El Confesionario LII
1. Soy una mujer heterosexual de 45 años, casada por segunda vez con un hombre guapísimo al que adoro.
2. He tenido muchas parejas sexuales, y cuando digo muchas, son muchas. Novios, encuentros casuales, más largos pero sin compromiso, he llegado a alternar tres “amistades” con intimidad en el tiempo, con frecuentes encuentros.
3. He tenido sexo con mujeres y la idea me resultaba siempre excitante, pero llegado el momento me quedó una especie de vacío, había como una energía distinta que con los hombres que me impedía disfrutar al máximo.
4. Mi primera vez fue a los 16 años: un desastre. Pero recuerdo vivamente cómo llegamos allí, lo mucho que me excitaban sus caricias y sus dedos acariciando mi clítoris. Me masturbaba constantemente pensando en ese novio. La inexperiencia hizo que el acto no fuese bueno y no ocurrió más que una vez.
5. A los 18, tuve la suerte de cruzarme con un hombre mayor que yo, de 30 años. Creo que supo leer que era alguien que se abriría al morbo del sexo. El me hizo mi primer sexo oral, a él se lo hice la primera vez, nos masturbamos el uno al otro, cada uno a sí mismo mientras nos observábamos y tuve mi primer orgasmo y muchos siguientes. Era un hombre atento y cariñoso, aunque la nuestra no era una relación de amor. Ya con él tuve la conciencia de que amor y sexo eran cosas muy diferentes.
6. Luego, conocí a mi primer marido. Me casé muy joven, a los 21 años y él fue el tercer hombre con el que tenía sexo. Era muy abierto y me enseñó a gritar cuando disfrutaba, a expresar lo que quería, a pedir más, a guiar a mi pareja. Pero también aprendí con él que cuando estás así de compenetrado quieres complacer.
7. Juntos probamos sexo en lugares públicos, tríos, swinger, sexo anal (para los dos), juguetes. Pero la cosa se nos fue de las manos, porque comenzamos a ver a nuestros compañeros de juego por nuestra cuenta y eso mermo la confianza en el otro, sin solución.
8. Después del divorcio, comenzaron los que yo llamo mis años locos. No tenía problemas económicos, tenía un gran trabajo que amaba y me permitía viajar mucho y una visión del sexo absolutamente clara y desenfadada. De mi primer marido aprendí que NUNCA fingiría un orgasmo, no pasa nada si no se llega, se disfruta de tooooodo el sexo, hasta de la planificación del sexo. Estuve con hombres maravillosos que sé que se volvían locos con mi manera de disfrutar.
9. A algunos los recuerdo con mucho cariño, un compañero de trabajo casado que me comía con desesperación (allí abajo) y estaba siempre hambriento y deseando más, en mi casa, en el despacho, en el cine. Otro, que me enseñó a disfrutar del lenguaje muy guarro, le decía que no me hablase así, pero me calentaba un montón cuando decía “putita mía, te voy a romper el coño” y lo sabía. Otro, era un jefazo, unos 25 años mayor que yo, que me follaba en el suelo de su oficina, sobre su escritorio. Paro, porque podría seguir ad infinitum.
10. Según pasó el tiempo, comencé a emparanoiarme con la idea de que me haría mayor sola y sentí que quería un compañero y no solo un amante. Conocí a mi actual marido, él es muy opuesto a mí, es bastante conservador y decididamente tiene más cabeza que yo, pero nos entendemos bien y en la cama se deja llevar por mí y sé que yo fui a sus casi 50 años un descubrimiento en su sexualidad que no tuvo antes. Yo le digo en broma (pero es en serio) que es un amante que me he hecho a medida.
11. Vivimos juntos tres años de “luna de miel”, luego nos casamos y aunque el sexo ya no es tan frecuente (tenemos dos hijos) sigue siendo muy bueno.
12. Hasta hace dos años le fui fiel, pero una noche celebrando algo del trabajo con compañeros, un desconocido comenzó un juego de seducción y me dejé llevar. En un momento de la noche intercambiamos móviles y hacia las 2, me despedí de mis compañeros, cogí un taxi y me presenté en su casa. Comencé con el discurso: “Estoy casada, no quiero problemas, es solo una noche”. Él dijo: “Lo que tú quieras, yo no exigiré nada, pídemelo”. Me quité el vestido, las bragas, me senté en su sofá con las piernas abiertas y dije: “Cómeme el coño”
13. A mis 43, comencé a descubrir cosas nuevas en el sexo. Con el desconocido (no me avergüenza decir que no sé su nombre), me asombré de mi propio desparpajo. Él se lanzó ávido sobre mí sexo al oír mi petición y goce como si no hubiera mañana, porque ya sabía que no lo habría. En un momento hicimos un 69 (yo arriba) y mientras me comía y yo a él, comenzó a penetrarme con sus dedos. Yo comencé a gemir, jadear, estaba a tope, con lo que hacía y con la situación. Él era más agresivo con sus dedos y yo pedía más hasta que me corrí dando gritos. Entonces me pasó algo que nunca antes, comenzaron a correr chorros de líquido de mi vagina, dije “me hice pis, qué vergüenza”, y él dijo “no, cariño, has tenido un orgasmo de antología”. Me fui a casa con el cuerpo dolorido, pero muy satisfecha. Nunca lo volví a ver.
14. Ha ocurrido de nuevo, con otros dos hombres. He descubierto que esas relaciones puntuales me excitan, me desinhiben, no quiero rollos amorosos, porque me gusta mi matrimonio y no quiero problemas. Tampoco siento culpa, ni arrepentimiento, tomo precauciones y me cuido. Mi única preocupación es causar dolor a mi marido o a mis hijos. Pero también siento que necesito disfrutar y esos encuentros casuales que me proporcionan situaciones excitantes y me he vuelto a sentir deseable y bella. Incluso, mis relaciones sexuales en casa han mejorado porque han aumentado mis apetencias.
15. Creo que soy naturalmente poliamorosa, pero no es fácil que el compañero de vida acepte esto, estamos demasiado condicionados sexualmente y un compañero de vida no es solo sexo.
La autora del confesionario es quien se identifica como La mujer del sofá en los comentarios.
Si te ha gustado leer esta historia real, ¿por qué no te animas a contarnos anónimamente la tuya? Además, tiene premio. Quienes ya han compartido su confe explican que les resultó una experiencia muy enriquecedora y, en ocasiones, hasta excitante. Pero hay algo más (la razón de ser de El Confesionario): mi propósito es que creemos, entre todos, un archivo de historias REALES que hagan frente a toda esa sexualidad pornográfica, malabarista, de grandes titualres y, sobre todo, muy falsa, que nos rodea y que, muchas veces, nos hace creer que lo nuestro no es lo adecuado. Necesitamos un archivo así; algo que nos ayude a normalizar la sexualidad, a derrumbar falsas creencias, a descubrir y aprender… Si te animas, escribe a [email protected] aquello que quieras compartir. A cambio te mandaré uno de mis libros dedicado personalmente o la ilustración que salga publicada, o que tu decidas.
Si necesitas más información sobre cómo funciona esta sección, entra en “¿Quieres compartir tu historia sexual?”. También puedes plantearme tus dudas en el email de la sección.
En la pestaña El Confesionario, encontrarás las entregas anteriores.
Me ha gustado mucho éste articulo/confesión Silvia de Béjar, te felicito por la finalidad de la sección. En cuanto a las críticas, estoy convencida de lo que muchas han querido manifestar y la rabia ha inundado sus textos es que en una pareja, sea hetero o no, ambos deben y no me gusta usar este verbo “jugar” en igualdad de condiciones. Yo necesito esto, pues honestamente y desde el respeto se lo digo a mi pareja y entonces la otra persona también tiene la misma libertad de manifestar sus necesidades que pueden ser otras diferentes. Un saludo
pd: puede que algún día me anime yo a entrar en el “confesionario” jejeje
Pffff ésto es precisamente lo que me das más pena y miedo de la supuesta ‘libertad sexual’. Que el hecho de querer disfrutar del sexo resulta que lleva a mucha a gente a tomarlo como excusa para justificarse ante sí mismos el traicionar la confianza y promesas a tu compañero/a de vida sólo para satisfacer tus fines egoístas y pasar por encima de cualquier principio moral.
Está bien saber que hasta la pareja en la que crees que puedes confiar plenamente es capaz de traicionarte por un polvo de aquí te pillo aquí te mato y luego ser capaz de mirarte a la cara sin ningún tipo de vergüenza o remordimientos.
Pero viva la Pepa que aquí con tal de disfrutar todo vale!!
Algunas critican la actitud de las que llaman infieles, pero pocas se paran a considerar las causas.
Yo soy una chica lesbi, de 35 años y muy activa en el sexo casual, despues de haber vivido dos veces en pareja, terminando ambas en fracaso.
Actualmente podria decir que la mayor parte de mis relaciones, son con chicas entre 32 y 48 años, mas o menos. La mayoria casadas y muchas con hijos.
El denominador comun, cuando trato el tema con ellas, es el que los maridos han caido en una especie de pereza sexual, a unas edades en las que ellas se consideran en la cuspide de su vida sexual, bien sea por experiencia, por la seguridad en si mismas a esa edad, por tener ya criados a los hijos y por otras causas.
En el momento en que mas deseo tienen, parecen volverse invisibles para sus parejas.
El hecho de que prueben el sexo lesbico, en mi opinion, tambien obedece a diferentes causas. La vieja y extendida fantasia, el que se nota menos si vas por la calle con otra chica y, algo que pidria ser materia de debate, ya que algunas consideran que hacerlo con otra chica, es menos infidelidad que hacerlo con otro hombre, cosa que evita que te mortifique la conciencia.
La verdad, es que las veo contentas y casi siempre repiten.
Ah, aunque soy española, ahora vivo en Alemania a causa de mi trabajo y tambien por el, me muevo por muchos paises, repitiendose en todos el patron descrito, con mas o menis matices.
Mujer del sofá me gusta tu relato, eres mi ídola ¡¡¡ pero estaría mejor si no tuvieras pareja estoy deacuerdo con que es un poco egoísta y lo tengas como “socio” para envejecer, pero si fueras honesta no se lo ocultarías…
Más feliz que una perdiz…cuentalá..para no perder a mis 45 la esperanza sexual… shii
Aunque “creo” que no aceptaría ni llevaría a cabo una infidelidad, también “creo” que deberíamos de reflexionar cada uno de nosotr@s sobre la poligamia y monogamía ¿de donde nos viene y a donde nos lleva?.
Me fascina que la gente sea sincera; por eso me gusta esta Web porque se sabe tan poco de este tema…o al menos yo…, solo sabes historias corrientes de “matrimonios” normales y hay tanto oculto que debería salir a la luz..para que nadie nos asombráramos de lo que nos inquieta y sino..¿por qué en el cine se abordan estos temas?¿de casualidad?
tu historia me conmueve¡!! Le contaba a mis amigos y se reían de mi ,
Mis parejas no se orinan,!!! Porque se habla tan poco de este tema?
Lo bien que veis engañar y ponerle los cuernos a vuestras parejas! Veo que se utiliza la excusa del morbo, del ahora me siento mas viva…si si rollo…por qué no teneis más empatía en vez de poca vergüenza? Por qué no dejais a vuestras parejas? Por qué al menos no tenéis el valor de ser sincer@s con ell@s? Os lo diré: “POR EGOÍSMO”. Que ocurre vuestra pareja no tiene el mismo derecho a practicar sexo con diferentes personas para probar cosas nuevas? Esta señora dice que es POLIAMOROSA pero lo que como bien dice se ha hecho un amante a su medida que no la engaña y se deja engañar porn inocencia qué triste que todas y todos veáis bien esto…más hablar y menos engañar
¿A qué viene tanta rabia?
En vez de juzgar a los demás, harías bien en analizar de dónde viene tu mala leche. Y si es porque te han sido infiel… no proyectes.
La mala leche te la dejas para tu casa.
en vez de comentar mi comentario podrías leerme el libro de esta sexóloga donde en ningún momento te está diciendo que hagas estas cosas pero vosotras estáis cogiendo esas partes de vamos a satisfacernos de la peor forma posible…no es rabia más bien indignación ante tanta poca vergüenzasimplemente pido:empatía respeto y valentía,y aquí lo que tenéis es un montón de rollo y pocos ovarios para decir las cosas a la cara,eso sí que mi marido o mi pareja no me engañe pero yo puedo hacer lo que quiera según vosotras…venga ya!
Yo no he visto en ninguna parte que ella no deje a su marido acostarse con quien quiera. Más bien me da la impresión de que estuvieras reprimida y en el fondo también te gustase hacerlo y te diera rabia que otras sí lo hagan.
no veo por ninguna parte qué le cuenta a su marido lo que hace o que le diga que él pueda acostarse con otras personas, yo creo que no te has leído la historia…
Zurrapita,
creo que lo que cuenta esta mujer no esta inscripto en “lo que esta bien o lo que esta mal”. Me parece valido, real y no objetable, asi como tu tienes tus parametros de comportamiento y otra gente tiene los suyos.
Personalmente, fui educado en un comportamiento machista aunque siempre trate de no ejercerlo, y, desde ese punto de vista podria ponerme del lado del marido de esta señora y condenarla, pero seria una contradiccion, pues en lo personal, yo tambien senti y siento esas mismas sensaciones y necesidades que expresa la mujer del sofa.
Y tambien entiendo la necesidad de tener compañero para siempre, que quizas no te de sexo espectacular, pero que te haga desear compartir vida con el.
Ya en estos ultimos años, he comprendido y se lo he dicho a varias mujeres, que el sexo es una de las necesidades de una mujer o de un hombre, asi como los amigos, las vacaciones, los hijos, y muchas otras cosas mas. No se debe encadenar el sexo a la pareja de siempre, ni a la fidelidad, pues no es seguro cumplir la promesa y todos estariamos condenados a ser mentirosos. Hay mucho mas para decir, pero seria interminable.
Saludos.
Me ha encantado tu historia. Pocas personas se dan el permiso de disfrutar plenamente de su sexualidad, te felicito. A mi tu historia me genera admiración y conflicto a la vez. Para mi, lo bueno (y nada fácil) sería que pudieras ser honesta con tu marido, para no cargarte la confianza y equilibrio que toda pareja necesita. Es una pena que tengas que vivir a escondidas y en conflicto esa sexualidad tan vital y deshibida que tienes. Si me pongo en el lugar de tu marido, creo q me dolería más el engaño que el que vivas y necesites tener más amantes , me parece que en el fondo la poligamia es mucho más humana y natural que la monogamia. Y leo entre líneas que no sólo es el miedo a dañar lo que te ocurre, sino que también hay miedo a que te deje y a quedarte sola y lo entiendo. Sin eso te sentirías más libre. Gracias por compartir tu historia. Un abrazo.
Gracias por compartir tu historia, me encanta tu libertad, cómo te permites dar rienda suelta a tu deseo y romper con los tabús sociales. Sin embargo, me pongo en el lugar de tu marido y me genera conflicto. Creo que tienes todo el derecho a disfrutar del sexo con otras personas pero me parece también que la falta de honestidad se carga la confianza y el equilibrio en las parejas. Y bien supongo que además de no querer hacer daño también debes temer que te deje. Para mi fue un antes y un después cuando mi novio se abrió y me dijo que él se ahogaba con la monogamia, eso me abrió las puertas a mi para disfrutar también de una sexualidad más real y menos encorsetada.
esta muy bueno kiero una vida sexual activa asii
Me siento muy identificada!! Con mas de una historia. Y saber que no soy la única me quita un poco de pena al vivir y sentir l sexo…
hola!!! Me siento muy identificada contigo, solo que mi historia terminó hace 3 años. El sexo desapareció de mi vida sin mas… Ya casi ni lo recuerdo. La crisis, enfermedad de mi pareja y esta vida de mierda se lo han llevado todo…
Me alegro que lo disfrutes!!!!!
Me siento muy identificada con tu historia y me gusta y la aplaudo.
Tengo 58 años, casada y sin hijos. Desde hace una año mantengo relaciones extramatrimoniales, empecé con un amante y ahora tengo tres.
Estoy gozando del sexo como nunca lo hice antes, me siento feliz, viva y deseada, la clandestinidad, el morbo, el placer….
Qué lástima si me lo llego a perder!!!!!!
Sylvia, igual me animo y cuento mi historia
¡Cuéntala! Sylvia nos permite decir al mundo que vivir tu sexualidad no es malo. Que nos hace felices y, por ende, hace más felices a la gente que está a nuestro alrededor.
animate ! animate!
Cuéntala, molaría saber que te impulsó a los 57 en lugar de antes.
Con respecto a los niños, es obvio que mucho del tiempo se les dedica a ellos y ya no puedes ir despelotado por la casa, haciendo lo que te apetezca. Quienes tienen hijos saben que es así. Por otra parte, las relaciones cambian con la convivencia, eso no es bueno ni es malo, simplemente se gana una nueva manera de estar juntos. Mi marido y yo somos amigos, hablamos mucho, nos reímos, compartimos gustos y aficiones y nuestra familia es un proyecto común. No estoy con él por no estar sola, aunque confieso que no me gusta la soledad, pero si no fuésemos una pareja, que se apoya y se quiere, no estaría con él.
Gracias a la gente que ha sabido reconocer mi libertad para sentir. Pienso que si una pasa los 40 años y no tiene esto, algo se perdió por el camino. No necesariamente hay que ser infiel para ser libre, pero cuando me senté en ese sofá y dije lo que dije, sentí que un muro caía a mi alrededor. No estoy involucrada en otra relación de amor que no sea con mi familia y no considero que les irrespete de ninguna manera.
Excelente historia y valiente al compartirla libremente…asi debe disfrutarse el sexo.
Más empatía, sinceridad y ovarios! Esto te enteras que te lo hace tu marido y te quedas boquiabierta por no decir muerta así que venga échale cojones y cuéntaselo persona valiente-egoísta
Hace un año tengo una pareja, que amo profundamente, pero que no me ha cumplido mis fantasias, sobre todo la de sexo oral y yo a el si, estoy pensando seriamente hacerme de un amante para cumplir mi fantasia.
Antes de tratar de resolverlo con un amante creo que debes tener un momento de abrirte con tu pareja. En el sexo, complacer es parte de la complacencia (así lo veo yo) y si lo vuestro es una relación de largo plazo, ese vacío no lo puede llenar otro.
Hola! Me pillas en un momento de mi vida en el que me estoy planteando hacer lo mismo que tu. El sexo con mi pareja es muy bueno, pero la relación no pasa por su mejor momento y estoy buscando algo que me saque de este agujero de monotonía y aburrimiento. Quizás un toque picante con alguien diferente me haría valorar lo que tengo en mi vida.
Me apetece mucho dar el paso de conocer otras personas y “mezclarme” con ellas, pero me detiene el hecho de que una vez dado el paso, no tiene vuelta atrás y no sé como me voy a sentir con mi conciencia
“No tiene vuelta atrás” dices. Creo que tienes que tener claro y dejar claro si quieres un encuentro para el placer o una relación. De un encuentro placentero no hay que devolverse. Simplemente, se atesora en la memoria.
tu respeta a tu marido en tu hogar y con la gente de tu entorno; el resto disfrutalo para seguir siendo tu y para que tu familia te disfrute tal como eres si dejas de ser tu te afectara en todos los aspectos de tu vida
animo
Gracias. Eso intento, ser prudente y no hacer daño.
Dices… Me gusta mi marido… Yo creo k es egoísta por tu parte, no amas a tu marido para respetarlo.. Es más estas con el por que no quieres estar sola, que más arriba lo comentas.. En fin cuando seas vieja a ver que haces…
Espero envejecer al lado de mi compañero y mis hijos. Somos una sociedad con los mismos objetivos. Mi marido es un socio al que amo y nada que le prometí darle a él se lo doy a otro.
A eso le llamo yo una mujer con las ideas claras.
Me saco el sombrero y te hago la ola. Me da envidia cómo vives tu sexualidad y lo claro que tienes que por mucho que quieras a tu pareja, hay un morbo que no te puede dar y logras en otra parte sin remordimiento ni culpa.
Imagino que más de uno tendrá tentaciones de criticarte por llevarlo en secreto, pero el punto 15 deja claro que tú le dejarías hacer lo mismo.
Gracias por hacerme sentir un poquito más normal.
Es muy difícil llegar a este punto sin sentirse culpable. Vivimos en una sociedad que quiere someternos a sus parámetros morales. Nuestros hombres también crecen bajo ellos. Liberarnos de la culpa es comprender que nuestro mayor afecto debe dirigirse a nosotras mismas.
Yo si creo que tener hijos influye en la cantidad, y no calidad, del sexo en pareja. Es normal, es más complicado encontrar el momento y lugar. Aparte de que uno va más cansado, los hijos consumen mucha energía.
Por el resto de la historia la comprendo, es complicado encontrar a alguien a quien pueda entender esa ” necesidad ” sexual de sentirse viva, deseada, ese morbo de la situación. Creo que es algo que tendrías que observar muy dentro de ti que te lleva a necesitar ese tipo de situaciones.
Desde luego que influye. Yo además estoy especialmente preocupada por lo que mis hijos comen y paso horas (que disfruto, pero son horas) haciendo cosas desde mermeladas hasta bollería para que no lo coman industrial. Mi marido me encanta, pero con el cansancio no hay seducción posible.
Un relato muy interesante, solo vemos un pero….. “aunque el sexo ya no es tan frecuente (tenemos dos hijos) sigue siendo muy bueno.”
Por que tiene que influir este tema de los niños para sentir más o menos deseo en una relación. Creemos que es un escudo, una excusa, un motivo que ponemos para no ver la realidad y es que por lo que sea, lo que tenemos no nos satisface al 100%……
Hola! Yo discrepo un poco, porque tengo una hija de 7’5 meses y no tengo sexo tan freqüentemente. Si tengo ganas despues de comer no puedo pq mi hija quiere teta, si me apetece a media tarde no puedo pq queire estar en brazos. Casi siempre nos toca esperar a la noche y a veces me duermo antes yo q ella… El deseo es el mísmo (o más) pero las oportunidades no!!
Me parece impresionante lo que una mente “lucida”… llega a crear y a entender… como tiende las manos a las experiencias reales… personales… sensoriales… emocionales…
Gracias Silvia… no conocía esta página… ¡es realmente fabulosa…! ¡es libre…!