Un vídeo corto… Habrá a quien le parezca muy fuerte, quizás una provocación, pero los juicios rápidos no suelen llevar a buen puerto, o sea que dedícale ocho minutos -algo menos- de tu tiempo y con una mentalidad abierta, bien abierta, ¿vale?
Se llama “Piss” y su prota, una chica, quiere que su pareja, un tipo muy bellísima persona y muy feminista, haga realidad su fantasía erótica. El problema (¿el problema?) es que a ella le va la lluvia dorada. Quiere que él orine sobre su cuerpo, en su cara, en su boca a la vez que la trata con desprecio. Te recuerdo que es un juego. Él, pobrecito mío, cree que la afición de su chica es rara, le parece demasiado. Lo intenta, no lo logra. Lo vuelve a intentar, pero…
Es un corto encantador sobre lo difícil que es compartir el lado sexual “no habitual” de cada uno. Lo que los anglosajones llaman kinky, es decir, ese sexo que se sale de lo convencional (de lo vainilla*).
El vídeo está en inglés, pero todos tenemos algunas nociones, ¿no? Eso espero, porque vale la pena y me encantaría conocer la opinión de quién quiera compartirla. Por cierto, ¿qué diferencia hay entre lo que ella le pide y lo que sucede en la ducha final? No digo nada más porque me gustaría que lo vieras.
* Sexo vainilla: concepto creado por los seguidores del BDSM para contraponer sus prácticas al sexo convencional, tanto hetero como homo. Con el tiempo se ha ido usando de diversas formas, incluso por quienes practican sexo convencional pero han incluido juguetes o juegos de rol a su repertorio para distinguirse de quienes no lo hacen. ¿Por qué vainilla? Porque el extracto de vainilla es el sabor básico de los helados, es decir, lo mínimo necesario para ser considerado sabor.
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