempo viendo la balanza bastante desequilibrada en los confesionarios y en los comentarios.

      1. Soy alguien dice:

        Siento haberte molestado tanto, pero me reafirmo en lo de levantar ampollas… va por tu post, pero no sólo por tu post sino por.
        Levantar ampollas significa según la RAE causar notable disgusto o desasosiego.

        1. Soy alguien dice:

          He picado sin querer antes de acabar. Va por ti y por otros que escribirán, también yo, y no escribirán. Este confesionario no dejara a nadie indiferente porque es muy auténtico y lo que dice no es fácil de digerir. Todo el mundo tiene derecho a vivir su vida y ojalá nadie sufriera.
          Espero que vuelvas a ser feliz con tu pareja.
          No creo que quienes intentemos ser más liberales seamos mejores o más guays….
          Intento vivir con libertad mi vida sexual pero he sufrido y sufriré por contradicciones parecidas a las que cuenta este señor.
          No creo que su intención haya sido ofenderte a tí ni a nadie.

          1. Hombre de 50 dice:

            Gracias, Soy-alguien, puedes estar seguro de esto. También espero no haber dado una impresión demasiado sesgada. Cuento cómo han sido o son las cosas para mí, no hay ningún catecismo subyacente.

          2. MGR dice:

            Claro que su intención no era ofenderme, para nada. Y tampoco lo ha hecho. Como dije en mi primer comentario, solamente pretendía romper una punta de lanza en favor de otras formas de vivir el sexo en pareja y superar los problemas. Tampoco me ha molestado tu comentario, y creo que todos tendríamos la mente más abierta y seríamos menos dados a interpretaciones erróneas (yo la primera) si no vamos con el “La que va a caer” por delante. Demasiado a menudo asumimos que los demás son menos tolerantes de lo que realmente son, como me ha pasado a mí con hombre de 50.

  33. MGR dice:

    “Todos esos que hablan de celos, de problemas conyugales, etc., no saben de qué va esto.”

    Lo siento, pero aunque agradezco tu testimonio como el de todos los demás que se han atrevido a darlo, no me gusta nada este tono condescendiente. En esta página es cierto que la infidelidad se trata de una manera muy permisiva, pero los que elegimos limitar el sexo a nuestra pareja no somos pobrecitas almas descarriadas pendientes de la salvación sexual. Quienes elegimos solventar los problemas sexuales con nuestra pareja y en la intimidad de nuestro dormitorio, en lugar de fuera de él, también nos merecemos un respeto. Respeto, no compasión. También disfrutamos del sexo, también avivamos la llama, sin necesidad de recurrir a otros.
    Por mi causa hemos tenido muchas dificultades en la cama que estamos solventando juntos. Sólo nosotros. Y eso me parece que merece un aplauso, no un “pobrecitos que no sabéis lo que os estáis perdiendo”.

    1. Dora dice:

      Apunto una cosa cierta. En los intercambios de parejas no siempre funciona así. No siempre es maravilloso y está libre de sentimientos encontrados. Y veo un problema el pensar que por norma general va a ser así. Los celos están ahí, pueden surgir o no. Pero es bastante frecuente que aflore un instinto de posesión casi natural. Lo ideal es poder hablar sinceramente con tu pareja después y comentar cómo ha ido y qué se ha sentido. Si se pueden superar las inseguridades ¡maravilloso! pero no siempre se puede.

      En esto del sexo no hay verdades absolutas, no hay buenos y malos. Hay opciones. Y cada uno elige su color.

    2. Hombre de 50 dice:

      MGR: No hay condescendencia en ese párrafo. En él no me refiero a infidelidades sino al sexo que la pareja se monta con otra u otras personas, es decir, algo vivido conjuntamente por los dos. La intención es desdramatizarlo y criticar los tópicos de una visión conservadora de este sexo peculiar. Tampoco digo que no haya inconvenientes o riesgos, aunque no los detallo. Lo de las infidelidades es distinto pero no me parece que mi relato indique que me lo tomara a la ligera. Pero se ha discutido de la infidelidad en otros post. Yo no estoy ni a favor ni en contra, como tampoco estoy contra o a favor del mar. Está ahí desde siempre y más vale aprender a navegar que ignorarlo, negarlo o pensar que no va con nosotros. Tu situación y tus desvelos por resolverla me merecen todo el respeto y mi aplauso. No hay contradicción con mi forma de pensar.

      1. MGR dice:

        Gracias por tu respuesta, hombre de 50, debí entender o interpretar mal tus palabras.

Deja un comentario

Los campos obligatorios están marcados con