Sexo y miedo: ¿qué harías de no tenerlo? (I)

“Imaginemos que estoy sujetando un objeto de oro. Es precioso y es mío. Siento que debo aferrarme a él. Cierro la mano para que nadie pueda quitármelo. ¿Qué sucede al cabo de un rato? Mi mano y mi brazo sienten calambres y no puedo usarlos para nada más. Cuando te aferras a algo, generas tensión y te limitas“.

Nos aferramos ciegamente (¿estupidamente?) a aquello que queremos, deseamos, nos gusta… sin darnos cuenta de que hay otra cara en esa moneda: la falta de libertad que ello implica. Cuando nos aferramos, salimos perdiendo,  algo que no solemos considerar de tanto  que tememos pensar fuera de la caja, de cuánto nos asusta intentar sentir y vivir de otra forma. No se nos ocurre pensar que, quizás, si osamos a soltar un poco, crecemos, somos más libres, fluimos…

¿Alguna vez te has preguntado que lugar ocupa el miedo en tu vida? Todos tenemos miedo. ¿A qué? A morir, a sufrir, a no ser amados, a ser rechazados, a ser abandonados, a sentirnos avergonzados, a ser traicionados, a ser incapaces, a no ser tenidos en cuenta, a fracasar, a perder lo que tenemos, a no lograr lo que queremos, a equivocarnos, a quedar en evidencia, al cambio, a dañar, a pisotear… incluso a que nuestros sueños se hagan realidad, porque de lograrlos, ¿qué pasará después?

¡Y hay muchos miedos de los que ni siquiera somos conscientes!

Ya se, ya, que esto se supone que va de sexo. Pues veamos… Si somos sinceros, convendremos que el miedo muchas veces no nos deja disfrutarlo de verdad. ¿Razones? Demasiadas: miedo a no excitarse, miedo a no estar a la altura de las expectativas (propias o ajenas), miedo a no llegar, miedo a hacerlo demasiado rápido, miedo a no aguantar, miedo al qué dirá o que dirán, miedo a parecer fácil…

Miedo, miedo y más miedo. ¡Pero si se suponía que nos compartimos para gozar! Pues ya ves. Tú sabrás…

¿A cuánto has renunciado por su culpa?

¿Cuánto te ha impedido crecer?

¿Y disfrutar?

Alguna vez te has preguntado qué harías si no tuvieras miedo. Imagino que más de uno, si se lo plantea, no pensará en sexo, sino en temas laborales, quizás sentimentales, familiares, de aventura… Pero ¿y en relación a lo carnal? ¿Te atreves a pensar en ello?

Te reto a redactar tu lista de miedos (de todo tipo si quieres, pero sexuales también). Piensa en todo aquello que haces por temor, pánico quizás, a perder tu objeto de oro y todo aquello que evitas por la misma razón. ¿Qué pasaría si dejaras de hacerlo?

(Continuará… o eso creo.)

Entra en estos enlaces para informarte sobre mi trabajo como coach sexual y mis cursos y talleres de sexualidad.

 

17 respuestas a “Sexo y miedo: ¿qué harías de no tenerlo? (I)”

  1. Nilechikys dice:

    Luego de tener un parto vaginal hace 6 años sigo teniendo miedo al que Ira pensar la persona con la que tenga relaciones… Ps me separe por este mismo motivo y nunca se me ha hecho tan facil acostarme con alguien. Tengo relaciones pero tengo que estar haciendo mil cosas para que no de den cuenta que luego de un rato ya no Es igual.

    Ese Es mi mayor miedo!

  2. Candela dice:

    ¿Para cuándo una segunda parte? (Estaría genial)

  3. Daniel V dice:

    Tengo muchos miedos, desde miedo a que este comentario nunca llegue al objetivo que deseo, hasta miedo a contar mis grandes miedos.
    Pero por alguna razón he llegado (hoy por primera vez) a este blog y estoy fascinado descubriéndolo saltando de un post a otro por miedo a perderme algo.
    Es curioso como una simple pregunta “qué harías si no tuvieras miedo”, me haga perder el miedo a revelarlo:
    Si no tuviera miedo / en lo carnal, a mis 58 años dejaría de fantasear tanto y concretaría un encuentro con un hombre, musculoso y dotado de un buen miembro viril y pedirle que me penetre.
    Espero haber entendido la consigna del post y no resultar grosero en este debut, cosa a veces díficil de lograr cuando hablamos abiertamente de sexo, pero debo elogiar la forma en que tú Sylvia si lo logras en toda tu web y por qué no también la agradable redacción de muchos de los que aquí comentan.
    Gracias, un abrazo, hasta la próxima y sin miedos.
    DanielV

  4. Mirian dice:

    Como he dicho en otros sitios del blog, soy una chica lesbi con bastante experiencia. Esta experiencia ha hecho que, en asuntos de sexo, no tenga miedo a nada. Acepto lo que me gusta y rechazo lo que no, sin sucumbir a presiones.

  5. Hugo dice:

    ¿Pero, qué pasa cuando es la otra persona la que tiene miedo? ¿Cómo hacer para que deje atrás sus temores?

  6. Eneia dice:

    Yo, a estas alturas, en el tema sexo, no le temo a nada. Cuanto más exploro, más disfruto. Es lo que tiene la madurez…

  7. Nando dice:

    El miedo, es ese compañero indeseable contra el que lucho.
    Miedo a romper el corazón
    Miedo a que me lo rompan
    Miedo a no gustar
    Miedo a pedir
    Miedo a fallar
    Miedo a follar

    La expectativa es un enemigo intruso que me echa para atrás.

    Pero poco a poco voy revelandome ante él, gracias a tus libros , chats y amigos terapeutas.

    Pero tengo miedo de si llegare tarde.

  8. Hombre enmascarado dice:

    Tengo mucho que escribir sobre el miedo y el sexo, pero el miedo atenaza y anula mi escritura sobre el.
    Gracias por tu blog Sylvia

  9. Miguel dice:

    Sylvia algo pasa con tu blog. Cuando intento entrar a él, se abre una advertencia en rojo que dice que tiene sofware malicioso y que es peligroso. Por favor revisalo. Y eso si que dá miedo. Fuerte abrazo.

    1. sylvia dice:

      No tengas miedo. Google es lento en reaccionar y le hemos dado aviso para que quite la advertencia, pero las cosas de palacio van despacio. Nadie me ha dicho que haya tenido problema alguno, ni yo lo estoy teniendo, pero entendo tu prevención. De hcho, hasta que eso no se arregle es probable que no suba más posts, porque ¿para qué si la gente teme entrar a leerlos? Cosas tiene la vida… Me dedicaré a la consulta y los talleres.

      1. Hombre enmascarado dice:

        No sé si de algo sirve animarte a que sigas colgando tus posts, son muy necesarios, al menos por lo que a mí respecta…
        Se y entiendo que entre tú consulta y tus talleres la burocracia de Google te pueda desalentar, pero tienes un apoyo incondicional a que sigas en la línea que tienes con este blog….Animo…

  10. hernandez dice:

    Muy Buenos consejos

  11. Benigno dice:

    Pues si Silvia…siento miedo en el sexo…A NO ESTAR A LA ALTURA…y a que altura te preguntarás…a la altura que me pongo yo con mis miedos…limitaciones…inseguridades en el sexo… aunque se que todo esto esta cambiando lentamente… Pero cambiando…

  12. Delia no dice:

    Ayyyyy Silvia, cuánta razón!!!!! Voy a hacer mi lista…

    1. sylvia dice:

      Hazla y afróntala… Qué sirva de algo!

  13. Candela dice:

    He hecho mi lista de miedos. Espero que continúe Sylvia.

  14. Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto dice:

    Tengo Miedo

    Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
    del cielo se abre como una boca de muerto.
    Tiene mi corazón un llanto de princesa
    olvidada en el fondo de un palacio desierto.

    Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
    que reflojo la tarde sin meditar en ella.
    (En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
    así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

    Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
    y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
    ¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
    abandonada en medio de la tierra infinita!

    Se muere el universo de una calma agonía
    sin la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.
    Agoniza Saturno como una pena mía,
    la Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

    Y por la vastedad del vacío van ciegas
    las nubes de la tarde, como barcas perdidas
    que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.

    Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.

    Pablo Neruda

Deja un comentario

Los campos obligatorios están marcados con