Receta para gozar

¿Por qué no me basta con el coito?” (Elena, 19 años) ¿Y por qué habría de bastarte? “No logramos alcanzar el orgasmo a la vez” (Lola, 32) ¿Acaso sois actores en una película? “¡Es un manazas y me hace daño cuando me estimula!” (Maite, 36) Pues, ¿a qué esperas para afinarle? “A veces prefiero masturbarme a hacerlo con él, pero entonces me siento culpable” (Lupe, 42 años) ¿Por saber cuidar de ti misma? “Me excita imaginar que me fuerzan, ¿soy normal?” (María, 54) Del montón.

Son cuestiones que me plantean a menudo las mujeres (los hombres no se quedan atrás: pero lo suyo suele ir de tamaños y duraciones) y que, por supuesto, contesto encantada ¡y con bastante menos ironía y más dedicación de la desplegada arriba! Pero eso no evita que sus dudas me chirríen, porque a estas alturas esas preocupaciones, miedos o complejos sexuales ya no tienen razón de ser. Sin embargo existen y son un auténtico quebradero de cabeza para demasiadas mujeres. Y lo más chocante es que si repasamos los contenidos sexuales de las revistas que leemos y escuchamos o cómo hablamos a veces sobre el tema, parece que lo tenemos todas muy claro. Pero si es así, ¿por qué tantas mujeres seguimos viviendo tan mal nuestra sexualidad? Y, ojo, nadie vaya a escudarse en que quienes hacen ese tipo de comentarios son jovencitas. Aunque haberlas, haylas, esas dudas suelen plantearlas mujeres hechas y derechas, capaces de sacarse y con nota las carreras más difíciles, llegar muy lejos en su profesión, combinar familia-trabajo-casa sin apenas descomponer su gesto de doña-perfecta-o-chica-infalible-para-todo (y eso sí que es difícil).

Entonces… Sin podemos con todo eso y más, ¿cómo es posible que no logremos conquistar nuestra propia sexualidad? ¿Qué está fallando? Teorías hay muchas. Lo fácil sería echar las culpas a la educación recibida, a los hombres e incluso a nuestras pocas ganas, y tendríamos cierta parte de razón, pero más que discutir en busca de los porqués, creo que lo importante es actuar para que llegue el día en que ninguna mujer necesite plantear estas inquietudes, si acaso otras que indaguen en aspectos más lúdicos de nuestra sexualidad. ¿Una receta para lograrlo? Creo a pies juntillas que “la información es placer” y que vivir plenamente nuestra sexualidad tiene mucho que ver con un aprendizaje que no sólo se logra desde la práctica. Informarse de verdad disipa las dudas, quita complejos, sacude los miedos y genera seguridad. Informarse nos libera. Y, sobre todo, alimenta nuestro placer.

(Este artículo lo escribí hace tiempo, pero como sigue vigente y define mi visión y una de las principales misiones de esta web, lo he colgado. Por cierto, aunque el post se centre en las mujeres, los hombres también tienen mucho que aprender. Muchísimo.)

Una respuesta a “Receta para gozar”

  1. isthar dice:

    Totalmente de acuerdo: la información es placer y la práctica hace maestras!!!!!!

    Saludos!!!!

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