El Confesionario (XXXVI)
1. Tengo 36 años, estoy casado desde hace 10 años con la que fue mi novia por 5 años. Durante nuestro noviazgo, nunca tuvimos coito por miedo y prejuicios de mi novia, sin embargo supo mantenerme a raya todo ese tiempo haciéndome unas felaciones increíbles y hablábamos de nuestra sexualidad abiertamente. Siempre he sentido la confianza de expresarle mis gustos (como el fetiche de los pies), deseos y fantasías; ahora considero que fue bueno porque llegamos al matrimonio con mucha expectación sobre nuestra intimidad.
2. Ya casados hemos tenido una excelente vida sexual, nos procuramos por lo menos tres veces por semana. En ocasiones sólo me consiente ella de una manera que me encanta (la explico más adelante) y, si por razones de negocio, estoy fuera una semana, ni te cuento las ganas con las que nos vemos para disfrutar de un buen rato de sexo. Preparamos algo para comer, unas copas de vino, nos lo tomamos con calma y podemos estar una hora o más masajeándonos, haciéndonos sexo oral, quedarnos abrazados y sólo besándonos, mordisqueos por todo el cuerpo…nos encanta estar unidos y sentir lo mojado que nos ponemos
3. En una ocasión fuimos a una fiesta a casa de mi hermana que vive en otra ciudad. Como a las 11 de la noche nosotros pasamos al dormitorio que nos asignaron y que tenía ventanas hacia afuera donde aún estaban los demás invitados; nos pusimos cachondos, yo me acosté boca arriba y mi esposa me puso su mariposita (vagina) en mi cara, ella veía que nadie se acercara y yo se la chupe hasta que se vino en mi cara, fue muy intenso y luego me dejo que yo me viniera de perrito; cuando terminamos a los 3 minutos entro mi hermana preguntando si se nos ofrecía algo…¡guau! de acordarme me prendo.
4. A lo largo de los años he disfrutado muchísimo de hacer sesiones fotográficas y tomarnos vídeo mientras cogemos. Es algo que verdaderamente recomiendo; esas fotos y vídeos son como un tesoro para mí.
5. Una de las cosas que me encantan es pedirle a mi esposa que me haga el masajito ordeñador. Consiste en que yo me recuesto en la cama en posición fetal, saco mi computadora portátil y pongo fotos o vídeos de ella, mientras ella por detrás me masturba, en ocasiones me pasa uno de sus pies para además de estar viendo sus fotos puedo oler y chupar sus pies…guau, se lo recomiendo, te ayuda a mantener la llama bien prendida.
6. Vamos para 11 años de casados y me la quiero coger todos los días. Encontré el libro de Sylvia de Béjar y me ha abierto aún más las posibilidades que podemos explorar en nuestra relación, creo que lo nuestro es afición al sexo.
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woow! en verdad me parece una historia espectacular, que sigan gozando después de 11 años de casados, con esa intensidad ¡pffff! Me hizo vibrar tu anécdota.
:3
Una confesión “ejemplo”. Es posible mantener la llama en el matrimonio, ya lo vemos.
Sin duda una excitante historia, claro teniendo en cuenta 11 años de matrimonio lo que podrían “confesar”, difícilmente reduces tanto tiempo y experiencias en unas pocas lineas, en lo personal a mis 51 años y con varias relaciones de largo plazo podría contarles algunas anécdotas, pues aún con el paso de los años las cosas lindas no se olvidan, aun de relaciones pasadas siempre atesoramos detalles que nos remontan a ciertos momentos cálidos llenos de emociones, pues como decimos en México, lo bailado nadie nos lo quita, punto y aparte del amor y fidelidad que le tengo a mi esposa de hace 14 años, espero un día animarme y contarles algo como en una charla entre amigos, felicidades por el relato. Gracias.
Hombre de 36…… Tu confesión me parece entrañable, llena de sentimiento, me chifla! Y como dice Sylvia ….suenas muy muy lindo!!gracias!
Me encanta leer historias como esta porque me dan una mezcla de envidia sana e insana, insana porque no tengo algo ni parecido.
Me gusta la pasión que le ponéis y lo bien que os o comunicáis, y cómo sabe cada uno cómo satisfacer al otro.
Me gusta que menciones que con el libro de Sylvia aún se abrieron más posibilidades. La verdad es que para mí ha sido un libro revelador, ya desde el título.
Gracias por compartir.
A mi también me encantan y me excitan mucho unos bonitos pies de mujer, son igual de preciosos que unas manos bonitas o unas piernas bonitas(olvida palabrejas como fetichista, seguro que se la puso alguien a quien no le gustaban unos pies bonitos pero le gustaban unas piernas bonitas). Mi pareja en muchas ocasiones y tras haber iniciado nuestras caricias en la cama, sabiendo como me ponen ciertas cosas, se levanta, se pone un body que le marcan sus pezones erectos por el placer y se pone unas bonitas sandalias, mientras ella se acaricia sobre el body y se pone de puntillas, enseñando la curvatura y toda la desnudez de sus pies. A mi me encanta y mientras la veo me acaricio hasta correrme. Mis mejores masturbaciones han sido aquellas en que mi mujer ha intervenido en lo imaginado.
Antes me daba vergüenza que mi pareja me fotografiara desnuda o haciendo sexo y más de una tuvimos porque el insistía y yo me negaba. Me parecía muy pervertido. Pero un día de copas, una amiga que iba muy pasada me explicó que a ella le gustaba verse y que se filmaba con su marido para mirar su vídeos cuando él partía de viaje. Dudo que ella se acuerde y yo no pienso recordarselo, pero me salvo la vida. Me hizo pensar que tal vez la rara era yo y empece a verlo de otra manera. Ahora me excita mucho ver imágenes de mi misma con mi pareja. Suelo tener la cámara a mano y le pido que me haga fotos mientras se la como o follamos y me excita mucho verlas.
La verdad que yo no me puedo quejar de mi vida sexual. Me encanta el sexo y disfrutar de él. Creo que es bueno buscarlo tu a él tanto como el a ti. Pero importante en toda esta historia, y en todas, es la comunicación, si no sabes lo que le gusta al otro difícil de complacerlo.
Lo peor de todo es saber lo que le gusta al otro y no hacer nada.
Maravilloso leer esta historia de una relación tan placentera. La cara de la hermana tuvo que ser para verla.
Me encanta leer historias que no tienen nada que ver con mi vida porque aprendo un montón. Al principio de ésta mis prejuicios me hicieron pensar que yo no aguantaría cinco años de relación, y mucho menos me casaría, con alguien que no deja que le toque un pelo por ideas preconcebidas que le han metido en la cabeza, ya sean culturales o religiosas; sin embargo, a medida que avanzaba, iba pensando que a lo mejor me habría perdido cosas muy buenas por adelantar acontecimientos. Vuestra historia se va construyendo sin prisa, crecéis juntos sexualmente y estáis después de diez años de casados muchísimo mejor que el primer día, lo cual es fantástico porque, por lo que suelo leer aquí y lo que veo en la calle, la mayoría de las parejas empiezan al revés y se van desinflando poco a poco hasta que el sexo desaparece totalmente. Da mucho que pensar. Así que felicitaciones por haber llegado a este punto de la relación, y gracias, me ha gustado mucho.
Que barbaridad!!!!
Dices que “os procurais” tres veces por semana!!!
Eso pasa por no tener TV en casa ni internet en el movil
¡Cómo me gusta leer a chicos valientes! Una vez más queda claro que cuando nos quitamos el miedo a probar y a investigar, conocemos nuevas formas de disfrutar del sexo. Gracias por tu confe!
Pues ese vocabulario me suena como a gallego rural
Que lindo suena todo en ¿mexicano? Me declaro fan absoluta de esa forma de expresarse.
“Nos procuramos por lo menos tres veces por semana”… ¡qué maravilla! Tengo que “colgar”, pero luego sigo…
Sylvia, habría que escribir una lista de las palabras relacionadas con el sexo en los distintos países hispano-hablantes. Mi favorita es “gatillar”, que se usa en Chile y en algún otro otro país para designar la masturbación femenina.
Sí, los términos que él usa son mejicanos, pero también podrían ser de algún país de Centroamérica o de Venezuela.
“Gatillar” me recuerda a Malena 🙂
P.D.: Malena es un personaje increíble de la trilogía “Voy a romperte en pedacitos” de Hermes.